www.ventanasur.com

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Home Escala Crítica Contienda de modelos económicos: entre números y necesidades, las personas

Contienda de modelos económicos: entre números y necesidades, las personas

E-mail Imprimir PDF

 Escala Crítica/Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

 
*Modelo neoliberal 1987-2017: 30 años, incremento de la desigualdad 
* Modelo 4T: disciplina fiscal, gasto social y obras estratégicas a futuro     
* Política y economía: en busca de la dimensión humana en el país
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA CONTIENDA POLÍTICA en México depende de modelos económicos, no sólo de nombres que aspiran a ejercer el poder federal. Esto se olvida en cada encuesta sobre reconocimiento de políticos como posibles candidatos presidenciales. Los nombres y rostros, los reconocimientos sobre méritos individuales y trayectorias políticas, tienen relevancia como juego de emociones. Una elección también es un estado de ánimo y se apela a emociones. 
Sin embargo, a mediano y largo plazo, el efecto concreto en la vida cotidiana de la población se produce vía modelo económico. Y no sólo se trata de números: aparece la sensibilidad o insensibilidad de los gobiernos hacia las necesidades de las personas. 
El voto debe pensarse a partir de la variable estratégica del modelo económico, que surge de proyectos de nación que –en sentido general- apuestan por aplicar parámetros elitistas o parámetros de igualdad social. El modelo 4T que define el slogan “Por el bien de todos, primero los pobres”, ubica un cambio de paradigma en México: “que tengan paciencia las élites; primero hay que cumplir con los pobres”, dijo el Presidente López Obrador (27/11/2022). Para ello se requiere continuidad de un proyecto de gobierno. ¿La habrá?              
HISTORIA DE NÚMEROS
 
TRES DATOS técnicos (UNAM 2018: ‘Números rojos, saldo neoliberal’) muestran las limitaciones del modelo económico mexicano 1987-2017, que fue proyecto político transexenal: crecimiento promedio de 1.3% del Producto Interno Bruto anual, lejos del 5% necesario para la creación y distribución suficiente de empleos, bienes y servicios; pérdida de 300% del poder adquisitivo del salario mínimo nacional entre 1987 y 2017, dentellada a los recursos de 15 millones de familias, alrededor de 45 millones de personas, sin contar a quienes no reciben el mínimo; devaluación del peso en 160% del valor nominal de 1987, incluyendo 3 ceros quitados a la moneda en 1991. 
Este panorama impactó a millones de hogares y empresarios que compraban materia prima en dólares. Los votantes que acudieron a las urnas de 2018 lo comprendieron a la perfección. 
La macroeconomía neoliberal no rescató a la microeconomía ciudadana. Los números que cuadraban no ayudaron a las familias y sus necesidades. Eso estará en juego de nuevo en el 2024 presidencial: el impacto social del modelo económico.
Si el capítulo presidencial del 2024 medirá efectos económicos del modelo 4T, entonces debe efectuarse un diagnóstico a partir de dos vertientes. Por un lado, la estabilidad monetaria sorprende a propios y extraños: el peso se mantiene en la franja de 19.70 y 20 por dólar. Además, las mediciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre condiciones de inversión privada sitúan a México “con el más alto grado de confianza de la región”.          
 
RECUPERAR PERSONAS
EL HUMANISMO mexicano que defiende AMLO contrasta con el neoliberalismo estadístico. Tiene que ser más que una declaración. En tiempo de definiciones políticas, urge devolver sentido humano a la discusión política y económica.  
Es obvio que toda relación de producción, distribución y consumo de productos, implica a sujetos humanos. Pero esta obviedad se olvida con los niveles especializados de macroeconomía, donde cuentan los números sin personas.  Esto sucedió en México con un modelo calcado al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que fue la Biblia para generaciones de políticos con posgrados en Harvard, Chicago y Yale. Olvidaron que la macroeconomía se aleja de parámetros racionales de convivencia.  
La macroeconomía es útil por el crecimiento estructural de la sociedad moderna, pero sus indicadores de bienestar no llegan al bolsillo ciudadano.  La macroeconomía, como eje de las finanzas nacionales y as en la manga de corporaciones transnacionales, no desaparecerá en este siglo XXI.  AMLO y la 4T se han preguntado cómo darle la vuelta a esto y mirar a las personas de carne y hueso. Más allá de los resultados tras 4 años de gobierno que incluyen pandemia, el viraje se juzga correcto por unos; equivocado por otros. ¿Mayorías contra minorías? 
 
¿HORIZONTES DE ESPERANZA?  
 
Luego de lanzar AMLO la fórmula del humanismo mexicano, expertos de la ONU (2/12/2022) advirtieron “de la urgente necesidad de un nuevo pacto económico centrado en las personas, trabajadores y consumidores, y no en corredurías, especuladores y agentes bancarios, cuya divisa es el pago de los intereses y la ganancia a cualquier precio”.   
Desde la óptica de los derechos civiles, el informe económico Postpandemia, Aministía Internacional, septiembre 2022, realizó una crítica al mercado “cuyo objetivo es la maximización de la ganancia y el olvido de las personas”. Sitúa la crisis financiera en la actividad sin regulaciones del mercado “que no trae una igualdad mágica”.        
Hay que recuperar la dimensión humana de la economía, o la macroeconomía y su estadística cristalina triturará personas. Más allá de congeniar con la vertiente ideológica de AMLO y la 4T, el camino humanista se explora en el mundo. Es el meollo de la cuestión económica, de cara al futuro: cómo devolver a la economía un rostro donde las cifras acompañen a las necesidades de las personas. Se requiere un debate de ese calibre.( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 
 
 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar