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*El ex presidente español Felipe González y su posición ante AMLO

*Tensión entre moderados y radicales; importa gobernar, no solo ganar

*Adán, Gina, Gaudiano, Paz: Tabasco necesita refinar sus hidrocarburos

 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

SEGURAMENTE usted ha conocido las declaraciones del escritor Mario Vargas Llosa en contra de Andrés Manuel López Obrador. El autor de “Los Cachorros” sostiene que “ojalá México no se suicide eligiendo a un demagogo y populista irresponsable”. No sorprende la posición de quien en 1990 calificó al régimen encabezado por el PRI como “la dictadura perfecta” utilizando una frase de Aldous Huxley y que posteriormente dio un giro para respaldar a los candidatos del PAN, especialmente a Josefina Vázquez Mota en 2012. El escritor fue, en 1990, aspirante a la presidencia de Perú y asumió posiciones más conservadoras.

En efecto, la frase “dictadura perfecta” y su aplicación no fué original. En 1932, en su famosa obra “Un mundo feliz”, Huxley escribió: “Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud, en el que, gracias al consumo y al entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre”.

Un poco siguiendo el camino de Vargas Llosa, los opositores más recalcitrantes a López Obrador –lo hay sensatos y extremos, como en todos los partidos-, buscaron forzar los dichos e inventaron que otro famoso personaje, el ex presidente del gobierno español Felipe González había expresado que “México puede cometer un gran error si eligen a López Obrador”. El propio ex dirigente del Partido Obrero Socialista Español (PSOE) aclaró que eso nunca lo dijo.

Por el contrario, aprovechando la reciente presentación de un libro de Juan Ramón de la Fuente, apuntó que “en los comicios de México el grado de incertidumbre sigue siendo alto. López Obrador va el primero. Si utilizara el lenguaje mexicano diría que si nadara de muertito llegará a la orilla con la ventaja que tiene. Ahora, ¿se aguantará nadando de muertito o se agitará? Quién sabe”. Esto en referencia a los resultados que ofrece el promedio de las encuestadoras y que colocan al candidato de Morena con una cómoda ventaja.

Felipe González, quien inclusive calificó a López Obrador como “un mago de la comunicación” política expresó en el evento realizado en Madrid: “A mí no me extraña que se estén alertando de no sé qué males del infierno en función de hipótesis de los resultados electorales. Si una parte de Colombia ha considerado que la negociación de Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el acuerdo paz supone entregar al chavismo y al castrismo el poder. Y esa idea todavía permanece después de que las FARC se desarmaron, se presentaron a las elecciones y lograron 0.5 por ciento. Aun así, hay gente que acusa a Santos de convertir a Colombia al castrochavismo. Igual pasa en México, donde la exageración puede llegar al ditirambo, y lo peor es que mucha gente se lo cree”.

Respecto a las declaraciones anti AMLO que le atribuyeron el reciente 15 de mayo, Felipe González abundó: es falso, “yo no estuve en la Casa América el 15 de mayo (fecha de la falsa versión) y dejé de fumar cigarrillos en el año 2000”. Esto porque en la escena de sus supuestas declaraciones el ex líder socialista español aparecía fumando.

 

EL VERDADERO PELIGRO

 

COMENTÉ en una colaboración anterior que el doctor Juan Ramón de la Fuente había dicho, por su parte, que “el principal riesgo de las elecciones en México es la violencia, no los candidatos; pensar que un candidato es un riesgo es tener, de entrada, un temor a la democracia.” A lo que hay que temerle, o más bien contra lo que se debe organizar una sociedad, es a la falta de la democracia; contra el viejo autoritarismo.

Nadar de muertito, la frase expresada por Felipe González, tiene relación con el debate actual inclusive en el propio equipo de campaña de López Obrador sobre la conveniencia de tender puentes, de evitar rupturas intransitables. El abanderado de Morena ha dicho: “No voy a subirme al ring, mis asesores me recomiendan que no me enoje, que no caiga en ninguna provocación”. Y el tabasqueño es ganado muchas veces por su pasión.

Lo que resulta innegable es que entre sus colaboradores existen fuerzas en tensión: quienes siguen buscando la confrontación y quienes ya están en la etapa de la construcción de futuras y necesarias alianzas tanto internas como externas...por si acaso. Recordemos que no sólo hay que ganar en las urnas sino gobernar.

 

AL MARGEN

 

EL FUTURO petrolero para Tabasco es uno de los temas constantes en la preocupación de los aspirantes a la gubernatura de la entidad. Adán Augusto López Hernández (Morena), se apoya en dos iniciativas de López Obrador: construir una refinería en Dos Bocas, Paraíso, y una reclasificadora de gas en Macuspana; también en la posibilidad de establecer en Tabasco la sede de la Secretaría de Energía. Además, asegura Adán Augusto, el director de Pemex será un tabasqueño.

Por su parte, Georgina Trujillo (PRI), sostiene que es necesario no sólo aprovechar los servicios que se le pueda dar a Pemex, además con capital humano capacitado, sino establecer pequeñas refinerías en Tabasco y tener una nueva industria derivada del sector energético.

Gerardo Gaudiano (PRD), incluyó en su propuesta de gobierno el desarrollo de nueve polos de desarrollo, incluyendo una refinería en la entidad. Manuel Paz (Panal), ha propuesto micro refinerías y la creación de una empresa estatal: Petróleos de Tabasco (Petab). ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )