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Home Escala Crítica AMLO, voto cruzado, voto selectivo; dilema: candidato o partido

AMLO, voto cruzado, voto selectivo; dilema: candidato o partido

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Pide López Obrador voto parejo para sus candidatos
*A más información mayor diversificación del sufragio
*El otro reto, la integración de los bloques legislativos
 
ANDRÉS MANUEL López Obrador es un fenómeno de masas. No hay nada que no se haya dicho. Su reciente visita a Tabasco lo confirma. Llenó las plazas de Cárdenas, Comalcalco y Paraíso. Como también sucedió este mismo fin de semana en Chiapas. Me parece que esto no está a discusión. Se hablará de acarreo, presiones, etcétera; pero sería un error para sus adversarios no tomar en cuenta los datos de la realidad. Como tampoco se ignora que las plazas llenas no garantizan urnas colmadas. Acudir a un mitin no implica necesariamente comprometer el voto. 
De la misma forma que no todos los que acudieron a manifestarle su apoyo darán automáticamente su voto a los candidatos a otros cargos, en especial a las presidencias municipales. Y AMLO lo sabe, de manera que pidió a sus simpatizantes rechazar el “voto cruzado” y llamó a ejercer el voto parejo para todos los candidatos de Morena. En especial le interesa lograr la mayoría en una de las cámaras legislativas federales, en particular el Senado.
Contra el “voto cruzado” –que lo promovió abiertamente el Partido Nueva Alianza en 2006 con su campaña “Uno de tres”-, se han pronunciado PRI y PAN, partidos que piden a sus militantes y simpatizantes sufragar por su candidato presidencial (Meade Kuribreña y Anaya Cortés), pero también por los aspirantes a las diputaciones y al Senado.
Sin embargo, todos los partidos tendrán dificultades en los casos locales donde o no concretaron la misma alianza nacional, o sus abanderados representan ideologías o prácticas contrapuestas. Existe una contradicción de fondo: por un lado los partidos insisten en que cuenta el candidato y que los ciudadanos eligen cada vez más por las personas, y por otro lado piden el voto por el partido sin importar (en muchos casos) las personas.
CIUDADANO INFORMADO
 
SE DICE que el llamado “voto cruzado”, que en realidad sería un voto selectivo –esto es, se vota según el candidato en cada caso-, es una expresión democrática, del ciudadano informado. Pero también puede ser, como ya le comenté en el caso concreto de Tabasco en 2012, inducido por los conflictos internos de un partido (en el PRI hubo un voto diferenciado para la gubernatura y para la alcaldía de Centro promovida desde el propio tricolor).
Un remedio preventivo sería la práctica de una verdadera democracia –con deliberación, discusión y acuerdos- en los mismos partidos durante la selección de sus candidatos. Y la aplicación estricta y transparente de sus estatutos. Hemos visto la pérdida de identidad partidista.
Un factor adicional es la competencia cada vez más reñida y real entre candidatos y partidos sobre todo a partir del 2012. Las reformas electorales del 2014 –federales y estatales-, abrieron paso no sólo a las candidaturas independientes (la persona, no el partido), sino a una mayor pluralidad. En Tabasco en 2016 la Legislatura local fue integrada por representantes de siete partidos y en los municipios quedó atrás el predominio del PRI y PRD para abrirse a gobiernos encabezados por el Morena, PAN y PVEM. Este hecho habrá que anotarlo como un saldo de la alternancia, sin marcha atrás.
En un reportaje de la revista Newsweek (en español), el catedrático Alfredo Estrada sostiene que “a mayor desarrollo de las sociedades, más se presenta el fenómeno del “voto cruzado”. A pesar que nunca deja de haber voto duro en los partidos más importantes”. El voto duro para los partidos –en México el mayor ejemplo es el PRI-, significaba que fuera quien fuera su candidato, sus militantes y simpatizantes votarían por esas siglas. Por lo menos desde 1988 eso ya no sucede...y no tiene por qué suceder en otras organizaciones.
 
ALIANZAS O RUPTURAS 
LÍDER en las encuestas para la Presidencia de la República, López Obrador centró ahora su campaña en busca de contrarrestar el “voto cruzado”. En sus más recientes giras –en especial en la de Tabasco-, enfatizó la necesidad de que los votos que vayan para él también se reflejen en las boletas para las diputaciones federales, el Senado, las diputaciones locales, las gubernaturas y las alcaldías.
De acuerdo a fuentes internas cercanas a AMLO, siendo su primer objetivo la Presidencia, el segundo en su agenda se convirtió la obtención de una mayoría en el Senado. ¿Por qué? Resulta más difícil, señalan, el control de los 500 diputados; en la Cámara Alta, siendo sólo 128 sus integrantes, se requieren menos alianzas para tener la mayoría o por lo menos para contar con un bloque que frene o impulse determinados proyectos. Al PRI, por ejemplo, le bastan los 55 senadores que tiene para construir una mayoría con los 34 del PAN (ahora en pugna); de la misma forma que a Morena le bastó que un grupo se deslindara del PRD para constituir un bloque de 19 en el Partido del Trabajo.
En tercer término de la agenda de AMLO en cuanto a la captación de votos estarían las gubernaturas y alcaldías, según se pueda apreciar por la libertad que dio a los aspirantes en los estados a construir las candidaturas. 
Seguramente a su círculo cercano llegó la preocupación por la campaña al interior de Morena y también como estrategia de sus adversarios a favor del voto diferenciado. Se pueden documentar fácilmente las consignas que llaman a votar por AMLO pero no por Adán; o por Adán y AMLO pero no por alguno de los candidatos en los municipios. Pero también se pueden documentar las inconformidades por el proceso de selección de los candidatos.
La primera alianza que deben hacer los partidos es hacia el interior. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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