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Home Escala Crítica Pemex, Atila y la nueva relación con la industria de los hidrocarburos

Pemex, Atila y la nueva relación con la industria de los hidrocarburos

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 Escala Crítica/Columna diaria

*La ex paraestatal se comportó como un estado dentro del estado
*Adán Augusto: equilibrar economía con medio ambiente y comunidad
*Rescatar Pemex y Tabasco, las tareas paralelas en breve tiempo
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
COMO en la leyenda del caballo de Atila, por donde Pemex pasa no vuelve a crecer la hierba, ejemplificó el gobernador tabasqueño Adán Augusto López para referir el perjuicio que la explotación de los hidrocarburos trajo a la entidad a partir de los años de la explotación intensiva. Trajo bienestar, pero también calamidad, puntualizó en su discurso de toma de protesta. En efecto, se vivió una especie de ocupación extranjera.
Siendo senador, diputado y candidato en la campaña por la gubernatura, el tema de la industria petrolera y los daños económicos, sociales y ambientales a Tabasco estuvo presente en las intervenciones públicas de López Hernández. Habló desde entonces de la urgencia de una nueva relación con Pemex. Una nueva relación que deberá contemplar el marco legal de la Reforma Energética que dio entrada a otras empresas en esta actividad. Una realidad más compleja.
De acuerdo a lo expresado por López Hernández las “nuevas bases de entendimiento” tienen que trascender “aquella basada solamente en la reclamación y en la complacencia oficial con ínfimos logros”. Como bien se sabe, a la llamada “industria de la reclamación” le precedió la “industria de la afectación”, y ambas dieron como resultado una subcultura amplificada de la corrupción en todos los sentidos.
Hace algunos ayeres, este columnista sostuvo que por la tubería de Pemex no sólo corría el gas y el petróleo sino la contaminación y la corrupción.
 
LA SEGUNDA EXPROPIACIÓN
 
A LA PAR de esa nueva relación, Pemex y toda la industria de los hidrocarburos tienen que ser objeto de un rescate, que para algunos significa prácticamente una nueva expropiación. Una gesta similar a la de Lázaro Cárdenas, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus visitas a Tabasco. 
Si alguien conoce los saldos que para la entidad trajo el modelo de explotación petrolera es precisamente López Obrador, cuyo movimiento opositor y de reclamo tuvo entre uno de sus catalizadores la ruptura provocada en la economía agropecuaria y en las relaciones sociales, como bien lo han explicado diversos investigadores como Leonardo Curcio, Cirilo Antonio Guzmán y Rodolfo Uribe.
Ahora no sólo hay que hacerse cargo de los saldos negativos dejados en la entidad por aquel modelo expoliador de la industria petrolera –el Modelo Atila-, como el desempleo, el desplazamiento de la economía tradicional y el alto costo de la vida; es imperativo también atender el “grave daño causado al sector energético nacional durante el neoliberalismo”, como lo advirtió AMLO. 
Recordemos que el uno de diciembre, López Obrador refirió que es tal el perjuicio que “no solo somos el país petrolero que más gasolinas importa en el mundo, sino que ahora ya estamos comprando petróleo crudo para abastecer a las únicas seis refinerías que apenas sobreviven, téngase en cuenta que precisamente desde hace 40 años no se construye una nueva refinería en el país”. 
En este rescate, Tabasco, Veracruz, Chiapas y Campeche, tienen una función determinante. Sobre todo la entidad que ahora gobierna Adán Augusto, donde se instalará la nueva refinería, se impulsará la extracción en pozos en tierra y será sede de la Secretaría de Energía.
 
LOS HOYOS NEGROS
 
LOCALMENTE, el nuevo gobierno parece decidido a cuidar los diversos aspectos que traerá lo que ya se menciona como un tercer auge, pero que requiere atender los rezagos pendientes. Habrá que estar pendientes sobre cómo concreta el secretario de Desarrollo Energético que asumió este uno de enero, José Antonio de la Vega Asmitia, el compromiso por construir una nueva relación con Pemex y atender los reclamos pendientes a los afectados –un saldo que estimó en más de 800 millones de pesos (hay quienes elevan al doble esa cantidad). Pero sobre todo un esquema que armonice la explotación petrolera con el cuidado del medio ambiente, los derechos de las comunidades y el desarrollo productivo. 
Seguramente, como lo hizo cuando asumió la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones en la primera mitad del gobierno de Arturo Núñez, se enfocará inicialmente De la Vega a tareas normativas, como la elaboración del reglamento interior de la nueva Secretaría. Aunque las circunstancias del sector obligan a laborar de manera simultánea en las tareas operativas. 
Claro que las condiciones actuales para un nuevo trato entre Pemex y Tabasco son favorables: un presidente de la República (AMLO) y un director de la empresa (Octavio Romero) tabasqueños. Así lo subrayó el propio Adán Augusto en su primer discurso como gobernador. Para que esto se concrete habrá que vencer circunstancias adversas, pero también aprovechar oportunidades.
 
AL MARGEN
 
OTRA OPORTUNIDAD, sin duda, es la de construir un proyecto regional que incluya –de entrada- a los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz, que tienen gobiernos surgidos del movimiento lopezobradorista. Sin descontar con la “excelente relación” que López Hernández tiene con los mandatarios de Campeche, Yucatán y Quintana Roo; más todavía porque el tabasqueño es el interlocutor natural ante el presidente López Obrador. Una circunstancia que puede ser benéfica si se aprovecha en proyectos de impacto social. Eso sí sería una palanca para la llamada Cuarta Transformación. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
 
Última actualización el Miércoles, 02 de Enero de 2019 23:38  

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