Escala Crítica/Columna diaria
*El poder económico está repartido y atrincherado, advierte
*Insiste en que hace falta mayor acompañamiento para AMLO
*La Universidad Nacional de Medicina, ¿en la Cd de México?
Víctor M. Sámano Labastida
MORENA ganó las elecciones, pero aún no ha ganado el poder. No es un juego de palabras. Mencionamos tal diferencia a propósito de aquellas votaciones en las que el movimiento de López Obrador obtuvo mayoría en Tabasco en 2012; los hechos posteriores mostraron lo frágil que puede ser un triunfo en las urnas. Esta diferencia entre ganar las elecciones y lograr el poder es un tema sobre el que ha insistido en fechas recientes el senador Ricardo Monreal Ávila.
Lo dijo en su reciente visita a Tabasco para acompañar al también senador Ovidio Peralta en su informe de labores. “Ganamos la elección, ganamos el gobierno, pero aún no ganamos el poder”, reiteró. Antes lo había explicado ampliamente en la presentación en Acapulco, Guerrero, del libro “Reforma al Sistema Financiero Mexicano. Una Visión de Futuro”, el 22 de julio.
Expresó entonces: “El primero de julio del 2018 ganamos la elección y ganamos el gobierno, pero no ganamos el poder. Fíjense ustedes qué profundo es eso: se ganó el gobierno, pero no hemos ganado el poder, porque el poder está diseminado, repartido fundamentalmente en el poder económico, que es el poder real”. Es un tema, abundó, que ya lo comentó en esos términos con López Obrador.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, reiteró su llamado para acompañar a AMLO en su lucha por separar el poder político del poder económico en México. Expuso también en Acapulco otro diagnóstico que incomodó a más de uno: “Es un momento complicado porque, lo he dicho, el acompañamiento del gabinete no está a la altura del Presidente. Sé que no les gusta, no les gusta, pero no están a la altura. Los colaboradores van a la saga, a algunos nada más los revolcaron y van mal, mal”. Se reservó los nombres, aunque ya había renunciado el responsable de los asuntos financieros, Carlos Urzúa.
Si llevamos el argumento de Monreal Ávila al extremo se diría entonces que Morena ganó la Presidencia, pero le falta ganar el gobierno y el poder. Dijo Monreal en Guerrero: “Pero yo tengo mucha confianza, el Presidente va de prisa, no descansa, tiene una dinámica impresionante, impresionante. Todos creían que los primeros cien días se iba a cansar, y no, no se cansa”. Aunque no basta la energía de AMLO.
Lo dicho por el zacatecano recuerda la afirmación de Porfirio Muñoz Ledo en el sentido de que un cambio de régimen requiere de por los menos 18 años; claro, los tiempos ahora también son distintos y vertiginosos.
MÉDICOS Y MEDICINAS
EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador está decidido a darle un impulso espectacular a la medicina pública. Por lo menos esto se desprende de sus recientes declaraciones en relación al déficit de médicos y enfermeras; así como por su decisión de crear el Instituto de la Salud para el Bienestar. Quien le tomó la palabra de inmediato fue Claudia Sheinbaun, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, que propuso la Universidad Nacional de Medicina. AMLO avaló la iniciativa y adelantó que esa institución estará bajo la administración capitalina.
Hace aproximadamente un mes, el mandatario federal anunció que buscaría acuerdos con las universidades y escuelas de medicina en todo el país para la ampliación de la matrícula en la formación de galenos. Sería, dijo entonces en Michoacán, una propuesta respaldada con recursos pero “muy dirigida” al incremento de estudiantes en áreas de la salud.
Esta semana que concluye señaló: “Necesitamos con urgencia formar médicos y especialistas”. La opción anunciada es una “universidad especial” con sede en la Ciudad de México. Sin duda que esta iniciativa debe ser complementada por una red que aproveche la presencia, influencia y calidad que ya tienen la UNAM y el Politécnico, que cuentan con campus desconcentrados, al igual que las instituciones de educación pública distribuidas en todo el país. Otro tanto habrá de suceder con las diversas instalaciones que tiene la Secretaría de Salud –en proceso de refederalización-, en toda la República.
APRETARSE EL CINTURÓN
TABASCO se colocó a la cabeza del recorte a la mitad de los recursos destinados a los partidos políticos. Una reforma aprobada por el Congreso local en octubre de 2018, a iniciativa del gobernador Adán Augusto López, redujo en la mitad el financiamiento a estas organizaciones; al tiempo que se aplicó también aprobaron una rebaja oficial de sus “dietas” (pagos quincenales), así como la eliminación de diversos apoyos.
El tema cobró actualidad ahora que el presidente López Obrador convocó a los dirigentes de los siete partidos políticos con registro a devolver el 50 por ciento del financiamiento público aprobado por la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE para 2020 y que asciende a un total de 5 mil 239 millones mil 651 pesos. Mientras los líderes del PAN, PRI y PRD, rechazaron la medida, en el CEN de Morena está la propuesta de reintegrar hasta un 75 por ciento de lo autorizado para el año próximo.
AL MARGEN
UNA PERLA de Ricardo Monreal quien tras señalar que “no se vale que gente surgida de Morena le falle al país”, recordó su pasado en el PRI partido al que renunció en 1998: “El pecado no es haber sido priista, sino seguir siendo priista”, comentó entre bromas y veras. Claro, se refería a quienes militaron en el PRI y ahora ya no están en ese partido; los que se quedaron sus razones tendrán…y mañana votarán. (
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