Escala Crítica/Columna diaria
*Esta semana deciden terna para rectoría de la UJAT
*Más de 43 mil integrantes; presupuesto de mil 500mdp
*Coparmex y sus indicadores: posible revertir los rezagos
Víctor M. Sámano Labastida
LA RECTORA de la Universidad estatal tabasqueña, Candita Gil Jiménez, rindió el martes su cuarto y último informe de gobierno. Corresponde a su segundo mandato de cuatro años. Comenzó ahora la cuenta regresiva para la designación de quien estará al frente de una comunidad que –oficialmente- se compone de 43 mil 747 estudiantes, a los que habría que sumar profesores y administrativos. Tendrá para 2012 un presupuesto de un mil 500 millones de pesos. Con otros un mil millones adicionales de ingresos propios.
De acuerdo a la legislación universitaria, antes del 15 de enero deberá conocerse la terna de propuesta por el Consejo Universitario y de la cual la Junta de Gobierno formalizará el nombramiento del nuevo rector. El proceso deberá estar concluido el 23 de este mismo mes.
UN ABANICO DE ASPIRANTES
ENTRE los diversos cambios que este año habrá en la administración pública de Tabasco, uno de los más importantes -será sin duda- el que ocurrirá en la UJAT donde concluye el rectorado de la maestra Gil Jiménez.
Así como se han anunciado próximas renuncias de funcionarios públicos, también es un hecho que varios presidentes municipales dejarán el cargo para buscar alguna diputación; de la misma forma que los legisladores pretenden colocarse en los Ayuntamientos. Es un ir y venir de un puesto a otro que sucede cada tres años.
En el caso de la universidad pública estatal es distinto. Ahí el cargo en la rectoría se renueva cada cuatro años. Aunque antes se hacía cada tres años.
Los rectores tienen la posibilidad de la reelección, como ocurrió con Candita Gil, quien asumió el puesto en enero de 2004 y fue reelecta en 2008. Ella proviene de la División de Ciencias Económicas de la UJAT. Su antecesor, Jorge Abdó (2000-2004), pertenecía a la división de sociales en la especialidad de Derecho, al igual que Freddy Priego (1996-2000).
Ni Abdó ni Priego lograron la reelección, lo que sí ocurrió con Fernando Rabelo (1988 a 1996), perteneciente a la división de Ciencias de la Salud. También logró la reelección el antecesor de Rabelo, el ingeniero Josué Vera (1982 a 1988), actualmente en la DACEA pero formado en una universidad privada, ITESM. Vera fue el último rector cuando los periodos eran de tres años.
Para relevar a Gil Jiménez había inicialmente una lista de unos diez aspirantes. La responsabilidad de conducir una comunidad de más de 43 mil personas no sólo es muy grande por la función pública y social de la universidad –más en estos tiempos en que la educación es instrumento para integrar a los jóvenes-, sino también por los recursos económicos que se administran y por el poder político que conlleva esta institución autónoma.
Entre los aspirantes a la rectoría de la UJAT hay académicos de tiempo completo, funcionarios en instituciones públicas y en la propia universidad, políticos e investigadores.
Se mencionan insistentemente, por ejemplo, al doctor Wilfrido Contreras, ex director de la División de Biológicas; el presidente del Tribunal Superior, recientemente ratificado en el cargo, Rodolfo Campos Montejo; la directora general de Planeación y Evaluación Institucional, Clara Luz Lamoyi Bocanegra.
También integran el listado de prospectos, el secretario de Servicios Administrativos, José Manuel Piña Gutiérrez; el profesor univ ersitario y diputado local Fernando Valenzuela Pernas; los actuales directores de la División Académica de Ingeniería y Arquitectura, Miguel Ángel Hernández Rivera, de la División Académica Multidisciplinaria de Comalcalco, Teresa Ramón Frías y de Educación y Artes, Roberto Carrera.
También circulan los nombres en la comunidad universitaria de Guillermo Narváez Osorio, ex titular del Poder Judicial; de la secretaria de Servicios Académicos, María Isabel Zapata Vásquez y de la titular de la Universidad Tecnológica, Saraí Aguilar.
Lo importante, señalan los universitarios, es que en la selección del nuevo rector se pongan por delante los intereses académicos y de fortalecimiento institucional, más que las consideraciones de carácter político. No debe ignorarse tampoco que el nuevo rector deberá convivir con el gobierno surgido del proceso de julio de 2012.
NUEVO ÍNDICE
LA COPARMEX, la Fundación Konrad Adenauer, el Colegio de México y la firma Polilat, presentaron su segundo Índice de Desarrollo Democrático, en el cual evalúan la gobernabilidad de los estados de la República a partir de sus niveles de empleo, combate a la pobreza, servicios de salud y educación, ataque a la corrupción. El dirigente del sindicato patronal en Tabasco, Daniel Vázquez, aclaró que el citado índice está basado en una comparación de datos oficiales y no en una encuesta específica.
El estudio, del cual en otra colaboración ampliaremos los detalles, corresponde al 2011.
Hubo algunas entidades que avanzaron con respecto al primer reporte, pero otras registran un estancamiento o retroceso. De acuerdo al comparativo del IDD, Tabasco pasó a ubicarse en la posición 26 de 32, lo que implica una caída de seis casilleros. A decir de Vázquez Díaz es necesario profundizar las políticas de construcción de la ciudadanía, participación social y mejoramiento de los servicios.
Respecto a los niveles de pobreza, el índice Coparmex se basó en los reportes del Coneval. En el último lugar está Chiapas con 78.4% de su población sin recursos suficientes; Guerrero con 67.4; Oaxaca con 67.2; Puebla, 61%; Tlaxcala, 60.4%; Zacatecas, 60%; Veracruz, 58.3 y Tabasco 57.2%
Lo importante, como señaló el líder empresarial nacional de Coparmex, Gerardo Gutiérrez Candiani, es tomar acciones positivas para revertir los rezagos y apuntalar los avances.
Como una muestra de que los rezagos sí pueden combatirse, Gutiérrez Candiani citó el caso de Oaxaca que entre el anterior IDD hace un año y el actual dejó el último sitio y mejoró nueve puntos.
AL MARGEN
AL CIERRE de esta columna todavía deliberaban los priístas sobre cómo dar a conocer los resultados de sus encuestas sin exponerse a una irregularidad estatutaria. Y a una ruptura interna, lo que cada vez es más visible. (
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