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*Ocupación temporal, limitada y a mediano plazo especializada  

*Aclara el gobierno: no está contratando, sólo ordena la demanda

*La actividad petrolera sujeta a mayor exigencia y austeridad 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

TABASCO es el lugar donde el desempleo se mide por kilómetros, escribió con ironía el poeta y traductor Ulises Guzmán. La nota de inicio de semana fue el reporte sobre las largas filas de unas 15 mil personas que acudieron el lunes a las instalaciones del Parque Tabasco, en Villahermosa, para inscribirse en la Bolsa de Trabajo abierta para los 20 mil empleos que –se afirma- estarán disponibles con la construcción de la refinería en Dos Bocas, Paraíso.

Un día antes, el domingo 2 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el acto por el cual oficialmente arrancaron los trabajos de una magna obra que -se calcula- estará terminada en tres años con una inversión de 8 mil millones de dólares, pocos más de 160 mil millones de pesos.

Explicó el gobernador Adán Augusto López Hernández que su administración participa para facilitar y ordenar la demanda de empleos. Abundó: “Es una Bolsa de Trabajo, no se está contratando. Lo que nosotros estamos haciendo es que ordenadamente se tenga esa Bolsa de Trabajo y que las empresas que van a estar trabajando en la refinería de acuerdo a sus necesidades, vayan llamando a los interesados”. También señaló que la base de datos será puesta a disposición de la Secretaría de Energía –con la que el gobierno estatal abrió conjuntamente la Bolsa- y de Pemex, empresa esta última que acelerará sus trabajos de exploración y extracción en aguas someras.

 

LA FIEBRE DEL ORO

 

SE CALCULA, le decía, que el primer día acudieron a inscribirse unas 15 mil personas, no sólo de Tabasco sino de varios estados del país, especialmente de Veracruz y Campeche, entidades petroleras. Se anunció que la Bolsa de Trabajo estará abierta durante un mes. Aunque se aclara: no son contrataciones inmediatas y tampoco las hace el gobierno estatal, sino que tendrá disponible los perfiles  “que se pondrán a disposición de las empresas” para que sean estas las que seleccionen al personal de acuerdo a sus necesidades.

Puntualizar esto no es ocioso, ya que los miles de demandantes podrían convertirse en una presión adicional para el gobierno estatal –o incluso federal- conforme pase el tiempo. No hay que descartar que en esta especie de “nueva fiebre del oro negro” cientos, quizá miles, de desempleados de otras partes de la República –y por qué no, los migrantes centroamericanos- se asienten un tiempo en la capital tabasqueña y poblaciones aledañas en espera de respuesta a su esperanza de una plaza laboral. Hasta donde se sabe, la convocatoria para la Bolsa de Trabajo está coordinada por el gobierno estatal y por la Secretaría de Energía, a cargo de Rocío Nahle , quien ya debe tener instalada su residencia en la entidad.

Se ha calculado, en términos generales que la construcción de la refinería en Paraíso requerirá 20 mil empleos directos en tres años, aunque habría que precisar si son permanentes o sólo en escala según el avance y características de la obra. También se habla de por los menos otros 80 mil empleos indirectos, que pueden ser más porque en torno a una intensa actividad como la que se prevé también se genera una cauda de ocupaciones informales. La tendencia actual es una tasa de empleo informal superior al 57 por ciento.

Las largas filas que observamos el lunes y que se presentarán un poco atenuadas en estos días, aunque constantes, se explican por el alto índice de desocupación en Tabasco, estado que ocupa el primer lugar en este rubro desde hace varios años. Aunque en la actualidad ha disminuido un poco el promedio de desocupación, nos mantenemos casi al doble de la media nacional ( 3.6 contra 7.4%). Paradójicamente como resultado de la caída de la actividad petrolera agudizada con la Reforma Energética; el impacto no fue el mismo en Campeche estado en el que la mayor parte de la explotación de hidrocarburos se realiza en el mar. 

 

UNA NUEVA OLA MIGRATORA

 

SE SABE que una buena parte de quienes han hecho filas en la Bolsa de Trabajo para la refinería proceden de los municipios tabasqueños, como también de Campeche y Veracruz. Pero el espejismo de los miles de puestos de trabajo puede atraer desocupados de Ciudad de México y Estado de México, dos de las entidades que se ubican en los primeros lugares de desempleo junto a Tabasco. No hay que perder de vista que de acuerdo a los reportes recientes, Chiapas se ubica entre las localidades cuya caída laboral es notoria (de 2.0 en marzo de 2018 a 3.1 en el mismo mes de este año). Esta entidad vecina registra la presión de los trabajadores temporaleros de Centroamérica y la tentación de emigrar hacia Tabasco será mucha.

Resulta curioso que estados históricamente con altos índices de pobreza reporten menos desocupación. Así, con bajos porcentajes de desempleo se ubican Oaxaca (1.8%) y Guerrero (1.9%). Es posible que en fechas próximas repunte la oferta laboral en Tabasco, tanto en las actividades directamente relacionadas con la refinería –el gobernador Adán Augusto ya aclaró que la primera etapa ya iniciada es la de dragado y asentamiento del terreno-, como en las indirectas de servicios. Posteriormente las exigencias serán para personal con otras habilidades y capacitación.

 

AL MARGEN 

ME PARECE que es recomendable moderar las altas expectativas de que la actividad petrolera junto a la refinación generarán miles de empleos. Es importante contener la inmigración. Habrá que apoyarse en los otros programas impulsados por la Federación en el campo, para tener ocupación laboral quizá menos remunerada –aunque la petrolera ya no será la de antes-, pero más sustentable. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )