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Home Escala Crítica Monreal y AMLO, reversa en política: agenda del cambio, entre poder formal y poderes fácticos

Monreal y AMLO, reversa en política: agenda del cambio, entre poder formal y poderes fácticos

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 Escala Crítica/Columna diaria     

* Poderes, diálogo y agenda pública: ¿sordos, pero no mudos?  
* Contradicciones reales o aparentes: ¿fuego amigo en MORENA? 
* Diversidad: fuerza y debilidad de la Cuarta Transformación.  
Víctor M. Sámano Labastida
 
UNA PREGUNTA obligada es por qué los empresarios Hank , Salinas Pliego, Vázquez Aldir, y Alemán Magnani, entre otros, integran el nuevo consejo asesor empresarial de López Obrador. Hay quienes ven en esta medida un mensaje para tranquilizar a un sector tan susceptible frente a discursos de los legisladores de Morena; sin duda que la medida hubiese sido menos polémica si –como en la España post franquista- se constituyera un Consejo Económico y Social. Creo que será el camino.
Hay, por lo pronto, un terreno minado. La reversa política del mes fue como sigue: Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el senado, presentó (noviembre 8) una iniciativa de ley para moderar comisiones bancarias en tarjetas de crédito y tarjetas de nómina. Inmediatamente (noviembre 9) Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de Morena, advirtió que “no está contemplada una medida semejante en la agenda del partido”. 
De remache, ante bamboleos del mercado (supuestamente por la iniciativa/Monreal) el presidente electo Andrés Manuel López Obrador (noviembre 12) enfatizó que “desde el Poder Ejecutivo no se harán modificaciones al marco financiero, bancario y fiscal, en los primeros tres años de gobierno”, como lo prometió en su plataforma, aunque matizó: “respeto la libertad de expresión y la división de poderes. Aquí no hay línea para el Congreso”. 
 
EN EL CORAZÓN DE LA REVERSA
ESTE contrapunto pudo evitarse. De cualquier manera, la reversa sobre comisiones bancarias está en suspenso, porque el senador Monreal argumentó: “El Senado está facultado por la Constitución y la legislación parlamentaria para presentar de manera autónoma, originaria e independiente, las iniciativas que sus integrantes juzguen pertinentes para el interés nacional y el mayor beneficio de la población” (“Precisiones”, Milenio, noviembre 13).
Formalmente inatacable, pero está por verse si hay beneficio político para Morena y su nivel de credibilidad, luego de las precisiones de Yeidckol y AMLO que contradicen a  Monreal, quien siguió en sus trece y no pestañeó. Héctor Aguilar Camín se ha referido a “la rebelión de Monreal” a partir de una hipótesis nada descabellada: el mexicanísimo juego de la sucesión presidencial.           
El estira y afloja que forma parte del paisaje morenista en los meses de transición es público. Yeidckol, que le enmendó la plana a Monreal, a su vez fue corregida por el vocero de AMLO, Jesús Ramírez, ante su afirmación de que Donald Trump asistiría a la toma de posesión del uno de diciembre en México. “No le corresponden esas funciones de protocolo a la presidenta del partido; por tanto, no se deberían difundir informaciones no confirmadas”, dijo Ramírez, con  reversa contundente aunque respetuosa. Yeidckol apechugó.
    
ES DE SABIOS RECTIFICAR… 
 
UN DILEMA en política tiene que ver con la rectificación de una medida de gobierno. Cambiar de carril, ya empoderada la medida en la opinión pública, resulta riesgoso. Que entre partidos se contradigan, a propósito de tal o cual medida, es normal; que entre miembros del mismo partido se contradigan, sorprende; que miembros del gobierno electo se enmienden la plana, llama la atención: surgen sospechas de sonambulismo, sabotaje o libertinaje político, no de libertad frente a la claridad del proyecto de nación que se quiere impulsar.
En la transición 2018 hemos visto escenarios inéditos de actividad del presidente electo. Con el uno de diciembre en la mira, circulan comentarios chispeantes sobre “el primer informe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador”. La constatación política de una agenda pública que se construyó en 18 años. Sostiene AMLO: hacer 12 años en 6. 
Una explicación de las desavenencias recientes en Morena, en torno a medidas gubernamentales anunciadas, es la configuración sociopolítica de sus integrantes. La diversidad de procedencia, política e ideológica –y de intereses-, domina en la alianza/partido que capturó 30 millones de votos y con ello una legitimidad sólida, superando por el doble y el triple de votos a sus  contrincantes en la elección presidencial. Pero todo tiene un costo. De Alfonso Romo (empresario norteño) a Gerardo Fernández Noroña (activista de El Barzón) hay un mundo de diferencia.       
La reversa requiere: a) un control de daños; b) una explicación pública del viraje; c) una valoración positiva de la medida definitiva a implementar; d) una comunicación interpartidista eficaz, entre miembros que jalan hacia el mismo lado, no cual cabras que buscan monte. Morena necesita, como en el beisbol que disfruta AMLO, un ‘coucheo’ de equipo con señales similares. Esto apenas comienza y parece que unos juegan basquet, otros fut y otros beis, otros son equilibristas. Así no se cuida la credibilidad necesaria para gobernar. AMLO ha subido más en popularidad, mientras el mercado rechinó.
El Sistema Nacional Bancario, soporte del capital nacional, manejó una queja de los poderes fácticos, por el amago legislativo de moderar comisiones bancarias. Los cabildeos, ¿antes o después de anunciar las medidas? Algunos analistas hablan de una estrategia de AMLO, para llamar al diálogo a los poderes fácticos luego de anunciar una decisión soberana. Lo cierto es que hay un cambio: antes las iniciativas llegaban planchadas al gusto de poderes fácticos. De cualquier modo, como toda nave, en política no se abusa de la reversa. El cambio nacional requiere rutas claras. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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