Escala Crítica/Columna diaria
*No se trata de perseguir charales, sino “peces gordos”: UIF
*Presidente: “Por la corrupción hay una monstruosa desigualdad”
*Codehutab, una historia de la historia; el compromiso social
Víctor M. Sámano Labastida
“SI ME PIDEN que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno respondo: acabar con la corrupción y la impunidad”, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso de toma de posesión en San Lázaro el uno de diciembre del 2018. Teniendo al lado al saliente Enrique Peña Nieto aseveró: “No voy a robar”. El priista mexiquense es uno de los símbolos de la descomposición del viejo sistema.
Los críticos de AMLO han señalado que referirse a la corrupción como problema fundamental es una visión muy limitada, que el problema del país va más allá. Sin embargo, el concepto de corrupción abarca mucho más que los llamados “moches”, “cochupos”, “dádivas”, etcétera, porque también tienen que ver con la ineficacia, negligencia, incompetencia, y todo aquello que impide que un gobierno funcione como servicio público…y que una empresa sea productiva y justa.
El despojo, que tiene como base la injusticia, es otra forma de corrupción. No es casual que el llamado neoliberalismo sea, en las últimas cuatro décadas, la expresión máxima de la confiscación de los bienes y la riqueza públicos.
EL MALESTAR DEL PUEBLO
UN GOBIERNO austero y honesto, ofreció López Obrador. Un gobierno que pondría fin al derroche, tendría como meta el bienestar generalizado y una justa distribución de la riqueza. En materia de combate a la corrupción, el viejo modelo nos vendió la idea de que perseguir a quien se pasa un alto, a quien se dedica al comercio informal, o a quien participa en acciones irregulares (calificadas de ilegales) de sobrevivencia, era el verdadero combate a la corrupción.
AMLO ha dicho en su largo camino a la Presidencia que “las escaleras se barren de arriba abajo”. Anunció medidas para comprometer a los altos funcionarios con una nueva ética. Sus adversarios por supuesto que dudan que esto sea posible y cierto. Pero hay acciones que pueden se públicamente comprobables, como las que ayer dio a conocer López Obrador acompañado de Santiago Nieto Castillo, responsable de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Dijo el Presidente: “La transparencia es regla de oro de la democracia. Vamos a informar lo que no afecte el debido proceso; que se sepa qué estamos haciendo con el propósito de desterrar la corrupción. Cero corrupción y cero impunidad”. Insistió en su idea: “Por la corrupción hay una monstruosa desigualdad económica y social; se perdieron valores y se desató la inseguridad y la violencia. Si me preguntan: ¿cuál es el propósito principal del gobierno que representa? Acabar con la corrupción”.
Nieto Castillo indicó que “la fiesta (del saqueo) se acabó”. Detalló que en lo que va de la presente administración la UIF ha presentado 177 denuncias; 160 en 2019 y 17 en 2020. El total de los casos comprometen depósitos de más de 321 mil millones de pesos y retiros superiores a 289 mil millones de pesos.
Informó que la unidad a su cargo congeló un total de 5 mil 554 millones 723 mil 319.35 pesos; las suspensiones que ha concedido el Poder Judicial con base en la ley, dijo Santiago Nieto, hacen que esta cantidad no sea fija. Lo mismo que el bloqueo de 12 mil 191 cuentas relacionadas con más de 52 millones de dólares con diversos ilícitos: robo de hidrocarburos, corrupción política, trata y tráfico de migrantes, empresas fachada, factureras, aduanas, secuestro y tráfico de armas.
Hay muchos otros casos más, pero me parece que lo relevante es que la UIF apunte alto y no como en el pasado que se entregaba una pequeña carnada para el escándalo, pero el saqueo seguía. Una de las empresas que más padeció el atraco y la depredación es Petróleos Mexicanos. Ahí existen hilos todavía por cortar, en una intrincada red de intereses. Lo tiene que hacer sobre la marcha.
SE HACE CAMINO AL LUCHAR
“HABLAR del Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab) hoy, es aproximarse a la historia no contada de Tabasco”, escribió Fernando Ríos Martínez, en el prólogo de “Nacimiento y caminar de Codehutab, 1990-2020”, a propósito de los 30 años de esta agrupación de la sociedad civil.
Apunta: “No deja de ser emblemático que la primera actividad pública del Codehutab, el 10 de febrero de 1990, fuera un acto en la Plaza de Armas (Villahermosa) que convocó a voces críticas representativas de ese momento histórico, como el ingeniero José Álvarez Icaza, fundador del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), representantes del Comité Eureka (fundado por doña Rosario Ibarra de Piedra), o el mismo Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de México. Tampoco resulta sorprendente que el entonces gobernador Salvador Neme Castillo desairara esa expresión de dignidad civil”.
El folleto conmemorativo es un apretado resumen de una larga lucha iniciada por el sacerdote Francisco Goitia y un grupo de voluntarios a los que se fueron sumando ciudadanos que abrieron la brecha de la democratización en el estado. Agradezco a Ernesto Martínez Oliva, con quien he tenido oportunidad de coincidir en varias ocasiones, por haberme hecho llegar este importante documento. En otra colaboración ya me referí a la importancia de la agrupación civil, cuya labor abrió caminos a los ciudadanos.
AL MARGEN
HABRÁ un subsidio para la tarifa de invierno, anunció el gobernador Adán Augusto López. Lo hicieron dos administraciones anteriores pero faltó una acción integral que ahora debe ser posible con el apoyo del presidente López Obrador. Con él inició la resistencia civil, con él debe terminar. (
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