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Home Escala Crítica Centros Integradores, combate a la epidemia; desafío a la pospuesta organización territorial

Centros Integradores, combate a la epidemia; desafío a la pospuesta organización territorial

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Arrancan en Tabasco los Comités Comunitarios, primero en salud
*Rescatar la experiencia de gobierno de González Pedrero y mejorarla
*Proyecto largamente buscado por AMLO; clave de la acción política
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
CUANDO Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia un hecho innegable fue que la clave del éxito de su gobierno sería la organización, sobre todo territorial. No es casual que haya anunciado el plan de 266 coordinaciones para la Guardia Nacional –casi el mismo número de los distritos electorales-, al tiempo que comenzó a definir otro elemento fundamental: el de los Centros Integradores de Desarrollo, cuyas 13 mil 500 bases pretende ubicar en las localidades desde las que se pueda proveer de bienes y servicios a las comunidades más apartadas.
Le comento esto porque en la reciente visita a Tabasco del subsecretario Hugo López Gatell, que coincidió con la presencia de la secretaria del Bienestar, María Luisa Albores y del titular del INSABI, Juan Ferrer, fue presentado un Programa de Acción Comunitaria para la Salud, cuyo modelo se basa en los Centros Integradores que operaron en la entidad durante el gobierno de Enrique González Pedrero.
El gobernador Adán Augusto López Hernández destacó la importancia de que Tabasco haya sido tomado en cuenta para poner en marcha esta estrategia través de los centros integradores. Aunque “Acción Comunitaria” se anunció previamente en Chiapas, la tierra natal de López Obrador tiene que aprovechar la experiencia previa de organización, infraestructura y servicios que –lamentablemente- fueron olvidadas por otras administraciones.
 
A RAS DE TIERRA, PUEBLO POR PUEBLO
 
ES CIERTO que “Acción Comunitaria” corresponde a las necesidades de un trabajo “a ras de tierra” para combatir la epidemia del COVID-19, una respuesta urgente y coyuntural, sus objetivos van más allá. Tienen que ir más allá. Se podría decir que la emergencia sanitaria sorprendió a los encargados de establecer la red de los citados Centros, apenas en proceso de rescate o adecuación.
A mediados de junio, el Coordinador General de los Programas para el Desarrollo, Gabriel García Hernández, aseguró que del total de los CIDs que se tiene previsto establecer ya están en operación –atendidos “de manera modesta”-, 12 mil 760. Reconoció que todavía no cuentan con todos los servicios necesarios. Se pretende, además, que en estos se instalen sucursales de los llamados “Bancos del Bienestar”, para entregar los apoyos de manera directa.
De acuerdo a los anuncios oficiales, en Tabasco se instalarán 286 CIDs. El Presidente pidió desde diciembre de 2019 “apretar el paso” para echar andar estos núcleos de ordenación de territorial y políticas públicas.
Recuerdo que el día que AMLO anunció oficialmente su decisión de utilizar la estrategia de los CIDs, por la mañana se había reunido con González Pedrero, con quien ha tenido diferencias pero más coincidencias.
Como le decía, para AMLO un elemento fundamental del éxito de su proyecto es la organización “desde abajo”. Así, poco a poco ha ido adecuando su propuesta a las necesidades impuestas por la realidad. 
Esto sucede, por ejemplo, con otra estructura de organización: las antiguas delegaciones federales. Se crearon primero las 32 coordinaciones estatales, que tendrían que suplir a una pesada burocracia de delegados; luego se decidió –marzo del 2019- la incorporación de subcoordinadores sectoriales (bienestar, economía, seguridad y comunicaciones, así como un responsable anticorrupción, uno administrativos y uno del área jurídica). 
En esta adecuación del proyecto inicial, para los CIDs –definidos por AMLO como “la nueva organización del gobierno territorial”-, se planteó la identificación de 266 regiones, con un coordinador para cada una. Como coincidieron en comentarme Baldemar Hernández y Emilio de Ygartua, ambos estudiosos del tema, los CIDs serían el eje de cualquier proceso de  atención comunitaria: salud, educación y democracia; acercar el gobierno a las comunidades más apartadas.
Otro ejemplo de organización territorial, al menos como planteamiento, es el de las 132 coordinaciones indígenas y una dirección general.  Me atrevería a decir que esta misma estructura de acción a “ras de tierra” esperaba el actual Presidente del partido Morena, que fue creado como un movimiento.
 
MÁS ALLÁ DE LA EPIDEMIA
 
SOBRE esta red en construcción -o en rescate en el caso de Tabasco- se buscará implantar los programas de acción comunitaria por la salud. Primero de manera urgente por la crisis sanitaria de la epidemia y posteriormente con un programa permanente. Para lograrlo tendrán que activar comités comunitarios. De estos señala el proyecto: “se crean para atender la urgencia de la pandemia, pero también como espacios permanentes de difusión, capacitación, concientización y promoción de la salud, el agua y la alimentación”. (Modelo de Intervención Local, julio de 2020)
Resultará importante la coordinación en las 266 regiones, los comités comunitarios y la labor de los presidentes municipales. En todo esto, la dinámica la tendrán que aplicar los llamados superdelegados o representantes federales.
No es casual que en la presentación de la “Acción Comunitaria” para la salud hayan estado representantes de las secretarías de Agricultura y del Bienestar, porque no se limita al tema de la epidemia. Aunque es lo más urgente. Esperemos que los responsables hayan comprendido la magnitud de su tarea. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
Última actualización el Lunes, 27 de Julio de 2020 12:28  

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