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Home Escala Crítica Pemex y su nuevo Plan de Negocios: remontar intereses y circunstancias

Pemex y su nuevo Plan de Negocios: remontar intereses y circunstancias

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 Escala Crítica/Columna diaria

 
*Octavio Romero, en una de las tareas más compleja de la 4T
*Tres años para recuperar a la petrolera, después los beneficios
*La meta es obtener más de 2 millones de barriles diarios en 2024
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA APUESTA es muy alta, los objetivos parecen inalcanzables. Es el estilo de Andrés Manuel López Obrador ahora aplicado a Pemex: pretende lograr en tres años un giro total a la empresa petrolera, que pase de ser apoyada con todo por la Federación en esta primera etapa, para que a partir del 2022 sea Pemex la que se convierta en una palanca para el desarrollo soberano del país. Así lo adelantó AMLO en su toma de posesión como Presidente y lo ratificó el titular de la ex paraestatal Octavio Romero Oropeza.
Se trata de una batalla contra los intereses y contra las circunstancias.Por un lado los consorcios internacionales –que son tan poderosos que se apropiaron de la Presidencia de Estados Unidos con los Bush y financiaron la invasión a Irak- buscarán a todo costa impedir que se les vaya el negocio petrolero en México, y por otro las condiciones en las que hay una baja en los precios, una caída en la extracción y una disminución de las reservas junto a la elevación del costo por barril. 
Es cierto que la corrupción elevó los costos unitarios promedio de extracción, pero también ocurre por la sobreexplotación que lleva al agotamiento de los yacimientos. 
 
FORTALECIMIENTO FINANCIERO
 
EL TITULAR de Pemex presentó hace unos días el Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos, centrado en tres objetivos prioritarios (aunque no únicos): atender la elevada carga fiscal heredada por la empresa –llegó a representar la mitad de los recursos para el presupuesto nacional-, resolver los costos de la deuda en la que dejaron sumergido al sector convirtiendo a Pemex en la empresa más endeudada del mundo, y elevar los montos de inversión que en los años recientes fueron en picada. Es, como bien dijo Romero Oropeza, un “círculo vicioso” que secuestró a Pemex necesario de romper.  Y es cuesta arriba en una carrera contra el tiempo medido en sexenios.
De inmediato hubo reacciones negativas al citado Plan en las llamadas calificadoras, en los sectores “conservadores” ubicados como tales por la administración actual y entre la enorme cauda de intereses afectados por este cambio de ruta: de la acelerada privatización de la industria de los hidrocarburos con la Reforma Energética del 2014 a una propuesta recuperación de la rectoría del Estado en la materia. Hubo, por supuesto, respuestas positivas.
A reserva de reseñar unas y otras –las observaciones en contra y a favor-, repasemos primero el Plan presentado por Octavio Romero y avalado por López Obrador, así como por el Consejo de Administración de Pemex donde participan representantes de las secretarías de Hacienda, Economía, Energía, Medio Ambiente y Recursos Naturales y de la Comisión Federal de Electricidad. A la sesión que aprobó el programa de trabajo e inversiones 2019-2023 acudieron los consejeros independientes José Eduardo Beltrán Hernández y Juan José Paullada Figueroa quienes también dieron su voto favorable a las acciones que pretenden la recuperación de la empresa productiva del Estado.
 
REVIVIR A LA EX PARAESTATAL
 
CONTRARIO a lo sucedido desde el 2016 cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto inició una serie de recortes presupuestales que por tres años consecutivos afectaron a Pemex, desde la llegada de López Obrador al poder se inició una inyección de recursos así como medidas para frenar la crisis financiera en la ex paraestatal. Así, entre 2019 y 2022, dijo Romero Oropeza, el gobierno federal aportará al capital de la empresa unos 141 mil millones de pesos: 66 mil millones este año, 38 mil millones el siguiente y 37 mil millones en el tercer año.
Para enfrentar la debilidad financiera de la empresa, el Plan de Pemex refiere que durante dos años se reducirá la tasa del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC), que actualmente es de 65 por ciento: en 2020 buscan bajarla a 58 por ciento, y en 2021 a 54 por ciento. De esta manera, se prevé una disminución de la carga fiscal para la petrolera nacional de hasta 128 mil millones de pesos al 2021.
A finales del mes pasado, el gobierno federal firmó un macro acuerdo para refinanciar la deuda de Pemex con 23 bancos por un total de 8 mil millones de dólares en lo que fue calificado por el propio López Obrador como “la operación de este tipo más importante en la historia de México”. Un dato curioso y como referencia: esta cantidad es equivalente al costo calculado de la refinería que se construirá en Paraíso, Tabasco.
El respaldo total a la petrolera fundada a raíz de la expropiación cardenista en 1938 tiene como objetivo fundamental en términos numéricos que a finales de este año la extracción diaria de crudo llegue a un millón 823 mil barriles; al finalizar el sexenio, en 2024 se propone un volumen de extracción de 2 millones 697 mil barriles diarios.
Llegar a una cuota superior a los 2 millones 500 mil barriles va a requerir una gran capacidad de organización y trabajo, también de mejoras tecnológicas. Para que se tenga una idea de la tarea que implica recordemos que durante la administración de Peña Nieto los volúmenes de extracción sufrieron una caída tal que se ubicaron por debajo de la barrera de los 2 millones de barriles por día. n plan que debe resultar, porque es la base del despegue.
 
AL MARGEN
 
INVERTIR en extraer petróleo puede resultar en beneficios a corto plazo. Hay un debate interno en Pemex sobre el destino del financiamiento, porque no existe mucha tela de dónde cortar. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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