Escala Crítica/Columna diaria
*Insiste AMLO: gobierno, manos fuera de los procesos partidistas
*Octubre y noviembre, prueba definitoria para el partido en el poder
*Luján y Polevnsky dejarán sus cargos en Morena…para ir a elección
Víctor M. Sámano Labastida
MORENA es la coalición de grupos, corrientes, líderes y ciudadanos sin partido que tiene la Presidencia de la República, la mayoría en las cámaras de Senadores y Diputados, en por lo menos 19 congresos locales, cuenta con siete gubernaturas y un número creciente de presidencias municipales que –por lógica- se van alineando al poder federal. Esta coalición enfrenta en octubre y noviembre su primera gran prueba para ser realmente un partido: la elección de su dirigencia nacional.
El presidente López Obrador, fundador del Movimiento de Regeneración Nacional que dio vida a Morena, ha pedido en público y en privado que dirigentes y simpatizantes de esta organización se comporten a la altura de lo que esperan los ciudadanos.
Ayer volvió sobre el tema en su conferencia matutina. Comentó: habrá “elecciones en Morena, es muy claro que se trata de un asunto que tienen que resolver militantes y dirigentes de Morena, que no debe haber injerencia del gobierno”. Nosotros enfrentamos durante muchos años esa intromisión, señaló.
ADVERTENCIA SEVERA
AL ABORDAR por propia iniciativa el tema de las elecciones de Morena que iniciarán con las asambleas distritales entre el 12 y el 27 de octubre, el presidente López Obrador sentenció: “Aquí aprovecho para decir que el servidor público que intervenga en los procesos internos de los partidos y en particular en el proceso de renovación de la dirección en Morena va a ser despedido del gobierno”.
Pero no sólo es, añadió que pediría a la procuraduría electoral “que intervenga para que sea juzgado el servidor público que participe en favor de candidatos utilizando recursos del gobierno. El que quiera hacer trabajo, vida partidista, está en libertad; pero la función del gobierno es otra, completamente distinta”.
Como bien lo dijo, no será suficiente el exhorto –porque ya lo ha hecho otras veces y los grupos en pugna denuncian públicamente presuntas intervenciones-, por lo que enviará una carta a todos los servidores públicos del gobierno federal expresando lo mismo. Seguramente esto buscará que se replique en los estados donde Morena es gobierno, que son siete: Ciudad de México, Puebla, Baja California, Morelos, Veracruz, Chiapas y Tabasco. Y, por qué no, en los poco más de 200 municipios por ahora bajo su jurisdicción.
No será fácil. Lo que estará en disputa entre octubre y noviembre no son solo las carteras en la dirigencia nacional y las dirigencias estatales, sino la posibilidad de influir en el reparto de las candidaturas para las votaciones intermedias del 2021. Un paso hacia la disputa mayor, que en los medios se observa muy adelantada: la sucesión de López Obrador; ocurre esto por más se insista en que el objetivo central es el cambio de régimen.
ELECCIONES CON ENCUESTA
EL DOMINGO reciente, los consejeros nacionales de Morena participaron en una “reunión informativa”, que tuvo como temas las próximas asambleas distritales, estatales y municipales para elegir consejeros; así como el probable método de selección de sus futuros dirigentes y la publicación del padrón de militantes con derecho a votar y ser votados (quienes se hayan inscrito a más tardar en noviembre de 2017).
Según explicaron los participantes y los voceros de la reunión Leonel Godoy y Héctor Díaz Polanco, en la reunión acordaron sujetarse a la resolución de la Comisión de Honor y Justicia para que se cumpla la convocatoria para la realización de las asambleas; será posterior a esta votación que se defina si los consejeros eligen a la nueva dirigencia o se realiza una encuesta. O una combinación de los dos métodos.
El acuerdo es que aún no hay acuerdos.
Hasta la fecha, Bertha Luján, quien preside el Consejo Político Nacional de Morena y aspira a la dirigencia, es proclive a la votación de los consejeros; por su parte, Mario Delgado, coordinador de los diputados de ese partido y también precandidato, hace campaña por la encuesta. La otra aspirante, Yeidckol Polevnsky, encargada de la dirigencia, prefiere la encuesta. Un cuarto corredor en esta disputa, Alejandro Rojas –suplente de Ricardo Monreal en el Senado-, también se inclina por la encuesta, aunque se puede anticipar que terminará llevando esta elección a los tribunales.
Tanto Luján como Polevnsky, anunciaron que dejarán sus actuales cargos poco antes de las asambleas de sus distritos, debido a que los estatutos de Morena así lo ordenan, aunque permiten que sigan despachando hasta el momento de inscribirse oficialmente; lo propio tendrá que hacer Mario Delgado, aunque éste argumenta que sus funciones en el legislativo no son obstáculo para competir. Rojas es senador suplente, pero no ejerce.
Esta contienda no esté exenta de conflictos, debates y confusiones. Las diferencias son normales en un partido, siempre y cuando no lleven a la ruptura.
AL MARGEN
SE CONFIRMÓ que Bertha Luján, quien preside el Consejo Político de Morena estará en Villahermosa este sábado para una “asamblea informativa” en la que hablará de “Retos y perspectivas del partido/movimiento”. Sus adversarios la acusan de campaña anticipada; ella sostiene que “estos actos políticos los hemos realizado siempre”. Desde que Delgado, Luján, Polevnsky y Rojas anunciaron su interés por la jefatura de Morena, sólo el primero ha estado en Tabasco en una reunión de legisladores y mantiene una intensa cruzada en redes virtuales. (
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