Escala Crítica/Columna diaria
*Reconoce el titular de la SHyCP un reducido margen de maniobra
*Un modelo alternativo: ¿isla en el Océano de la globalización?
*Mejorar el salario mínimo; adiós a los topes salariales de abajo
Víctor M. Sámano Labastida
AUSTERIDAD, mucha disciplina fiscal y financiera, pero objetivos sociales y económicos ambiciosos. Así se podría definir en términos generales lo que el gobierno federal colocó sobre la mesa en la discusión del paquete económico para el 2020. Habrá un escaso margen de maniobra, adelantó el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ante los diputados federales. Existe –dijo- “el compromiso para apuntalar la política económica y dar certidumbre al país en esta materia.”
Difícil tarea para Herrera Gutiérrez, quien estará en el centro del cuarto de maniobras para llevar a buen puerto una de las rutas más complejas de un gobierno que se comprometió a desmantelar el modelo neoliberal y aplicar una política para el bienestar.
Se cita con frecuencia una frase atribuida a Napoleón Bonaparte: “para ganar la guerra se necesitan tres cosas: dinero, dinero y más dinero”. La batalla que enfrenta el nuevo gobierno –nuevo aunque lleve nueve meses-, requiere producción, producción y más producción. Aunque no sólo en el sentido económico, sino en el de despertar o hacer realidad la energía social del cambio.
BAJO EL FUEGO CRUZADO
AUNQUE esté planteada la cancelación en México del modelo neoliberal, el titular de Hacienda explicó a los diputados que en el Paquete Económico se toman en cuenta los escenarios globales que repercuten en la estabilidad económica del país. Así, por ejemplo, refirió las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, con su carga de incertidumbre financiera. Aquí podríamos añadir la propia experiencia mexicana frente a Donald Trump, cuya amenaza de aplicar aranceles arbitrarios sacudió la economía mexicana y obligó a decisiones políticas no previstas.
Clocado en el fuego cruzado de la nueva vía mexicana y la crisis del modelo depredador en el planeta, Herrera Gutiérrez reconoce que es necesario activar la economía y detonar la inversión pública. Por esta razón a finales de julio se anunció una asignación de hasta 485 mil millones de pesos para impulsar la creación de infraestructura, inversión física y apoyo al gasto de consumo de los hogares.
Otra decisión de Hacienda fue arrancar en 2019 de los procesos de adquisiciones de bienes y servicios que consumirá el gobierno federal en el ejercicio fiscal 2020. Aseguró que se está robusteciendo la capacidad de respuesta del aparato productivo nacional. ¿Cómo lo perciben los empresarios? ¿Hay una reactivación? Existen, sin duda, diversas apreciaciones.
Pero lo que importa por ahora es subrayar el desafío que tiene el gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales, para mejorar su captación de recursos. De acuerdo a los datos proporcionados por Herrera a los diputados, el gobierno espera recaudar 6 billones de pesos, pero apenas el 18 por ciento –que incluye salarios, pago de servicios y programas sociales- estará a su disposición. El resto ya está comprometido.
Un tema que no se debe perder de vista es el cálculo que hizo el titular de Hacienda. Dijo que por cada punto porcentual que disminuya el PIB en México, los ingresos federales caen en 34 mil millones de pesos por una menor recaudación.
MEJOR INGRESO, MEJOR CONSUMO
COMO parte de la implantación del nuevo modelo económico ofrecido por Andrés Manuel López Obrador, está en revisión un posible nuevo incremento extraordinario a los salarios mínimos. En diciembre de 2018, a tres semanas de haber asumido el poder, el nuevo gobierno anunció un incremento del 16 por ciento en la percepción oficial más baja de los trabajadores; con esta medida se terminó la época de los topes salariales implantada por Miguel de la Madrid, a principios de los años ochenta.
Al mismo tiempo, y en sentido contrario a la tendencia imperante, AMLO impulsó una serie de medidas y reformas legales para colocar topes reales a los ingresos de los funcionarios públicos. Esto es, aumentar abajo y disminuir arriba. Para el propio mandatario federal esto no es suficiente y habrá más ajustes.
Recordemos que cuando AMLO anunció un acuerdo para el aumento en 16 por ciento a los mínimos en todo el país (102 pesos diarios), también informó de un incremento de casi el 100 por ciento en los salarios mínimos en la frontera norte (176 pesos diarios).
De acuerdo a los datos que ayer expuso el Presidente, en México el poder adquisitivo del ingreso del trabajador se desplomó en 75 por ciento durante los últimos 36 años. Esto es que actualmente se estaría comprando sólo una cuarta parte de lo que se adquiría a principios de los ochenta.
Le comentaba en una de mis anteriores colaboraciones que AMLO se propone poner de cabeza la pirámide de la economía. Dejar atrás la vieja y fallida idea de que se hay recursos en la punta de la pirámide los beneficios fluirán de manera natural hacia abajo; ahora se propone que el crecimiento de abajo impulse o sostenga el de arriba. De ahí podemos interpretar la política de becas, créditos y programas productivos pagados por el gobierno en la base; así como el incremento en los salarios mínimos.
Un grupo de empresarios expresó su preocupación por que considera que una mayor carga salarial provocará cierre de empresas, despido de personal y cancelación de contrataciones.
AL MARGEN
HABRÁ elección de consejeros en Morena y después se decidirá si los aspirantes a la dirigencia aceptan la encuesta. (vmsamano@hotmail)
