www.ventanasur.com

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Home Escala Crítica ARTURO NÚÑEZ, UN CANDIDATO, SU DISCURSO Y EL CONTEXTO

ARTURO NÚÑEZ, UN CANDIDATO, SU DISCURSO Y EL CONTEXTO

E-mail Imprimir PDF

Escala Crítica/Columna diaria
*Entre la conciliación y la crítica, camino opositor
*Doce años construyendo la nominación al gobierno
*La complicada convivencia de las tribus perredistas

Víctor M. Sámano Labastida

ARTURO Núñez Jiménez y Jesús Alí de la Torre asumieron las candidaturas de sus partidos, PRD y PRI respectivamente, para competir por el gobierno de Tabasco. Aunque Gerardo Priego Tapia es ya candidato del PAN le falta rendir protesta ante los órganos estatutarios de su partido. A reserva de que, como señalamos en un comentario anterior, los panistas logren una verdadera insurgencia electoral, históricamente la competencia por el mayor porcentaje de los votos se ubica entre priístas y perredistas. Hasta ahora.

A reserva de ocuparme mañana del discurso de Jesús Alí (PRI), quien el lunes por la tarde se comprometió ante los militante del tricolor para abanderarlos en la lucha por la gubernatura, me detendré brevemente en el candidato opositor Núñez Jiménez, senador con licencia.

DIFÍCIL EQUILIBRIO

DURANTE UN acto realizado en el Lienzo Charro de Villahermosa el domingo pasado, y del cual esta diario ofreció detalles, Núñez Jiménez reseñó diez prioridades cuyas propuestas desglosará en el momento en que comiencen oficialmente las campañas electorales, en la segunda quincena de mayo. Hay que recordar que por la actual Ley electoral, los candidatos sólo pueden hacer diagnósticos pero no propuestas, porque estas ya se consideran parte de la campaña.
En el punto 10 de sus prioridades, el abanderado perredista (y también del PT y Movimiento Ciudadano, aunque falta eliminar el “candado” puesto por el Tribunal Electoral), planteó la necesidad del “fortalecimiento del desarrollo político de Tabasco para ponerlo al día con lo mejor de la transición democrática nacional y reconciliar a los actores partidistas y sociales sobre la base de una gobernabilidad sustentada en valores y principios, no en componendas ni en la prostitución de la política”.
Habló Núñez de que había llegado la hora de la alternancia, de la necesidad de un Congreso mayoritariamente solaztequista, de la necesaria unidad de su partido y sus aliados; en la línea del discurso de Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional habló de la necesidad sumarse a un cambio verdadero anteponiendo “el amor a Tabasco”.
Fue un discurso podría decirse que equilibrado entre la necesaria crítica que debe enarbolar un candidato opositor y la presentación de una izquierda menos confrontada, en camino de una actitud propositiva. Difícil, porque sus aliados más radicales exigen definiciones “combativas” y sus adversarios esperan precisamente ese tipo de discurso –de choque- para mostrar sus prejuicios ante la crítica.
La oposición es violenta, ruidosa y nada propositiva, suele decirse. Los procesos recientes, en los que un partido –el PRD- surgido de la confrontación o marcado por ella logró (hasta ahora) que sus candidatos surgieran de auscultaciones más o menos tersas, sorprendió inclusive a los más moderados jueces de ese instituto. “Los revoltosos de enfrente”, bromeaba Núñez al referirse a los conflictos por las candidaturas en el tricolor.

UNA LARGA MARCHA

NÚÑEZ JIMÉNEZ es uno de los personajes a los que más tiempo y dificultades le han llevado construir su candidatura a un gobierno estatal. Aunque comenzó desde muchos años antes, fue en el 2000 cuando tuvo su primera oportunidad. Recordemos que hasta antes de ese año, el sistema político mexicano giraba en torno al férrea control de un partido (PRI) y el Presidente de la República.
Fue precandidato. No logró la postulación. Lo invitaron a sumarse al PRD, pero cuidados de las formas esperó a que pasara la contienda por el gobierno estatal. Habiendo renunciado al PRI, obtuvo la nominación por los solaztequistas para el Senado de la República, junto a Rosalinda López. La “ola lopezobradorista” lo llevó, junto a los seis candidatos opositores, al Congreso de la Unión.
López Obrador le encargó tareas complejas de las que salió con no pocos raspones. Comprender y trabajar en la maquinaria perredista resultaba una apuesta riesgosa: estuvo a cargo de la polémica elección interna por la dirigencia del PRD nacional en 2008 y posteriormente al frente de las negociaciones de la Reforma Energética. También le tocó el relevo de la dirigente estatal solaztequista en el 2011en una posición incómoda: no era consejero político de ese partido pero tenía que navegar entre las sinuosas, y a veces bravas, corrientes.
Logró finalmente la candidatura ante fuertes aspirantes, algunos con una larga actividad dentro del PRD, con indudable trabajo de base y electoral: Adán Augusto y Rosalinda López Hernández, muy cercanos a los afectos de López Obrador; y Oscar Cantón, apoyado por una de los grupos mayoritarios encabezados por Juan Manuel Fócil.
Venció en las encuestas. Se obligó a realizar un intenso trabajo de convencimiento y reagrupamiento de los nada dóciles grupos solaztequistas. Aún ahora, todavía tiene que remontar lo que los perredistas deparen a su partido en la puja por las diputaciones pero sobre todo por las alcaldías.
Lo sucedido el fin de semana a nivel nacional, donde las famosas “tribus” impusieron su ley en el reparto de las candidaturas, aún en contra de las propuestas y necesidades de López Obrador, plantean la ardua labor interna que aún tienen los solaztequistas, su abanderado a la gubernatura y sus aliados.
No debe ignorarse el guiño y reconocimiento que el propio Núñez hizo a los solaztequistas el domingo. Dijo:
“El PRD ha sido instrumento fundamental para la democratización en Tabasco. De 15 de los 17 municipios en los que ha habido alternancia en los ayuntamientos, el perredismo la ha hecho posible por vez primera en 14 de ellos. Ha llegado la hora de culminar esa tarea, iniciada hace ya 24 años cuando se fundó el PRD. Mi reconocimiento al trabajo heroico de los inicios, a la larga lucha por hacer valer el sufragio efectivo en la entidad, al compromiso permanente con las causas del pueblo y de la nación. Mi reconocimiento pleno al vigoroso perredismo tabasqueño”.

AL MARGEN
HARÁ falta mucho más que eso en los dos frentes que debe conciliar el ahora candidato Núñez: el interno y el de sus aliados externos. Al mismo tiempo tiene que lidiar con sus adversarios. Es un proceso interesante.
Mañana, si me lo permite, me referiré al abanderado priísta Jesús Alí, su discurso y el contexto. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar