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*Recibe Macuspana y Centro el impacto de las avenidas de la Sierra

* Para Tabasco, un sistema dinámico frente al cambio climático: Uribe

 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

LAS NOCHES del domingo 8 y del lunes 9 de noviembre han sido de incertidumbre y temor para decenas de miles de familias asentadas en varias colonias de Villahermosa y en comunidades de Centro, Tabasco. Poblaciones enteras en Nacajuca, Macuspana, Jalpa, Cunduacán, Centla vuelven a padecer el desastre de la pérdida patrimonial y de la seguridad territorial en sus hogares. Ocurre, con distinta intensidad, en todos los municipios. Hay también graves afectaciones en Chiapas y Veracruz; como ya ocurrió en Quintana Roo, Yucatán y Campeche.

Para Tabasco y parte de Chiapas, hoy debe presentarse en Palacio Nacional (Ciudad de México), una estrategia integral para el manejo del agua y sus consecuencias. El cuarto Plan contra inundaciones, conforme lo anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Aunque, como le decía, necesariamente serán algunas acciones concretas inmediatas (manejo de presas, obras de infraestructura, dragado, atención a damnificados) y otras de mediano y largo plazos.

En tres planes anteriores (Programa Integral Contra Inundaciones, 2003; Programa Hídrico Integral para Tabasco, 2008, y Programa Hidrológico para Tabasco, 2013), fueron presupuestados oficialmente unos 30 mil millones de pesos. Tan sólo por las inundaciones del 2007 la Cepal (Comisión Económica para América Latina), calculó las pérdidas en más de 33 mil millones de pesos. Como anotamos en aquella ocasión: hay perjuicios que nunca podrán ser cuantificados. Lo decimos por experiencia propia y por testimonios de conocidos.

También sabemos, de acuerdo a las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, que los costos de un desastre son hasta 20 veces más que lo que se invierte en la prevención. Las pérdidas en términos de bienestar y desarrollo son mucho mayores.

 

ADECUARSE A LAS CIRCUNSTANCIAS

 

A ESTOS temas me referí en ocasión de las anteriores catástrofes. Sobre su impacto y solución hemos platicado con Carlos Gay (Ciencias de la Atmósfera), Firdaus Jhbvala (Centro de Estudios de Investigación del Sureste), José Luis Lezama (Colegio de México), Emmanuel Munguía (UJAT), entre muchos otros. Ayer en mi columna cité a Juan Carlos Guzmán y Rodolfo Uribe, este último con estudios multidisciplinarios (UNAM-Colegio de México) vinculados a Tabasco.

Hoy me permito darle la palabra a Uribe Iniesta quien me comenta: “Es necesario comentar (aparte del manejo del agua de las presas y su infraestructura), sobre el sistema del río de la Sierra, el sistema Tulijá-Puxcatán y el Usumacinta. En realidad no hay mucha cosa nueva que decir, salvo lo que un teórico francés denomina hidrología incremental, que tiene que ver con las acciones políticas”. 

“Vale la pena señalar –agrega Uribe- que desde hace 50 años Tabasco es un espacio artificial y por lo tanto es un sistema que debe de recibir mantenimiento y adecuaciones a las nuevas condiciones. La actual coyuntura no es igual a la del 2007, no sólo lo típico de que llueve arriba, sino la lluvia extraordinaria local. Pero en los informes de gobierno se registra cómo al hacer el Plan Grijalva se reconstruyó y levantó totalmente el centro de Villahermosa y su relación con las lagunas de la Pólvora y la del Negro; cómo Leandro Rovirosa reconstruyó totalmente Las Gaviotas. El papel de los drenes, conductos, bordos y canales de PEMEX”. 

También -anota-, recordar que entre los rompidos naturales y artificiales se canalizó el agua sobre Villahermosa. Recordar que lo natural era que una sábana de agua cubriera pareja toda la superficie con una altura máxima de 20 centímetros y que por la canalización sube en partes 2 metros más o menos. En 1997 el ingeniero Maza recomendaba en sacar el agua directa de Malpaso al río Tonalá, pero el propio Tonalá ya hace pocos años tiró los puentes de entrada a Tabasco. Los ingenieros han propuesto que lo mejor es reactivar el Río Seco (desaparecer Comalcalco), y por eso, habiendo revisado en campo, hay una salida del río entre Huimanguillo y Cárdenas hacia el Plan Chontalpa, que conduce al Naranjeño o Naranjero (pero no quieren tocar el Plan Chontalpa)”. 

 

MANTENIMIENTO PERMANENTE

SIGO con el sociólogo y escritor Uribe Iniesta: “Lo que dicen sobre azolvamiento y la necesidad de dragas es cierto, necesita ser un mantenimiento permanente. Es cierto lo de electricidad pero no han mencionado que a la planta de la empresa Transalta que está entre Candelaria y Emiliano Zapata: se le compró la energía por adelantado para 25 años desde tiempos de Calderón. Y en el PHIT se establecía que una condición era cuidar los suelos en Chiapas y tanto en el instituto de ingeniería como en Conagua comenzaron a trabajar en eso pero se abandonó. La idea es que las pequeñas obras, acciones localizadas predio por predio, río por río es más eficaz que las grandes obras. Y sobre el calentamiento global y el alza inevitable del mar...me hace todo ruido la nueva refinería”

Me expresa el investigador que recuperando un capítulo del Prohtab de 2013 (al que ya nos referiremos), “me doy cuenta que fue hecho por los mismos individuos que el PHIT con quienes tuve confrontaciones personales por sacrificar las comunidades chontales, y por ajustar el proyecto de 1997 a lo que le pidieron los políticos en 2008 y por ahí escondieron la necesidad de otra salida del mar. La otra cosa es que se han olvidado muchas recomendaciones que ya estaban en el informe de la CEPAL y luego en el Plan de Protección Civil. Entre otras cosas, aceptar que habrá que reservar un mes al año a las inevitables avenidas que serán mayores cada ciclo. Y recordar que siempre hasta ahora, hay un norte fuerte en enero”. 

AL MARGEN

LAS VOCES especializadas en Tabasco deben escucharse en el nuevo Plan de la 4T. La naturaleza no acepta improvisaciones. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )