Escala Crítica/Columna diaria
*Revisión autocrítica: precipitada, falta de planeación, descoordinada
*Voces: un delincuente cae tarde temprano, las vidas no se recuperan
*Este sábado, militantes de Morena eligen a 60 consejeros distritales
Víctor M. Sámano Labastida
LOS SUCESOS de Culiacán, Sinaloa, donde un grupo de civiles fuertemente armados retó abiertamente al poder del Estado, marcó una clara diferencia entre las acciones realizadas en los gobiernos precedentes –cuando no importaban los “efectos colaterales” de víctimas entre los civiles- y una administración que antepone la seguridad de la población cercana a los operativos. Hubo fallas de origen, sin duda; una investigación profunda es necesaria para determinar la naturaleza de tales yerros.
Esto es lo que opinan especialistas como Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Columbia. “Cualquier militar del planeta te diría que no vale la pena masacrar a todos los efectivos que estaban acompañando, que son gente valiente, gente que se está jugando la vida con tal de capturar a un mafioso”, señaló en entrevista para Aristegui en Vivo. Mucho menos, subrayó, se debe poner en riesgo a la población.
La decisión de evitar una masacre fue asumida por el propio presidente López Obrador. Como era de esperarse, los opositores a AMLO aprovecharon inclusive para reclamar su renuncia; gobernadores de origen diverso –Javier Corral, del PAN; Alejandro Murat, del PRI, Cuitláhuac García y Adán Augusto López, de Morena- expresaron su respaldo al mandatario federal. El gobernador de Sinaloa es el priista Quirino Ordaz, quien despacha desde el uno de enero de 2017.
REVISIÓN AUTOCRÍTICA
UNA ACCIÓN precipitada, es como definió el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, la fallida captura de Ovidio Guzmán López, presunto narcotraficante y sobre quien pesa una solicitud de extradición del gobierno de Estados Unidos. El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que fue una “decisión colegiada” retirar a las fuerzas que tenían copado al hijo de Joaquin Guzmán (El Chapo), porque la reacción de los delincuentes fue “muy violenta y se ponía en riesgo la vida de mucha gente”.
Es de reconocerse la claridad con la que resumió el general Crescencio Sandoval lo sucedido: el grupo responsable de cumplir la orden de captura “actuó de manera precipitada, con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, omitiendo, además, obtener el consenso de sus mandos superiores”.
Abundó: “Una vez que nos trasladamos a esta ciudad (Culiacán, Sinaloa) conocimos los detalles de la situación que se presentó. Los motivos que la generaron no fue circunstancial, sino de una acción directa para la captura de un presunto delincuente al contar con una orden de aprehensión provisional con fines de extradición emitida por un juez federal”. La corrección de la versión primera es importante: no fue un encuentro casual de una patrulla, sino el cumplimiento de una orden de aprehensión…sin la orden de cateo.
La información oficial indica que los encargados de la fallida captura fueron unos 35 elementos incorporados a la Policía Ministerial Militar y la división antidrogas de la extinta Policía Federal, hoy Guardia Nacional. Hay, por supuesto, responsables en diversos niveles de la cadena de mando. En este sentido habrá que esperar decisiones de fondo.
La orden de captura seguramente se hará efectiva, aunque en adelante tendrá que actuarse con la precisión que arrojan los datos de la respuesta delictiva.
Colocado ante una situación real y no hipotética, el presidente López Obrador tomó la decisión correcta para evitar que una acción de sus subordinados colocara al país en una circunstancia de imprevisibles consecuencias. Las imágenes son contundentes: decenas de civiles, entre ellos mujeres y niños, atrapados en la zona de fuego.
Como bien dijo Buscaglia, en todo operativo de captura se debe improvisar, pero no se pueden ignorar errores de ejecución que habrá de corregir, admitidos ya por los mandos castrenses: falta de un perímetro de seguridad, ausencia de apoyo aéreo, carencia de un esquema de bloqueos de dispositivos de comunicación, y –por supuesto- una fuerza de apoyo militar disuasiva. ¿Y el gobierno de Sinaloa?
CALMA, REPORTAN
HOY se realizarán las asambleas distritales de Morena en Tabasco para elegir a los consejeros que participarán en el Congreso Nacional para elegir a su dirigencia nacional en noviembre, según la convocatoria. Las sedes serán Centro, Comalcalco, Paraíso, Macuspana y Cárdenas. Mientras eso sucede, la presidente interina de Morena, Yeidckol Polevnski, insiste en que sean suspendidas las elecciones (o más bien se anulen).
Según los datos de la también aspirante a la presidencia morenista, en 25 por ciento de los de los 122 distritos en los que ya hubo asambleas electivas ocurrieron actos de violencia o donde no se pudieron realizar las votaciones. Reiteró que la Comisión de Honestidad y Justicia decrete como medida cautelar la suspensión. De hecho la posición de Polevnski ha sido posponer las elecciones y seleccionar a la nueva dirigencia mediante encuestas.
El encargado de la secretaría de Organización, Leonel Godoy, confió en que los afiliados mantendrán “principios éticos y actitudes fraternales en el ejercicio cívico en curso”, aunque también reconoció el retraso en la elaboración de la lista de las sedes de las próximas asambleas distritales. También han enfrentado obstáculos con el padrón disponible. Se prevén impugnaciones. La interrogante reside en el nivel de participación: ¿será mayoritaria, habrá abstención? (
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