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Home Escala Crítica Bibliófagos, Rubén Ponce de León; intelecto y fe, siembra de esperanza

Bibliófagos, Rubén Ponce de León; intelecto y fe, siembra de esperanza

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 Escala Crítica/ Diario Presente, Ventanasur, Horay20noticias, Avance

 
*Fundar una editorial, editar un libro: vivir la trascendencia
*De cómo las acciones individuales hacen comunidad
*Mario Cerino en Jalpa de Méndez, una nueva empresa
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
Fundar una editorial, editar un libro, abrir una biblioteca, leer. Son acciones humanas que tienen repercusiones más allá de lo inmediato y coyuntural. Recientemente el profesor e investigador Mario Cerino Madrigal, con quien me unen la amistad y coincidencias de vida, me hizo el honor de invitarme a la presentación de su nuevo sello editorial “Bibliófagos” y del libro “Rubén: Intelecto y fe”. Si ya de por sí el hecho mismo de emprender una aventura editorial tiene un valor trascendente, hacerlo en un pequeño municipio enaltece más esa decisión.
En estas páginas se publicó la detallada reseña de del escritor y periodista Antonio Solís Calvillo sobre el acto en Jalpa de Méndez, al que fuimos invitados como comentaristas el sacerdote Roberto Sánchez Cabrera, el periodista Kristian Antonio Cerino, la moderadora Olga Mandujano y su servidor. El evento fue promovido por la “Fundación Rubén Ponce De León Murillo”. 
También por estos días, fuí invitado a comentar el primer libro impreso de mi amigo y colega Erasmo Marín Villegas, del cual les platicaré en una próxima ocasión. Hoy, en abuso de la paciencia de los lectores, le comparto algo de lo que expresé en la presentación de “Bibliófagos”.
 
Sostengo que es un acto de fraternidad, de amor a su pueblo y a su gente. De amor a la gente en lo general, más allá de los límites de Jalpa de Méndez, porque los libros y la lectura trascienden el tiempo y las fronteras.
 
REMONTAR LA CORRIENTE
 
EN ESTOS TIEMPOS en que el apocalipsis acecha al oficio de los libreros, Mario con este nuevo sello editorial Bibliófagos, es un ejemplo a seguir de quienes han descubierto la luminosa tarea no sólo del gozo por saber, por aprender, sino también la satisfacción de enseñar. También la de abrir ventanas a la esperanza.
 
Aprender a leer, adquirir el amor por los libros y la lectura necesariamente que lleva a compartir, ese descubrimiento. Porque adquirimos conciencia que otros tienen derecho a la magia del conocimiento, pero también tienen derecho a la utilidad del saber. 
 
La palabra es una herramienta para la vida, para relacionarnos con los demás y para relacionarnos con nosotros mismos, y con nuestra realidad pasada, presente y futura.
 
Mario ha contado cómo descubrió el placer de la lectura. (…) Escribió José Saramago, el literato portugués quien desde la pobreza y rodeado del analfabetismo ascendió hasta el Premio Nobel, que tomar un libro es como adquirir el boleto de un viaje: “alguien te ha dado un billete en el que está escrito el nombre del lugar al que tú has solicitado ir. Pues léelo con atención: en él se encierra toda una historia. Ese billete es como la portada de un libro”.
 
RUTA DE LA GENEROSIDAD
 
EN LA VIDA uno se encuentra ante la disyuntiva, ante la decisión, de guardarse para sí una riqueza –y eso es la lectura y el conocimiento-, o compartirlo. Mario tuvo la fortuna de encontrar a un maestro, a un guía en el camino (…) Se halló al padre Rubén Ponce, comprometido consigo mismo y con los demás, con sus comunidades. No es casual que ese nombre le haya dado a la revista que publicó con la ayuda de Mario: Koinonía, comunión. Hacer comunidad.
 
Aquí hay un camino, un destino y una vocación que venturosamente se cruzan y acompañan. En Mario hay un generoso empeño por dar a su gente algo de lo que ha recibido.  Y ese empeño se traduce en hechos. (…)
 
No es casual que se haga con una recopilación de textos de alguien muy querido en Jalpa y en todas las comunidades donde laboró, el Padre Rubén Ponce de León, esta editorial “Bibliófagos”, es un acto de amor hacia sí mismo, hacia los autores de los textos y hacia la comunidad. 
 
Escuché al ex gobernador Enrique González Pedrero expresar que así como la agricultura era el cultivo del campo, la cultura era el cultivo de uno mismo. 
 
Pero va más allá, porque la cultura es el cultivo de lo humano. Y no podemos concebir la cultura sin la lectura.
 
Sembrar. La cosecha de la cultura. No toda es tierra fértil como no todas las semillas germinan.
 
Pero ustedes saben que sólo florece aquello que se abona y riega.
 
Uno va encontrando los libros que se acomodan a nuestras vidas, a nuestra expectativa. Es un diálogo a veces con el pasado. Y también con el futuro.
Los libros son la memoria colectiva.
 
VIAJES Y LECTURAS, ILUSTRAN
 
Las lecturas son un viaje. Tenemos que vencer el analfabetismo a secas y luego el analfabetismo funcional, cuando no se usa lo aprendido.
Mario y muchos de los que están aquí participan en una gran y noble cruzada. Mario está construyendo un templo de puertas abiertas, o más bien sin necesidad de puertas.
Antes de concluir, dos cosas breves:
De Jalpa de Méndez es un joven escritor y editor jalpaneco, a Ervey Castillo, de quien vi imaginar y nacer una editorial Casalia. Una tarea a la que ahora se suma Mario Cerino con Bibliófagos. Me decía un amigo: ¿Será que ahora Jalpa se coinvertirá en la Atenas de la Chontalpa?
Dijo alguna vez, en 1996, Gabriel García Márquez: Quiero dejarles una frase y la retomo para los presentes. “Creo que las vidas de todos nosotros serían mejores si cada uno llevara siempre un libro en su morral”. Como quien lleva el machete, el azadón, el garabato. El libro, la lectura, son herramientas para la siembra y la cosecha. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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