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Home Escala Crítica Un verdadero plan: que Tabasco no se inunde en cien años, no en un sexenio

Un verdadero plan: que Tabasco no se inunde en cien años, no en un sexenio

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Aprovechar la abundancia del agua, no padecerla: Carlos Gay
*Se confunden los instrumentos con el objetivo: Firdaus Jhabvala
*Política: acepta el PAN riesgo de ir en un solo bloque contra Morena
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
ISRAEL es un país que sufría por la falta de agua dulce. Sus científicos y los recursos del Estado, así como de la inversión privada, se concentraron en resolver este déficit. Y lo consiguieron. Poco después de las inundaciones del 2007 en Tabasco, el doctor Carlos Gay –entonces director del Ciencias de la Atmósfera de la UNAM me comentó que cuando a los investigadores israelíes se les planteó este problema dijeron: “ya quisiéramos tener nosotros un exceso como el de ustedes”, palabras más palabras menos.
En varias conversaciones con científicos mexicanos –entre ellos Firdaus Jhabvala, Rodolfo Uribe, José Luis Lezama y Emmanuel Munguía-, mis interlocutores han coincidido en la importancia que los esfuerzos mexicanos en Tabasco no se queden sólo en cómo sacar el agua de los ríos rápidamente al mar sino también cómo aprovecharla en el territorio. De lo contrario una respuesta a las inundaciones puede traer como consecuencia otros problemas, entre ellos la sequía.
Ahora que está en curso un nuevo plan presidencial del manejo del agua para Tabasco (y Chiapas), esperemos que los tomadores de decisiones tengan en cuenta que es la oportunidad para una solución integral y a largo plazo. Y es la oportunidad porque está en la Presidencia un tabasqueño que vivió la experiencia de las inundaciones en su vida cotidiana.
 
UN MODELO OBSOLETO
ME DICE el especialista en finanzas y planes Jhabvala Marshall: “para que haya una mejoría se tiene  que romper con el modelo que ha llevado a respuestas temporales de un trienio o un sexenio. El viejo modelo no permite una solución permanente porque nunca entendió el problema. Creyeron que era sólo el presupuesto, o las presas, los bordos, y hasta otro plan. Todo eso es importante porque nos afecta, pero lo principal es que no se ha querido ver a largo a plazo. De lo que se trata es de que para el 2050 no haya inundaciones, no las haya catastróficas en cien años”.
¿Es un modelo centralista? “No sólo eso –responde Jhabvala-, sino que ha sido incapaz, porque cuando teniendo la solución la niega y la rechaza. Creo que el problema de México es que no hay suficiente gente que distinga qué es una solución en este caso. Y a la que comprende no la escuchan. No hay que confundir los elementos de la técnica con el objetivo. No puedes ir a los tentáculos del monstruo uno por uno, sino a la cabeza”.
Puntualiza para que no quede duda: “Así hay que plantearlo: una solución quiere decir que una inundación no causará tanto daño a Tabasco en cien años. No en este sexenio, ni en 15 o 20; sino que por mucho tiempo. No puedes olvidarte del problema porque no llovió un años o dos”.
En una serie de entrevistas que se publicaron en Presente, diario del Sureste, el doctor Firdaus Jhabvala planteó: Que el gobierno mexicano hizo a un lado la visión fluvial del país; que le da respuestas temporales a un problema permanente; que estamos ante la oportunidad única (AMLO en la Presidencia), de lograr una solución definitiva, pero también que los habitantes somos rehenes de la especulación inmobiliaria. También en esto, dice, la corrupción impide proteger a Tabasco.
 
UN TEMA SIN IMPORTANCIA
 
QUIZÁ se escuche fuerte, pero al abandonarse la visión fluvial que caracterizó al gobierno federal hasta mediados de los setentas  –esto es, ver todos los ríos en su conjunto-, lo que sucede en Tabasco con las inundaciones fue visto como un problema menor: le sucedía a menos del dos por ciento de la población. En el cálculo de costo-beneficio, para la Presidencia era más lucrativo destinar recursos a otros problemas. 
Dijo Jhabvala en la entrevista: “a partir de los años setentas  el problema de las inundaciones de Tabasco primero fue independiente de la necesidad de cuánta agua podrás aguantar, el punto de saturación ya no fue importante en la planeación de cuánto se va a generar de electricidad. Creo que todavía no está ahí esa consideración. La otra cosa fue que el estado tenía que pedalear en solitario porque Tabasco era el único estado en condiciones de inundabilidad”.
Sólo con López Obrador en la Presidencia pueden ser las inundaciones en Tabasco una prioridad en la agenda nacional. Sólo ahora puede esperarse –y reclamarse- un plan verdaderamente de manejo del agua, la cuenca y el delta tabasqueño. 
 
UN SUICIDO PATRIÓTICO
 
LA ESTRATEGIA de la oposición (PRI, PAN, PRD) está muy clara: hacer un solo frente para derrotar a Andrés Manuel López Obrador en los comicios intermedios. Buscan construir una mayoría en la Cámara de Diputados, posición clave para sus proyectos del 2024. De esta forma, el Consejo Nacional del Partido Acción Nacional aprobó de establecer coaliciones con las demás fuerzas políticas contrarias a Morena.
A decir de Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, se trata de una política aprobada por casi el 70 por ciento de sus militantes. Calificó las futuras alianzas –incluso con el PRI- de una “decisión patriótica”, aunque reconoció “el riesgo que ésta conlleva”. Quizá se refiera a las experiencias previas en las que los partidos coaligados pueden estar en la ruta de perder el registro o ver disminuidos sus votos. En el 2018 la concentración de sufragios en un partido de la coalición prácticamente dejó si base a los asociados. Le pasó al PRD y MC con el PAN; al PVEM con el PRI, y a PT-PES con Morena.
AL MARGEN
DON PAYAMBÉ López Falconi fue –y será- un personaje de obligada referencia en Tabasco. Hay toda una historia en su trayecto vital. Mis condolencias para sus hijos Adán Augusto, Silvia, Rosalinda y Melchor; a familiares y amigos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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