www.ventanasur.com

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Home Escala Crítica Cuentas de Meade: entre la preparación, estructura y la continuidad transexenal

Cuentas de Meade: entre la preparación, estructura y la continuidad transexenal

E-mail Imprimir PDF

 Escala Crítica/Columna diaria

* La apuesta: preparación como estandarte, ¿suficiente? 
* El primer debate, clave en la estrategia contra el puntero
* El slogan/programa: “avanzar contigo”, renovada promesa
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
TODO indica que las mayores expectativas del equipo de José Antonio Meade Kuribreña, de la alianza PRI-PVEM-Panal, está fincadas en el debate que sostendrá con los otros cuatro aspirantes el domingo próximo. Aunque la mayoría de las encuestas conocidas lo ubican en tercer sitio de las intenciones del voto, en el cuarto de estrategia del tricolor sostienen que ya logró rebasar a Ricardo Anaya (del PAN-PRD-MC). En las dos primeras semanas de la campaña formal, quedó claro que Meade y Anaya buscan consolidarse en el segundo lugar para ocupar la etapa final en ir por Andrés Manuel López Obrador (Morena-PT-PES).
Lo que suceda en este periodo no sólo definirá las posibles coaliciones hacia el llamado “voto útil” –sumar fuerzas por quien tenga mayores posibilidades-, sino también impactará en las campañas locales, como la de Tabasco. Cierto que son procesos autónomos, pero sería un error no considerar que se influyen mutuamente. 
Ayer nos ocupamos de cómo llegó López Obrador a las campañas formales. Permítame referirme ahora a Meade Kuribreña, para en una tercera entrega atender la figura de Ricardo Anaya.
Desde su actual ubicación, el abanderado priista y de la alianza “Todos por México”, hace sus cuentas para una remontada por partida doble: primero, recortar 7 puntos en promedio que lo separan de Anaya Cortés; después, remontar otros 6 puntos para superar a López Obrador. Se trataría de una hazaña de operación política, logística electoral y manejo de imagen. ¿Habrá tiempo? 
Veamos las estrategias de Meade y su equipo al inicio de campaña, que sostiene en sus hombros la representación del sistema político/económico mexicano y la continuidad transexenal. 
 
FACTOR: PREPARACIÓN
 
UNA SERIE de spots donde Meade conversa con jóvenes, apunta a la preparación académica del abanderado postulado por la alianza tripartita encabezada por el PRI. La preparación académica se plantea como salvoconducto profesional, como si un diploma significase sin más la excelencia operativa de programas y acciones. En la política mexicana, los últimos 36 años han visto pasar a cuadros políticos educados en las universidades más distinguidas. De los Chicago Boys, de los paseantes de Harvard a los egresados del ITAM y la Ibero, la preparación académica (real, incompleta o simulada) se convirtió en la nueva forma de ascenso político y de paso en un talismán: magia de superioridad ante otro tipo de evaluaciones.
Meade lleva más de 20 años en el gobierno federal ocupando cargos de importancia estratégica. Indudablemente, se trata de un personaje clave en la simbiosis PRI-PAN para la continuidad de un modelo político y económico. Sus críticos le adjudican una presencia protagónica en el Fobaproa, la mayor deuda privada asumida como deuda gubernamental, así como en el diseño del llamado “gasolinazo” en enero de 2016. Los dos casos, argumenta Meade, fueron acuerdos del Congreso no decisiones personales.
La elección del factor académico como punta de lanza del repunte de Meade, contiene un elemento explosivo: el hartazgo ciudadano ante el discurso técnico de la clase política en el poder. Este es un elemento clave en la orientación del voto: frenar, neutralizar o canalizar el voto antisistema.
 
LA LEJANA CONFIANZA
 
LA ELECCIÓN del slogan/programa “Avanzar contigo”, contiene una evidente arenga al ciudadano: “tienes que creer que las cosas cambiarán, avanzaremos, si me otorgas tu confianza y tu voto”. Se entiende la estrategia como una última llamada a la confianza en el sistema. Pero visto de cerca, este eslogan contiene también una admisión de responsabilidad: que antes no se avanzó de cara al ciudadano. “Avanzar contigo”, ahora, puede significar que en los años anteriores el ciudadano estuvo ausente.
Meade elige un enfoque propositivo para su campaña, que lo sube al funcionamiento del sistema político en el que se ha movido. Apela a su preparación y pide un voto de confianza para “avanzar contigo”. Mucho más deberá hacer para llegarle al ciudadano.
La reprobación sexenal se ubica en un 80 por ciento, lo que complica la continuidad. Ciertamente, con los muros y los guardias que a trompicones vienen del norte, Peña Nieto tuvo en estos días un momento genuino de unidad nacional. Primera vez en un discurso oficial que Peña citó favorablemente a los candidatos presidenciales, con ideas y nombres. No es suficiente.
La relación Peña-Meade es de obligación estratégica: por un lado, Meade no puede dimitir de la postulación priísta y su identidad oficial. Por otro lado, en algún momento, entre abril y junio, quizás tenga que jugar la carta del rompimiento, pero  corre el riesgo de que para entonces sea demasiado tarde. La obligación estratégica conlleva, también, la continuidad de las reformas estructurales y los proyectos polémicos, como el nuevo aeropuerto. 
Se asegura que el abanderado priista guarda sus armas y que le apunta a una operación intensa los días previos a las elecciones. También se prevé una alianza “de facto” adicional a la coalición formal para evitar que gane a quien este segmento ha definido como el adversario a vencer. Otros, como le decía, esperan la luz del primer debate.  ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 
 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar