www.ventanasur.com

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Home Escala Crítica Salario mínimo suficiente y canasta básica, los pilares de una economía de bienestar

Salario mínimo suficiente y canasta básica, los pilares de una economía de bienestar

E-mail Imprimir PDF

 Escala Crítica/Columna diaria

*Por lo menos once millones reportan ingreso equivalente al SMN
*Poder adquisitivo cae 80 por ciento en 30 años; afecta alimentación
*Concentración de la riqueza contra topes salariales, perverso sistema
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EN MÉXICO unos once millones de trabajadores obtienen un salario mínimo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para el tercer trimestre del año. Se contabiliza en esta cifra a quienes tienen empleos formales e informales. Las cifras oficiales indican que en Tabasco la población ocupada es de un millón 3 mil 355 y más de la mitad obtienen cuando mucho dos salarios mínimos. Una evidente precariedad salarial; no es, por cierto, un ingreso permanente porque la informalidad supera el 60 por ciento.
Contra ese rezago el gobierno actual se propuso incrementar los salarios  mínimos elevando la capacidad adquisitiva y moderando el incremento de la canasta básica. Es un proceso por etapas si consideramos que existe un notable rezago y evidentes limitaciones financieras. Será contraproducente señalan sus críticos, pero las medidas aplicadas en el pasado reciente sólo ahondaron la desigualdad.
Los datos de las condiciones de la mayoría de los mexicanos son abrumadores. 
 
EN EL TOBOGÁN NEOLIBERAL
 
EL CENTRO de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía (UNAM), reportó en enero de 2018 que la Canasta Alimenticia Recomendable aumentó su costo de tal forma que en 1987 un trabajador requería cuatro horas de trabajo para adquirir lo básico, en cambio en 2017 necesitaba invertir 24 horas de labor. En términos generales, durante los últimos 30 años del llamado periodo neoliberal hubo una pérdida acumulada del poder adquisitivo por hasta un 80 por ciento.
El encarecimiento va a la par con el empobrecimiento. De tal manera que no equivocaron los investigadores de la UNAM en titular a su estudio: “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora; los aumentos salariales que nacieron muertos”.
Ahora se trata de revertir esa situación, dice Luisa María Alcalde,  secretaria del Trabajo. ¿Se podrá en seis años recuperar lo que se perdió en 30?
El salario mínimo para los trabajadores en 2018 fue de 88 pesos diarios, un incremento de sólo el 4 % con respecto al año anterior. Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia este ingreso básico obligatorio pasó a 102.69 pesos al día (un aumento del 16%) y en el 2020 crecerá a 123.22 pesos (20%). Esto quiere decir que mensualmente un salariado deberá recibir como mínimo 3 mil 746 pesos al mes. En la zona libre de la frontera norte, será de 5 mil 641 pesos mensuales. Indicaron los reportes gubernamentales que estamos ante el mayor incremento logrado en 40 años.
 
CONSUMO, DEMANDA, INVERSIÓN
 
MIENTRAS algunos segmentos patronales advierten sobre el riesgo de que los aumentos disparen la inflación, otros representantes de la iniciativa privada como Carlos Salazar, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), asegura que el objetivo es que los trabajadores se ubiquen en una “línea del bienestar familiar”. Esto sería cuando el salario mínimo sea de 6 mil 500 pesos al mes (216.60 pesos diarios). Desde esta perspectiva, en lugar de ser nocivo el aumento permitiría estimular el consumo, mejorar la demanda y, por lo tanto, impulsar la inversión.
Un criterio totalmente distinto de cuando en 1983, con la llegada de Miguel de la Madrid a la Presidencia, se establecieron los topes salariales y una política regresiva contra el trabajador. En las discusiones del gabinete económico de AMLO se insiste en un mecanismo gradual de recuperación del poder adquisitivo para no afectar as fuentes de trabajo y a las empresas. Dijo el Presidente: “Ojalá recuperemos lo que se perdió, sin ocasionar desequilibrios, sin que se produzca inflación, de manera concertada”. 
No se trata, por supuesto, sólo de buenos deseos y mejores intenciones, tendrá que haber un acompañamiento del poder gubernamental. Resulta interesante observar cómo una buena parte de la cúpula empresarial ya comienza a retomar el discurso de la responsabilidad social: mejores salarios y mejor productividad. Mientras, en la agenda presidencial está fortalecer el mercado interno en una situación altamente compleja que requiere una intensa movilización social.
La pobreza de ingresos se refleja especialmente en la calidad del consumo alimenticio. La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, documentó que México tiene una de las peores dietas y hábitos alimenticios en el mundo. Ocupa el primer lugar en obesidad y sobrepeso con 32% de la población. Aunque datos de la OCDE difieren levemente, pero de todas formas nos ponen a la cabeza junto a Estados Unidos.
Mejorar el salario debe reflejarse en una mejor calidad de vida. Aunque el complemento es la educación.
 
AL MARGEN
 
EN MATERIA de combate a la delincuencia y por la seguridad pública no deben existir partidarismos ni intereses grupales. Sería absurdo intentar combatir a la llamada delincuencia organizada con gobiernos desorganizados. Ayer el secretario federal del ramo, Alfonso Durazo Montaño, dijo a los gobernadores estatales que contra la violencia y la inseguridad “o le atoramos juntos o fracasamos por separado”.
Aunque se entiende el sentido del exhorto, queda claro que no puede haber margen para el fracaso porque el daño sería para todos. Apenas la víspera se dio a conocer el informe “Quién es quién en materia de seguridad local”, que molestó a algunos mandatarios. Por lo pronto, si bien no variará la estrategia federal sí tendrá que venir un apretón de tuercas a la maquinaria policial. No todo son abrazos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar