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Home Escala Crítica Caso García Luna, seguridad pública y corrupción; revisar bajo la alfombra

Caso García Luna, seguridad pública y corrupción; revisar bajo la alfombra

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 Escala Crítica/Columna diaria

* Realidad avala el discurso: la corrupción, mal principal                
* Juicio a GGL: México en la agenda, con año electoral en EEUU  
* Un golpe estratégico, pero que también obliga a revisar métodos
 
Víctor Manuel Sámano Labastida
 
HAY NAVIDADES y asuetos decembrinos totalmente diferentes para algunos. Tabasco todavía recuerda los días de paros, bloques y desalojos de hace un año; este fin de 2019 una calma chicha sólo es interrumpida por la quema de cohetes y una que otra queja en voz baja. A personajes como Genaro García Luna la vida les ha dado un vuelco nunca imaginado. El nerviosismo no dejó festejar a quienes se esconden bajo la alfombra.
La detención de García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) y director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) con Vicente Fox (2001-2006), confirma el diagnóstico del presidente López Obrador sobre la corrupción como problema principal de México. Se mira una victoria ética y fáctica de AMLO –un golpe estratégico-, que ve afianzada su narrativa anticorrupción.  
Que la captura la ordenara el gobierno estadounidense abre otros frentes, pero es también triunfo político del régimen de la  4T, con damnificados distinguidos: dos expresidentes, por impunidad y fallidas políticas de seguridad. La corrupción hecha en México llegó a tribunales estadounidenses con un funcionario antes galardonado, que en el papel combatió a criminales con tecnología de punta y  visto bueno de las élites. No es casualidad, como lo publicó un reportaje del diario Washington Post (diciembre 20), que el fiscal Richard P. Donoghue, del distrito Este de Nueva York, decidiera proceder contra García Luna cuando se presentó el cambio de poderes aquí. Refiere el Post: “La investigación contra Genaro García Luna venía de años atrás y se consolidó en 2017. Pero con Enrique Peña Nieto en el Poder Ejecutivo, hubo que esperar a las elecciones mexicanas de 2018”.       
El panorama se aclara para  AMLO, luego de un primer año difícil en materia de seguridad. “Con el gancho al hígado del sistema prianista” (Ricardo Raphael), la oposición tardará en desafiar las políticas del gobierno federal. Es punto final de un año marcado discursivamente por el combate a la corrupción y que el martes 10 de diciembre, con la aprehensión de García Luna, recibió el espaldarazo de la realidad. Una cosa es señalar la corrupción como mal nacional por excelencia (lo hizo AMLO en campañas electorales por más de 12 años) y otra cosa es la confirmación jurídica de la corrupción del sistema en la persona de quien fue Secretario de Seguridad Pública. De la SSP al Presidente hay un pequeño paso en la cadena de mando. Fox y Calderón, tan activos en twitter, ahora se dicen sorprendidos y lucen discretos.                            
 
CONTEXTO Y SEGUIMIENTO 
 
SI SE CONFIRMAN los cargos en el juicio a García Luna (soborno, enriquecimiento inexplicable, declaración falsa), lo lógico será una reinterpretación del pasado reciente en políticas de seguridad y combate al crimen organizado en México. Por años, la estrategia de mano dura y modernización tecnológica se ostentó como vía única para frenar la violencia y el crimen. García Luna la vendió a Calderón, o viceversa. De cualquier modo, con la declaración de “guerra al crimen organizado”, Calderón quiso legitimar el ‘haiga sido como haiga sido’ del tenso 2006 electoral. Su estatura como político, enfundado en casaca militar que le quedó grande (literalmente), mostró el tejido social lastimado. No importó. La mano dura se siguió a sangre y fuego, aunque ahora se vislumbra que el mismísimo Secretario de Seguridad jugó a dos bandas (y en varios bandos). Y quizás otros peces gordos. Fue famoso el búnker de Insurgentes de la SSP, con visitas de personajes públicos que ahora se incomodan al ser mencionados. Poco se habló de limpiar los cuerpos policiales. Poco se habló de regular la actuación de las fuerzas armadas, como lo intenta AMLO con la Guardia Nacional Civil.
El juicio a García Luna tendrá una variable preocupante: el tiempo de arranque, un año, coincide con las elecciones presidenciales en EEUU (noviembre de 2020). En ese compás de espera se abren espacios de especulación, mientras el juicio es preparado por el fiscal Donoghue y los abogados de García Luna. Todo lo que se diga tendrá como telón de fondo la disputa política republicanos/demócratas, con Donald Trump y sus afanes reeleccionistas. México es filón temático y pueden darse revelaciones explosivas. AMLO y Marcelo Ebrard reciben consejos de cautela con informaciones que surjan por fuera del juicio.
         
OTROS DATOS PERIODÍSTICOS
 
EL CASO GGL es también victoria del periodismo mexicano. Héctor de Maulón, Fabrizio Mejía, Hermann Bellinghaussen, escribieron sobre andanzas corruptas de García Luna. Nada ocurrió. En 2010 (libro Los Señores del Narco) Anabel Hernández también señaló directamente al poderoso ex policía; hubo amenazas de muerte. En 2012, el narcotraficante Edgar Valdés Villarreal (‘La Barbie’) también cargó contra el jefe de la seguridad mexicana. Nada se investigó. En 2013, la revista Forbes incluyó a García Luna entre los 10 hombres más corruptos de México, a la par de narcotraficantes y otros políticos. 
Recientemente, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que dirige Santiago Nieto, informó que rastrean “2 mil millones de pesos que en 2012 salieron de la secretaría de Gobernación hacia empresas de García Luna” (consultorías de seguridad). Calderón inquieto pide “pruebas específicas y no generalidades”. El caso García Luna, que cerró políticamente el año 2019, apenas comienza. Lo veremos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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