www.ventanasur.com

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Home Escala Crítica Saqueo histórico: nuestros vecinos pobres, la tragedia de Centro América

Saqueo histórico: nuestros vecinos pobres, la tragedia de Centro América

E-mail Imprimir PDF

 Escala Crítica/Columna diaria

*Atender los problemas de marginación y violencia, freno a éxodos
*Plan integral de desarrollo regional que incluya a Tabasco y Chiapas
*Asesinato contra periodista Norma Sarabia; combatir la impunidad
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
UNO DE LOS ARGUMENTOS de Donald Trump para amenazar con imponer aranceles y otra serie de medidas contra México, como el proyectado muro fronterizo, se encuentra en la creciente migración centroamericana que pasa por nuestro país. Este fenómeno preocupa ya también a los gobiernos locales de las fronteras norte y sur del territorio mexicano, por el creciente asentamiento de personas sin empleo y sin protección alguna.
Aunque existe una buena voluntad del gobierno federal, en especial del presidente Andrés Manuel López Obrador, la actual crisis sólo se resolverá con acciones planificadas, a corto, mediano y largo plazos. Quizá el mejor intento sea la propuesta elaborada por la CEPAL que dirige Andrea Bárcena para establecer un plan para el área Mesoamericana (Sur-sureste de México y Centroamérica).  Acciones que se complementarán con las de la Comisión Especial para cumplir con los compromisos recientemente firmados en Washington por Marcelo Ebrard.
Tabasco y Campeche, dos estados fronterizos en el sur, sufren el impacto de la crisis petrolera por lo menos desde hace unos cinco años; Chiapas, también en el sur mexicano, lleva a cuestas una sobreexplotación de sus recursos y su gente que se remonta siglos atrás. Algo similar sucede en Centroamérica, región que además ha padecido una escuela de dictaduras y regímenes violentos, a excepción de Costa Rica y Belice.
Para atender los efectos de una política que empobreció a las naciones vecinas –y también a la zona sur sureste del país-, López Obrador habló de una “vía mexicana”, distinta a las que se han aplicado en el pasado.
 
UNA CRISIS LARVADA
 
MAÑANA viernes, los gobernadores de Tabasco, Campeche, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, se reunirán con el canciller Marcelo Ebrard para detallar su participación en el plan migratorio emergente. Es una respuesta inmediata a la que deberán seguir acciones de largo plazo.
En diciembre de 2018, los investigadores Martha Luz Rojas Wiesner y Hugo Ángeles Cruz, de El Colegio de la Frontera Sur y consultor independiente, respectivamente, publicaron un estudio que me parece oportuno referir. Ahí explican cómo la migración es causada por muchos factores. Un hecho importante a destacar es que mientras en Centroamérica los países como Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, son expulsores de su población, en esa misma región Costa Rica y Panamá son naciones receptoras; resulta curioso que México no es país de destino de los trabajadores migrantes sino sólo de paso hasta Estados Unidos. El cierre de fronteras por parte de Donald Trump provocó una crisis inesperada convirtiendo a México en territorio de asentamientos forzados.
Señalan Rojas y Wiesner : “En los últimos años, en los países de Centroamérica, especialmente en los denominados del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), se han producido cambios en la vida social y en las condiciones ambientales que, sumados a las condiciones estructurales e históricas de sus economías, forman un conjunto de factores que impulsan de forma más acentuada la migración internacional”. A las condiciones de desigualdad, pobreza y falta de empleos, se suma el escalamiento de la violencia. Estos últimos son factores determinantes.
 
ENTRAS Y TE QUEDAS
¿POR QUÉ unos países son expulsores y otros receptores? Citan los autores mencionados que son notorios los contrastes: “En 2015, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua tuvieron en promedio un PIB por habitante de 2.7 mil dólares, mientras que Panamá y Costa Rica tuvieron en promedio 10.1 mil dólares”. Pero no sólo eso, sino que las tasas de crecimiento económico fueron muy pobres para las primeras cuatro naciones: sólo 1.8%. Está documentado que son también los países con los más altos índices de violencia en la región.
En este sentido, Rojas y Wiesner anotan: “En el estudio Crimen y violencia en Centroamérica (Banco Mundial, 2011, citado en el Programa Estado de la Nación, 2016: 286) se identificó que los factores que incentivan el crimen y la violencia en la región son: 1) el tráfico de drogas, 2) la violencia juvenil y las pandillas, 3) la masiva disponibilidad de armas y 4) la debilidad de los sistemas de administración de justicia”. 
En Centroamérica, un fenómeno que se ha mezclado con el crimen organizado (narcotráfico), es el de las pandillas o maras. Dicen los autores: “se estima hay 900 (pandillas) en Centroamérica integradas por 70 000 miembros. Entre los delitos cometidos por estos grupos se incluyen extorsiones, asaltos, secuestros y participación en casos de violencia extrema, lo que incrementa el temor de la población”. (Citado en Programa Estado de la Nación, 2016).
Las circunstancias para México han cambiado en un antes y un después del cierre de fronteras en EEUU. Tampoco debemos ignorar las presiones nacionales e internacionales frente al anunciado “cambio del modelo neoliberal”.
 
AL MARGEN
 
LA IMPUNIDAD es un incentivo para los crímenes y la violencia. El martes por la noche fue asesinada la periodista Norma Sarabia en Huimanguillo, Tabasco. Se sabe que había denunciado amenazas. La captura de los autores materiales e intelectuales no debe tardar. Apenas hace unos días, el activista ambiental José Luis Álvarez Flores fue muerto por criminales en Emiliano Zapata. Hay una evidente vulnerabilidad frente a la violencia, pero también una osadía de los atacantes. Las investigaciones deben ser oportunas y transparentes para frenar esta oleada criminal. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar