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Home Escala Crítica COVID19, sociedad y cambio de hábitos: ecología, calidad de vida y distancia social

COVID19, sociedad y cambio de hábitos: ecología, calidad de vida y distancia social

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 Escala Crítica/Columna diaria

* En 4 meses, cambios dramáticos en el funcionamiento de la sociedad  
* Escuela, trabajo, socialización, economía, tiempo libre: trastocados
* Higiene y ecología: repensar relación consumo y calidad de vida
 
Víctor Manuel Sámano Labastida
 
DE DICIEMBRE de 2019 a abril de 2020, la sacudida estructural de las sociedades resulta vertiginosa por la pandemia del COVID19. Además de lo que tendrán que replantearse gobiernos, hay un aprendizaje ciudadano que está en marcha y que cambiará la vida social. Es proceso reflexivo sobre prioridades. “La muerte interroga a la vida”, planteó el alemán Peter Sloterdijk.   
Con el COVID19 cercando cuerpos, el ciudadano se ve obligado a depurar su calidad de vida, en medio de insuficiencias y desorden. Este proceso individual de reasignación de prioridades tendrá un peso significativo en instituciones y empresas a mediano plazo. En el corto plazo, el ciudadano no esperará lineamientos que cobren carácter legal: construye nuevos hábitos en diversos entornos, a partir de la información disponible.  
Veamos la construcción de nuevos hábitos, a partir de una premisa incómoda para las élites financieras: la preservación de la vida y la sustentabilidad del planeta, en un mundo económico enfermo. 
     
LIMPIEZA, ECOLOGÍA Y CULTURA
 
LOS POSTULADOS ecológicos cobran vigencia, junto con la valoración de una higiene individual que es respeto por los demás. Los estilos de vida alternativos pasan a primer plano: el ajo, la cebolla y el limón recuperan terreno como desinfectantes naturales. La higiene interior, a través de líquidos saludables, requiere tamarindo, jamaica, manzana o guayaba. La higiene exterior permite distinguir entre el uso de jabón y cloro, que no deben usarse mezclados. Mezcladas ambas sustancias, el cloro pierde fuerza desinfectante. Lo mismo ocurre al combinar jabón con aromatizantes. Esa información sorprende a la mayoría, acostumbrada a las mezclas que –se suponía- lograban efectividad de limpieza en pisos, paredes y otras superficies. 
El COVID19 pierde cómplices, a partir de la información que combate lugares comunes. La secuencia idónea, recomendada por funcionarios federales de salud (22 de abril), es en tres pasos: 1) agua y jabón; 2) agua; 3) agua con cloro.
Otro rasgo de limpieza familiar es lavar mercancías enlatadas, envasadas o con bolsa de plástico. Sin excepción. El COVID19 genera este cambio que resulta fundamental en la protección de infecciones por bacterias o virus que contienen latas, envases o bolsas que pasan mucho tiempo en los centros comerciales. ¿Cuántas familias lo hacían, antes del COVD9?
Será interesante observar, cuando pase la emergencia sanitaria, el lavado de manos escolar con duración diferente (de 20 a 30 segundos), antes y después de los recreos. En los centros de trabajo, la hora de la botana y del lonche tendrá nuevos parámetros de limpieza, so pena de pamba persuasiva. El gel antibacterial hará su agosto en oficinas, restaurantes, parques y balnearios.   
En resumen: gestos sencillos de higiene cobrarán carácter formativo. El ciudadano recobra memoria ecológica, antes perdida en la prisa y el hacinamiento. De este modo, la pandemia actual puede tener impacto positivo en la cultura. 
La otra opción es el olvido de estas medidas de higiene ante el retorno de la normalidad, lo que sería lamentable. Cada individuo decide.
 
SOCIALIZACIÓN Y ECONOMÍA
 
EL COVID19 se ha cebado en ciudades con dimensiones inhumanas: 5 millones de personas (Madrid), 7 millones de personas (Barcelona), 10 millones de personas (Milán y Wuhan), 15 millones (Nueva York). En México, el 70% de los casos se concentran en CDMX, Toluca, Tijuana, Guadalajara, Monterrey, Puebla, ciudades con más de 3 millones de habitantes. Holanda, cuya ciudad de mayor densidad de población es Amsterdan (700 mil personas), frenó la transmisión del virus y no se angustia por la fase 3. 
¿Cómo serán los eventos multitudinarios, de ahora en adelante? Los gobiernos tienen la facultad de regular actividades deportivas y artísticas que generan cientos de miles de espectadores. ¿Qué harán con los protocolos de protección, higiene y seguridad? La revisión de parámetros será indispensable, así como –en tiempos de la pandemia- se regula el transporte público al 50% de su capacidad, para mantener la sana distancia. ¿Quedarán atrás los hacinamientos inhumanos que privilegiaban el lucro contra la comodidad?
Un rasgo que parece ineludible, en el tema socialización y espacios públicos, es que la distancia social llegó para quedarse. Los gobiernos tendrán que moderar el apetito de las empresas. Por ello, habrá que considerar que los ciclos económicos perderán velocidad en aras de la ecología, la higiene y la seguridad de las personas. Esto pudo discutirse e implementarse antes del COVID19, pero lo impidió el poder de las transnacionales y corporaciones globales sobre gobiernos nacionales. El parámetro financiero buscará imponerse de nuevo a la salud y calidad de vida. El ciudadano consumidor, que lo pensará dos veces antes de retornar de forma acrítica al sistema imperante, tiene la palabra. 
Los individuos, como suma de voluntades, tienen algo que decir a gobiernos y empresas. La reconfiguración del mundo pasa por el cambio de hábitos, de consumo y de higiene. La calidad de vida recupera terreno en el mundo del úsese y tírese. Veremos si el cambio de hábitos es cambio de funcionamiento y de sistema. Aprender de lo pasado es sobrevivir y vivir mejor. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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