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Home Escala Crítica VOTANTES INDECISOS, EL RETO DE PARTIDOS Y CANDIDATOS

VOTANTES INDECISOS, EL RETO DE PARTIDOS Y CANDIDATOS

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Escala Crítica/Columna diaria
*Necesitan del “voto duro” pero no resulta insuficiente
*Las renuncias en los partidos; errores de ponderación
*Avanza la federalización de delitos contra periodistas

Víctor M. Sámano Labastida

SEGÚN LOS más recientes resultados de la encuesta de Consulta Mitofski, mientras el puntero en la carrera por la Presidencia pierde puntos un segmento incrementa su presencia: el de los indecisos. El fenómeno no es nuevo. Desde que el llamado “voto duro” de los partidos se estancó y comenzó su disminución relativa, aumentó el “voto volátil” o “indeciso”. Quien más abiertamente se ha referido a este segmento es Andrés Manuel López Obrador, quien el domingo pasado llamó a convencer a quienes aún no han decidido su voto.

Según la encuesta a la que uno se acerque los “indecisos” suman entre el 17 y el 22 por ciento. Mitofski lo ubica actualmente en un 19 por ciento. Por lo general se estima que los “indecisos” se componen por los votantes anti sistema, esto es quienes votan contra el partido que esté en el poder federal, estatal o municipal. Quizá la evaluación se complica cuando, como es el caso actual, se puede tener un gobierno de un partido en la Presidencia (PAN) y gobiernos de partidos distintos en el estado y los municipios (PRI o PRD).
El analista político Luis Everdy Mejía (ADN Político, Grupo Expansión) sostiene que “nada está escrito en el escenario electoral del próximo 1 de julio, ya que aún falta que los votantes indecisos, quienes representan el 26% del electorado en México, decida a qué candidato presidencial le dará su preferencia”.
Este nivel más alto de indecisos es registrado por los sondeos de El Universal-Buendía y Laredo.
Pero también, señala Everdy “no es claro por quién se inclinará 37% de los votantes denominados independientes, los cuales no se sienten identificados por ninguno de los partidos políticos mexicanos”.
El analista hace una diferencia entre indecisos e independientes. Dice que si el votante potencial aún no ha definido aún su voto se le ubica en los indecisos; el “independiente” en cambio es aquel que no tiene afinidad con ningún partido político.
Recuerda que en su libro “La decisión electoral”, Alejandra Moreno estableció la importancia del “electorado indeciso” para el resultado final de la contienda Felipe Calderón-López Obrador en el 2006.
Escribió Alejandra Moreno: “Los casi 3.3 millones de votantes que decidieron su voto el mismo día de la elección de 2006, representan un número 14 veces mayor que la diferencia de votos que hubo entre el primero y segundo lugar en la contienda presidencial”.
Es un tema que será fundamental en los comicios tabasqueños si observamos lo ocurrido en el 2006 precisamente cuando la oposición prácticamente duplicó su cosecha de sufragios para luego caer tres meses después. Ya abordaremos este aspecto.

CRISIS PARTIDISTA

ANTE CUALQUIER suceso, particularmente de índole política que involucra intereses, ideologías, juicios de valor, se pueden asumir posiciones extremas. Ignorar el hecho, exagerar su importancia o minimizarlo. Esto lo puede observar el lector (lectora) ahora que se informa sobre las renuncias de militantes del PRI o de militantes del PRD. Como expresiones “mediáticas” se entienden; mal harían los dirigentes de los partidos si no evaluaran el verdadero significado de tales éxodos.
En una de mis colaboraciones de Radio Fórmula Tabasco refería que desde hace varios años se insiste en la crisis en los partidos políticos. No sólo porque padecen un déficit de representación –no son portadores necesariamente de un proyecto político-, sino que diversas encuestas indican que estas organizaciones, originalmente de servicio a la sociedad y mecanismos para participar en elecciones (en México instrumentos únicos), tienen un alto rechazo de la población.
No ocurre sólo en nuestro país. Según el estudio Barómetro de Corrupción Global 2009, a nivel mundial tres son las instituciones consideradas más corruptas y menos confiables por los ciudadanos: los partidos políticos tienen un 68 por ciento de desconfianza; la administración pública, un 63 por ciento de descrédito y el Poder Legislativo, un 60 por ciento de rechazo. No es casual que estas tres instituciones estén relacionadas con el ejercicio del poder público.
Pero, como lo hemos visto, la inconformidad frente a la acción de los partidos políticos no sólo se expresa desde los ciudadanos sin militancia; también se muestra en los militantes. Ejemplos recientes los tenemos en Tabasco, y habrá más. Limitar los sucesos a aspiraciones personales o berrinches podría llevar a los dirigentes a hacer diagnósticos equivocados. Estos errores se pagan cada vez con más frecuencia en las urnas.

PERIODISMO AMENAZADO

EL SENADO de la República aprobó por fin el martes la reforma al artículo 73 de la Constitución mexicana para que los delitos y crímenes contra periodistas y contra la libertad de informar sean investigados por las autoridades federales. Señaló la organización internacional Reporteros Sin Fronteras que “hicieron falta casi tres años de debates” para que la propuesta obtuviera el respaldo legislativo. Ahora se requiere del aval de por lo menos 17 de los 32 los Congresos estatales.
Actualmente las agresiones contra comunicadores son considerados delitos comunes y atendidos por las autoridades estatales. Estimaciones oficiales indican que en los últimos once años un total de 75 periodistas han sido asesinados en México.
Nuestro país es uno de los de mayor riesgo para investigar y difundir informaciones de interés público. Los estados con más víctimas entre los comunicadores son Chihuahua, Guerrero y Tamaulipas, así como Veracruz.
Estados como Durango, Oaxaca, Michoacán y Sinaloa, también son altamente inseguros para la profesión.
Aunque Tabasco no está entre los estados más inseguros para los periodistas, sí aparece en los registros con un periodista asesinado y uno desaparecido más en los últimos cinco años.
No sólo son las agresiones que han costado la vida a los comunicadores, sino también atentados en contra las instalaciones de los medios informativos, ataques a los trabajadores de los medios, obstáculos diversos a la libertad de expresión, investigación e información, incluidas demandas sin sustento para inhibir el trabajo reporteril y de análisis.
No se busca que los periodistas tengan privilegios, porque la seguridad debe ser para toda la población; pero es un hecho que la seguridad de todos necesita de la libertad para informar y denunciar. La primera línea de esta libertad son o deben ser los comunicadores. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

 

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