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Home Escala Crítica Isla de Elba, amagos de tempestad; el desmantelamiento de la educación

Isla de Elba, amagos de tempestad; el desmantelamiento de la educación

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 Escala Crítica/Columna diaria     

*Las alusiones, como práctica impolítica y de engaño
*Los cacicazgos: alargada sombra de impunidad sindical
*Pobres niños, entre la pobreza, la corrupción y la inmovilidad
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA POLITICA es, también, el arte de las alusiones (y de la administración de las ilusiones). Hay críticas merecidas en torno a esas prácticas: aludir para eludir es un estilo que refleja viejos vicios políticos. En nuestro país, el estilo de alusiones tiene sus correas de transmisión en los mensajes mediáticos que diversas figuras políticas producen para ocasiones significativas: debate público, toma de posesión, tribuna del Congreso de la Unión, discusiones partidistas en mesas electorales, informe de gobierno, respuesta directa a una acusación o… sentencia por liberación definitiva después de 5 años y medio de suspenso con trama política y legal. 
¿Qué hacer con el lenguaje de las alusiones en política? Una precisión clave, que quizás anuncia los nuevos tiempos, la ofreció AMLO en la entrega de su constancia como presidente electo (agosto 8): “Habrá autonomía en el quehacer gubernamental y pleno respeto a la división de poderes. El presidente no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes”. Las alusiones no tienen lugar, según AMLO, en su gobierno. La decisión es saludable políticamente: quitará telarañas del escenario. Veremos si esa decisión se convierte en acción, aunque hay un factor de la ecuación que se le escapa al presidente electo: otros políticos perseveran en los viejos estilos del lenguaje político, en el modelo que tanto le ha redituado a Elba Esther Gordillo.  
 
CACICAZGO RECARGADO
DOS DÍAS antes de ser detenida por la PGRE, el 25 de febrero de 2013, Elba Esther Gordillo dijo en un discurso a maestros: “Quiero un epitafio, ‘Aquí yace una guerrera: como guerrera murió’. No seré la sirvienta de nadie”. Oteaba su signo trágico en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Se le acusó de operaciones con recursos ilícitos, lavado de dinero y delincuencia organizada. Cinco años  , cinco  meses y 11 días después, luego de un encierro con apoyo médico, fue declarada “inocente por pruebas insuficientes”. El lunes 20 de agosto de 2018, fecha simbólica por el inicio del ciclo escolar, la polémica exdirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) retomó en otro sentido la figura bélica de 2013: “Hoy esta guerrera está en paz”.
La palabra guerrera es definición personal. Así se mira la propia Elba Esther. No es licencia retórica ni ocurrencia: anuncia tempestad en el sentido de retornar a las actividades públicas. No es casual el uso del adverbio ‘hoy’, porque mañana no se sabe si levantará el hacha. El mensaje público y político de Elba Esther, a las 11 de la mañana para ‘ganar la nota’, se cargó de tintas para los titulares: “He recuperado mi libertad y la reforma educativa se ha derrumbado”. “El encierro fue un duro y profundo aprendizaje”. “Se percibe una profunda crisis en el sector educativo”. “Le debo mi lealtad a los maestros y maestras de México”. Libertad, aprendizaje, crisis y lealtad, las palabras clave de esas frases, anuncian que no estará en paz mucho tiempo. Aunque nada haga ya, mucho mal hizo a la educación.
“En lo inmediato, me debo a los míos”, expresó, pero no habló de planes a mediano y largo plazo. Quien vuelve de la tumba política sin duda está dispuesto a muchas cosas: “quiero que este momento marque el futuro de mi vida”. La flecha de Elba Esther apunta hacia adelante. No hay sosiego, sino nuevas batallas para “la gran hazaña que nos exige México”, dijo con palabras escogidas para la autopropaganda. 
A las 11: 30 a.m. del día de su discurso los sitios de internet comenzaban las interpretaciones del mensaje de Elba Esther y, por ende, las especulaciones bailaban en las redes: “Hizo tres alusiones sin nombres propios: un traidor, un comprador de publicidad y un perseguidor político”. No hay muchos que tengan las medidas de esos sacos: el traidor es Juan Díaz, nuevo líder del SNTE a la caída de Elba Esther y que ha puesto sus barbas a remojar; el comprador de publicidad es Aurelio Nuño, quien como secretario de la SEP gastó más de 5 mil millones de pesos para promocionar la nueva reforma educativa que “se ha derrumbado”. El perseguidor, desde luego, no es un cuento de Julio Cortázar.
Pero podríamos decir también que desde hace mucho el eje de la educación pública en México fue desmantelado. La corrupción, la precariedad de los maestros y una premeditada política neoliberal, barrieron con lo que quedaba de los viejos anhelos nacionales de movilidad social.
La autopromoción de la señora Gordillo no debe ser una cortina de humo para ignorar el grave daño que los diversos cacicazgos han hecho a noble labor del magisterio verdadero…y los vicios que un sistema inoculó a los educandos.
AL MARGEN
RECUPERAR la educación, desde el nivel preescolar hasta la universidad y los postgrados. Se anuncian becas y apoyos que no deben dejar fuera un sector altamente desigual y explotado: los profesores universitarios. En México hay especialistas con postgrado que deben ofertar sus conocimientos en 90 pesos por hora. De acuerdo a un reclamo de docentes e investigadores de la UNAM, reciben en promedio 9 mil pesos mensuales. Un tema que buscarán plantear en el Congreso del STUNAM el 24 y 25 de agosto. En los estados de la República la situación es más crítica. Las exigencias para cubrir sus horas de trabajo les impide aspirar al Sistema Nacional de Investigadores. Un país que sacrifica el talento. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
 
 

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