Escala Crítica/Columna diaria
*PRI, PAN, PRD y empresarios anti López le apuestan todo
*Las lecciones del 2018: una difícil recomposición partidista
*En las coaliciones, el pez grande se come al más pequeño
Víctor M. Sámano Labastida
LAS INSTITUCIONES están amenazadas, lo mismo que el sistema democrático; México atraviesa una situación crítica. Esto sostienen las dirigencias de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, como argumento para presentar un frente electoral en la coalición “Va por México”. Suman también a los empresarios encabezados por el ex dirigente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, y al declarado anti AMLO, Claudio X. González.
Asumido como defensor la Cuarta Transformación, proyecto del que es líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “legítima” la alianza de opositora, pero señaló que se trata de una estrategia para tratar de quitarle la mayoría a Morena en la Cámara de Diputados, y con esto interferir en el presupuesto. “Para decirlo con más claridad –dijo AMLO-, (pretenden) quitarles el presupuesto a los pobres”.
Resulta evidente que López Obrador ha logrado imponer su agenda y hasta su estrategia de lucha electoral a sus opositores. Como usted recordará, en el largo camino a la Presidencia el tabasqueño polarizó las opciones: poco a poco fue colocando a los partidos tradicionales (PRI y PAN) en una sola trinchera; ya casi con un pie fuera del PRD, también consiguió que un partido fundado para combatir al PRI y al PAN, cumpliera su profesía: terminó firmando el “Pacto por México”, promovido por Enrique Peña Nieto.
TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA
EN LAS ELECCIONES del 2018, el tricolor hizo un último intento para evitar el progresivo avance de López Obrador y buscó presentar una “cara ciudadana”, llevando como candidato a José Antonio Meade, quien no era militante del tricolor…pero había sido alto funcionario con el PAN.
¿El resultado? El PAN formó una coalición con el PRD, de esta manera AMLO redujo sus frentes de batalla y finalmente desarticuló el viejo sistema de partidos. Dispersos, sin un liderazgo todavía claro, los tres institutos políticos se juegan todo a una sola carta: ganarle la mayoría a Morena en la Cámara de Diputados presentando candidatos comunes en por lo menos la mitad de los 300 distritos del país.
Queda claro que el presidente López Obrador encabezará la campaña en defensa de la mayoría morenista. ¿Encontrarán sus opositores la propuesta y los candidatos para arrancar los votos que no lograron en el 2018?
Hay quienes afirman que siendo la del año próximo una elección básicamente local será la suma de fortalezas de los opositores en cada región lo que frenará a Morena. No es fácil. Hasta el momento, los datos que se conocen indican que AMLO cuenta con una con una aceptación entre 60 y 70 por ciento, mientras que Morena –con todo y sus conflictos internos-, tiene una intención del voto superior 2 a 1 contra su más cercano competidor, el PAN.
Marko Cortés, dirigente de Acción Nacional, recordó que la decisión de una alianza con el PRI fue internamente muy debatida, pero que decidieron “correr el riesgo” frente a la crítica situación que atraviesa México. Su partido busca rescatar la “agenda de modernización” del Pacto por México y “defender lo que con muchos años hemos conquistado”. ¿Qué representa esto para los potenciales votantes?
Uno se pregunta si podrán los ciudadanos verse reflejados en el discurso de Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, quien argumentó que esta coalición opositora es “por el bien de México”; o de Jesús Zambrano, nuevamente dirigente del PRD, para quien se trata de combatir “el regreso del país de un solo hombre”.
EL NAUFRAGIO Y EL RESCATE
EN EL AÑO 2018, el PRD se aventuró en una alianza con el PAN que le significó la pérdida del registro local en 10 entidades; en la votación presidencial obtuvo apenas el 1.7% de los sufragios y se salvó a nivel nacional por el 4.6% que logró en la elección de senadores. Para diputados federales sumó 4.4%.
El PAN, como usted sabe, quedó en el segundo sitio nacional de la votación y al PRI no le fue mejor, porque terminó en el tercer sitio.
En Tabasco, donde los tres partidos ahora opositores también cabildean consolidar una alianza con candidatos comunes, la historia reciente del 2018 no es muy prometedora. Mientras Morena con Adán Augusto López como candidato a la gubernatura fue llevado por la ola lopezobradorista a un 61% de los votos, el PRD que estaba en el gobierno quedó en un lejano segundo lugar con Gerardo Gaudiano con 19.35% (más abajo quedaron sus cifras para diputados: 11.48%).
El tricolor, partido tradicionalmente dominante desde hacía casi un siglo, quedó en tercer sitio con Georgina Trujillo como candidata, con el 11.75% (también, más abajo quedó su cosecha de votos para diputados locales, con 10.56%). El PAN, que llevó como abanderado a un perredista, pagó alto el “riesgo” al que quizá se refería Marko Cortés: aunque obtuvo la parte más grande del pastel en la votación presidencial para la alianza, su votación local cayó al 1.98%, perdiendo el registro estatal y, por primera vez en muchos años, su presencia en el Congreso local.
De Movimiento Ciudadano ni se diga: el experimento de la alianza con el PAN le costó el registro en por lo menos 18 estados del país; sólo se quedó con el 1.79% de la votación presidencial. Lo salvó, como al PRD, su votación para senadores con 4.68%
¿Habrá una sorpresa que cambie la historia de las coaliciones en las que el pez grande se come al más chico? Esto es, que el partido tradicionalmente con mayor presencia se queda con el porcentaje más alto de los votos.
AL MARGEN
LA MUERTE sigue rondando muy cerca en estos días finales del año. Mis condolencias para Eréndira, Georgina y Cecilia, así como para los familiares y amigos de nuestro querido Alfredo. Cuidémonos, mantengamos en lo posible todos los cuidados sanitarios. Rechacemos a quienes trivializan la letal epidemia. (
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