Escala Crítica/Columna diaria
* Trabajo de AMLO, asimetrías del gabinete; redoblar esfuerzos
* Rudos y técnicos, Morena en el Congreso: eficacia y diferencias
* Reloj político: ambiciones y responsabilidades, nuevos desafíos
Víctor Manuel Sámano Labastida
EN ESTOS días el gabinete de la Cuarta Transformación y quienes tienen diversos “encargos” recibieron instrucciones para elaborar un recuento de sus acciones en los primeros seis meses desde que asumió como presidente Andrés Manuel López Obrador. Y también desde la perspectiva de cumplirse un año del triunfo electoral. La realidad y las presiones arbitrarias de Donald Trump, han cambiado algunos planes pero no el objetivo final.
También, por supuesto, deben entregar cuentas los llamados “super delegados” en quienes descansa la supervisión nacional de las acciones instruidas por AMLO. Un balance propio harán los gobernadores morenistas.
Al anunciar la ratificación del Tratado Económico México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) en el Congreso, López Obrador se refirió a las tareas que ocupan a su gobierno: “se están impulsando actividades productivas, creando empleos, fortaleciendo el mercado interno y hay una política para el bienestar de la gente como nunca se había visto. Este complemento hace viable que se pueda mantener el Tratado de Libre Comercio. Esto transmite confianza a inversionistas nacionales y extranjeros”. La declaración (junio 21) se suma a otros anuncios que en el ámbito económico buscan crecimiento, como el acuerdo Gobierno-Consejo Mexicano de Negocios para invertir 32 mil millones de dólares. AMLO trabaja 7 días a la semana y sabe que un punto central de su Proyecto de Nación pasa por el crecimiento económico. Sobre la meta de 4% anual, AMLO ajustó expectativas: “habrá crecimiento, aunque poco”. Las diferentes mediciones muestran proyecciones entre 1.8 y 2.2%, dificultad añadida a las tareas de la 4T.
Falta, sin embargo, un trabajo coordinado de funcionarios del gabinete federal frente a la realidad conflictiva, a casi 7 meses del estreno sexenal. Abordemos este punto a partir de una premisa: aunque el Presidente pide hacer 12 años en 6, existen ritmos distintos de trabajo en el gabinete, lo mismo que distancias políticas asimétricas con AMLO. No todos marchan al mismo ritmo.
INMOVILISMO Y DESMANTELAMIENTO
EL INMOVILISMO define vocación burocrática continuista y vocación política saboteadora. Con presupuesto recortado en dos ocasiones, el inmovilismo aparece como estrategia fatal: “lo sentimos, no hay recursos”. El inmovilismo del gabinete acaba de asestarle un golpe severo a dos programas atractivos, borrados de un plumazo: el Promoción para el Turismo y el de Jóvenes Emprendedores Fabricando el Futuro.
Como actividad económica captadora de divisas, el turismo ocupa el tercer lugar, debajo de Pemex y las remesas de dólares que envían mexicanos desde Estados Unidos. Es cierto que los paquetes de publicidad del turismo ameritan revisiones cuidadosas, pero no se puede eliminar un programa de promoción turística sin sustituto a la mano. El inmovilismo que colinda con el desmantelamiento.
El programa para jóvenes emprendedores se trataba de una beca trabajo con aplicaciones diversas en el mundo digital. No era dinero entregado para estudiar, como sucede en con jóvenes que cursan el bachillerato, sino dinero para proyectos de inserción en el mercado laboral, con jóvenes universitarios que tienen ideas productivas en la cabeza y no las podían materializar por falta de recursos. Ahora, de nuevo al limbo; el machete en lugar del bisturí. Se dispara al pie de la política presidencial de apoyo a los jóvenes, principal reserva cultural de la nación.
Hay secretarías que sobrellevan el inmovilismo estoicamente, aduciendo que se sujetan a los recursos existentes. No desmantelan, pero las acciones remediales brillan por su ausencia. Salvo Pemex y la Secretaría de Energía, en otras áreas del gobierno faltan dinámicas que combatan la austeridad con creatividad. AMLO habla de vocación de servicio; tendrá que buscarla con lupa y empujarla más que con el ejemplo.
EFICACIA MORENISTA DEL CONGRESO
COMO extensión del proyecto de nación de la 4T, el Congreso muestra eficacia en forma de resultados. Han aprobado la nueva reforma educativa, la guardia nacional, el funcionamiento de la fiscalía general de la república, los topes a sueldos de servidores públicos, cambios en las políticas energéticas, entre otros aspectos estratégicos. Van encaminadas, también, la consulta ciudadana y la reforma electoral, mientras que la reforma hacendaria y la reestructuración de la reforma energética esperan turno.
El equipo de Morena es variopinto en trayectorias políticas. Mario Delgado, Pablo Gómez, Gerardo Fernández Noroña, Félix Salgado Macedonio, Porfirio Muñoz Ledo, Dolores Padierna y Tatiana Clouthier, en la cámara de diputados trabajan bien, incluso con diferencias ideológicas visibles.
Morena en el senado se mueve con las coordenadas de Ricardo Monreal, quien no por futurologías que lo arropan deja de ser pragmático. Perdió la apuesta política de Puebla al interior de Morena; el polémico Miguel Barbosa se impuso y es gobernador. Fue pelea indirecta que declinó. Monreal sabe de tiempos políticos. El T-MEC, ya mencionado, pasó sin problemas; esto abona a la figura política de Monreal.
El gabinete de la 4T tiene un reto mayúsculo: arropar la habilidad comunicativa y el sentido simbólico que sustentan a AMLO Presidente. Para ello, debe elegir entre ambiciones y responsabilidad, entre resultados y futurología. Las convicciones están a prueba. (
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