www.ventanasur.com

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Home Colaboraciones LA FIESTA DE LA FIFA por José Luis Lezama

LA FIESTA DE LA FIFA por José Luis Lezama

E-mail Imprimir PDF

*Del diario Reformas, con permiso del autor

Fortaleza, capital de estado de Ceará en el Noreste brasileño, fue la primera ciudad que le cumplió a la FIFA sus altos y caros estándares para la construcción o reconstrucción de los estadios, en las ciudades seleccionadas sedes de la Copa Mundial de futbol 2014; la inversión fue de más de 200 millones de dólares de dinero público. La FIFA sabe negociar: le exige a ésta y otras ciudades que mejore la imagen de las favelas y que retire a los vendedores ambulantes, no sólo por cuestión estética, sino para evitar competidores que disminuyan sus ganancias por los cientos de productos alusivos a la Copa Mundial, sobre los que tiene exclusividad y obtiene importantes regalías.

La ciudad tiene una población de alrededor de 2.5 millones de habitantes y su área metropolitana se acerca a los 3.7 millones; es la quinta más poblada y la de mayor densidad demográfica del país. Fortaleza es, de acuerdo a las Naciones Unidas, también la quinta más desigual del mundo, alberga cerca de 400 favelas. Padece contaminación del agua y está considerada la tercera, de las siete ciudades con la atmósfera más contaminada de Brasil. Se estima que más de 130 mil personas viven en algo que se puede llamar pobreza extrema, y un tercio de la población del área metropolitana es catalogada como pobre; una gran cantidad de sus habitantes carecen de condiciones sanitarias adecuadas y la escasez de vivienda es endémica.
En el marco de las protestas escenificadas en Brasil durante la presente Copa Confederaciones, que llevó a las calles de las ciudades hasta un millón de personas, demandando precios justos en el transporte, mejor educación, salud, menores impuestos y castigo a la corrupta clase política, la organización caritativa suiza Solidar entregó en Zurich al presidente de la FIFA, Sepp Blatter, un documento con cerca de 30 mil firmas, en el que demandó un trato justo al pueblo brasileño, la suspensión de los desalojos de miles de familias en las zonas de obras por el Mundial y de los vendedores ambulantes, así como la exigencia de “embellecer” las favelas. Solidar pidió también el cambio del estatuto que posee la FIFA, como una organización sin fines de lucro, lo cual también beneficia a sus patrocinadores que, bajo esta condición, no pagan impuestos.
Sólo entre 2007 y 2011, las ganancias de la FIFA ascendieron a 4 mil millones de dólares. El valor del patrocinio que recibe por la Copa Mundial pasó de 2 mil millones de dólares en 1984 a 16.6 mil millones en 1996. La FIFA forma parte de ese club de beneficiarios de la economía mundial cuya filosofía es: los ganadores se quedan con todo que, a decir de los analistas, explica la crisis financiera actual. Brasil se queda con el costo social y político y con una gran deuda económica. La FIFA quizá no sabe que, al menos 5 mil familias, fueron desalojadas de zonas como Lagoa da Zeza y Vila Cazumba en Fortaleza, como una contribución de los pobres para hacer posible el mundial.
El mundo del futbol dista mucho del paraíso. La FIFA no sólo ha sido protagonista de múltiples escándalos de corrupción, incluyendo la venta de la sede del Mundial de 2022 a Qatar, donde se descubrió que dos altos ejecutivos de la organización recibieron cada uno 1.5 millones de dólares para apoyar la candidatura de ese país (The Economist, 2/VI/2011).
Declan Hill, sociólogo egresado de Oxford, quien es uno de los principales expertos mundiales en el estudio de Juegos “Arreglados” y corrupción en el deporte, muestra en su obra la enorme corrupción que reina en el futbol y las grandes cantidades de dinero que se movilizan en las apuestas. Sólo en Asia se juegan 2 mil millones de dólares a la semana. La Europol (Interpol europea) sostiene que entre 2008 y 2011 se detectó que 680 partidos de futbol eran sospechosos de estar “arreglados” en 30 países; 380 de éstos tuvieron lugar en Europa (The Economist, 8/VI/2013).
La Europol ha detectado a una mafia comandada por Tan Seet Eng, de Singapur, quien es sospechoso de ser uno de los principales “arregladores” de partidos a escala mundial, lo cual no sólo incluye influir en los resultados, sino también el reparto de tarjetas amarillas y rojas en los partidos, así como el pago de hasta 135 mil dólares a jugadores y oficiales.
El futbol es sobre todo un gran negocio, particularmente caracterizado por sus prácticas dudosas. Otra de ellas es el consumo de drogas para aumentar el rendimiento de los futbolistas. Muchos jugadores son administrados involuntariamente con drogas como la Eritropoyetina. Nello Saltuti, quien jugó en el Fiorentina y murió de un infarto en el 2003, declaró en entrevista efectuada años antes de su muerte, que en los 500 partidos que jugó en su carrera profesional, usó la sustancia Micoren más de 300 veces, declarando que su club se la administraba diciéndole que eran vitaminas. El de Saltuti no es un caso aislado; está documentada en Italia la muerte de muchos futbolistas más a causa del consumo administrado de drogas prohibidas de alto riesgo.
(* Sábado, 29 de junio de 2013)
www.joseluislezama.com<http://www.joseluislezama.com>
 

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar