Escala Crítica/Columna diaria
*Acude a agradecer el voto; obtuvo 61 de cada cien
*Asegura que su movimiento “no es por cargos” públicos
*Los saldos de la elección; algunas cifras reveladoras
Víctor M. Sámano Labastida
AUNQUE sus seguidores esperaban que Andrés Manuel López Obrador encabezara un acto público en Tabasco durante su visita para agradecer el voto para la coalición del Movimiento Progresista, el político macuspanense estuvo ayer en Villahermosa sólo para conceder una entrevista radiofónica y llamar, desde los micrófonos de la XEVT, a mantener la unidad de las izquierdas en torno a Arturo Núñez. Reiteró que su lucha no es por cargos sino por principios.
López Obrador concedió la primera entrevista extensa –según él mismo dijo- posterior a las elecciones y también la primera después de presentar su demanda para invalidar la elección presidencial. El fundador del Frente Democrático Nacional y del Partido de la Revolución Democrática en Tabasco expresó que “si los dirigentes (de la izquierda) no están a la altura (de la alternancia en Tabasco), se quedarán en la orilla y afuera de este proceso; porque ningún grupo de interés creado, puede estar por encima de la voluntad de un pueblo”.
El mensaje fue entendido como una advertencia a los representantes de las llamadas “tribus” del PRD y de la coalición progresista tabasqueña quienes, salvo excepciones, se convierten en sus más duros adversarios y pueden llegar a frustrar el mandato que reciben en las urnas.
SOSTENIDO Y CRECIENTE
EXISTEN razones de sobra para que López Obrador esté agradecido con la respuesta de los votantes tabasqueños.
Este año, en Tabasco, López Obrador superó ampliamente a su contendiente Enrique Peña Nieto. Obtuvo 61% de los votos contra 33% del mexiquense. La panista Josefina Vázquez Mota sólo pudo convencer a seis de cada cien electores tabasqueños.
El ex Jefe de Gobierno del DF obtuvo en Tabasco 647 mil 86 sufragios, contra 346 mil 555 del priísta Peña Nieto. Una diferencia de más de 300 mil sufragios.
En las elecciones del 2006, cuando compitió contra Roberto Madrazo y Felipe Calderón, López Obrador consiguió también un amplio respaldo tabasqueño con 512 mil 743 sufragios contra 344 mil 526 del PRI y sólo 31 mil 975 del PAN. A pesar de la intensa campaña en su contra, no sólo mantuvo las simpatías en el estado sino que logró aumentar su cosecha en más de 134 mil electores más, en tanto que el PRI tuvo una ligera disminución de unas dos mil papeletas entre unos comicios y otros.
Podría decirse que existió el impacto de la concurrencia de elecciones y la intensa campaña de los candidatos a otros cargos, pero la mayoría de los votos fueron a la cuenta de López Obrador.
Respecto a Arturo Núñez, el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aseguró que apoyará al nuevo gobierno surgido en Tabasco de las votaciones de julio pasado, que además le dieron mayoría en el Congreso y en las alcaldías, pero que no utilizará al estado como “caja chica” para financiar sus objetivos políticos. “No me voy a meter porque no soy cacique y no tengo esas prácticas. En esta campaña no recibí dinero del gobierno del Distrito Federal; nunca entregué una sola despensa”.
A propósito de López Obrador, su impugnación de la elección presidencial y el anuncio de un Plan Nacional de Defensa de la Democracia y la Dignidad de México, la asamblea de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), encabezada por el priísta José Calzada Rovirosa pidió que las inconformidades se mantengan en las vías institucionales. AMLO había dicho en la entrevista referida que “no daremos pretexto para que los violentos nos acusen de violentos”.
Me parece que contra la “leyenda negra” que se quiere hacer de López Obrador, precisamente lo que ha logrado es que las masivas movilizaciones aunque ocupen calles y plazas sean siempre pacíficas. Esa es su gran responsabilidad ahora.
PRD Y PAN SUBEN, PRI BAJA
VARIAS son las observaciones que se pueden hacer a los resultados de las votaciones para gobernador en la jornada del uno de julio. Por ejemplo, un dato relevante son los 435 mil 870 votos obtenidos por el PRD, frente a los 409 mil 612 del PRI; aunque el resultado final fueron 547 mil 663 votos para Arturo Núñez –por la aportación de sus aliados PT y MC-, y 466 mil 499 para Jesús Alí de la Torre –con la cuota de sus aliados PVEM y Panal-. Los solaztequistas lograron superar su marca de 355 mil 669 obtenidos en los comicios para gobernador en el 2006.
El PRI, en cambio, redujo su cosecha con relación a lo conseguido hace seis años, cuando logró 436 mil 836 sufragios, mayor inclusive que la suma del PRD en este proceso. Aunque es de señalarse que en 2006 los perredistas fueron aliados con el PT y todavía no existía la ley que obligaba a separar la contabilidad de los partidos aliados, por lo cual no se puede separar el mínimo aporte petista.
De acuerdo a este columnista, la reciente elección mostró que la estructura perredista sigue creciendo en la entidad, porque no basta obtener los votos sino cuidarlos.
Un partido –fue sin coalición- y un candidato que a pesar de su derrota en la obtención de cargos puede presumir de una casi duplicación de sus votos es el PAN con Gerardo Priego. En el 2006 el blanquiazul sólo consiguió 29 mil 616 sufragios; en cambio en esta elección se elevó hasta 50 mil 672 votos. Habrá oportunidad de revisar el “fenómeno PAN” en la entidad don de sigue siendo complicado su arraigo como partido.
AL MARGEN
HEMOS escuchado que se debe ser generoso en la victoria, pero también es necesario ser generoso en la derrota. Le comento esto porque el nerviosismo y los deseos de desquite se han apoderado de algunos funcionarios menores en el gobierno estatal quienes comenzaron a presionar e inclusive a amenazar con despido a trabajadores “sospechosos” de habar apoyado a la oposición. Mal harían en revivir la vieja práctica y obsoleta consigna de que trabajar para el gobierno obligaba a trabajar para el partido en el poder.
Sería algo inaceptable que la coalición de izquierdas procediera de la misma forma cuando asuma la administración. Las preferencias partidistas no deben mezclarse con la acción pública. El propio Andrés Granier, gobernador en funciones, ha dicho que “existe voluntad y plena disposición para hacer un proceso de transición (de poderes) ordenado y transparente”. Esta voluntad incluye una conducta civilizada entre quienes se irán dentro de seis meses y entre quienes llegan; después de todo hay una parte sustancial de los trabajadores públicos que permanecerán en sus puestos. (
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