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Home Escala Crítica Democracia en crisis, el poder capturado; Latinobarómetro, una advertencia a tiempo

Democracia en crisis, el poder capturado; Latinobarómetro, una advertencia a tiempo

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 Escala Crítica/Presente, Ventanasur, Horay20noticias, Avance

*Excesivo optimismo desde el poder y pesimismo opositor
*El descrédito de los partidos, un riesgo para la república
*“Autoritarismo difuso”: respuestas, no importa cómo
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
 
LA DEMOCRACIA está enferma, escuchamos con frecuencia. Otros sostienen que está mejor que antes. Todo depende del país, de la región, y del sector social. Quienes están en el poder –en cualquier lado-, hablan de una democracia pujante, consolidada; quienes están fuera se quejan de la carencia. Hemos comentado aquí que la democracia no se limita a la mayor libertad para ejercer el voto, es sobre todo la ampliación de márgenes de participación política, social…y económica.
 
En el año 2018, en noviembre, fue presentado el muy documentado informe de Latinobarómetro y se observaron en su reporte signos preocupantes: el 48 por ciento de los entrevistados expresó de alguna manera su rechazo o descrédito por las elecciones políticas democráticas; en 2010 el respaldo a la democracia era de 61 por ciento (39 en contra). De cada cien, 28 personas se declararon indiferentes a la forma de gobierno; 60 de cada cien afirmaron entonces que no votarían por un partido, lo que significó que se guiaban más por el individuo, por la persona, generalmente por un líder carismático.
 
Los más incrédulos frente a los partidos son los jóvenes. 
 
Ya en México se conocían los resultados históricos de las elecciones que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia y provocaron un terremoto en los partidos tradicionales.
 
 
 
Afirman los estudiosos que sin los partidos las democracias no funcionan; pero algunos reconocen que los partidos (sus dirigentes) son responsables del decaimiento de la participación ciudadana. Cada vez más las decisiones son cupulares, limitadas a lo que se denomina “nomenklatura”, un grupo selecto de personas que acaparan los cargos políticos y administrativos, así como el reparto de posiciones y candidaturas.
 
En Tabasco se debate la participación democrática en torno a la elección de los delegados municipales. Podría decirse que existe una confusión entre los representantes de la comunidad, los representantes populares, y los funcionarios municipales. 
Pero en este nivel, como en todos, se aplicaría también la reflexión sobre el deterioro de la responsabilidad y la participación colectiva. No es, pues, la elección en abstracto sino los resultados de las gestiones o funciones. La gente reclama cada vez más respuesta a sus necesidades. 
 
 
EXISTE la percepción de que sólo se gobierna “para unos cuantos grupos poderosos en s propio beneficio” (2018). Un porcentaje de opinión que llegó a 90 por ciento en Brasil y 80 por ciento en México. La respuesta del electorado en el primer país fue el ascenso de la derecha radical; en el nuestro fue el triunfo de la candidatura de AMLO, en un segmento identificado con la izquierda.
 
El reporte de Latinobarómetro 2021, realizado en las condiciones complicadas por la pandemia, se publicó el l 7 de octubre de 2021. Son ya 25 años de mediciones en 18 países de América Latina y el Caribe. El sondeo más reciente fue aplicado entre el 26 de octubre y el 15 de diciembre de 2020. Dicen los autores “la crítica de los ciudadanos a la democracia es una demanda de democracia”. No es, como quisiera verlo el pesimismo, una renuncia a la democracia.
Escribió Francisco Verdes-Montenegro: “Lejos del temor a los gobiernos militarizados, o el apoyo al autoritarismo, el principal riesgo para las democracias latinoamericanas parece radicar en esa creciente indiferencia, junto con la captura del Estado por parte de élites y el auge de un “autoritarismo difuso”.
Abunda: “Merece especial atención el “autoritarismo difuso”, que se observa en el creciente apoyo a un gobierno no democrático si este “resuelve los problemas”. No solo ha aumentado en tres puntos desde el último registro de 2018, sino que viene en aumento desde el 44% que se registraba en 2002 y el 51% de este último informe. Este es especialmente pronunciado en países centroamericanos —El Salvador (63%), Honduras (62%) y Guatemala (57%)— y en República Dominicana (con 66%)”. (Fundación Carolina, noviembre 2021)
Hay también otro tema para la reflexión y observación: el rechazo a lo que se conoce como “democracias capturadas”. Lo mencionamos en un principio: pequeños grupos se hacen del poder político y económico para defender sus intereses frente a las necesidades colectivas. El resultado; aumento de la pobreza, de la desigualdad y concentración del ingreso.
 
 

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