*Gobierno mexicano, reprobado en Washington; la cruz de Veracruz

*Dos terceras partes de la República inseguras, se salva Tabasco

* Memorias de un viajero al extranjero Peña Nieto: 10 y Obama 5

Víctor M. Sámano Labastida

 

EN UN AÑO electoral huérfano de propuestas significativas y de entusiasmo ciudadano, México se desfonda de varias maneras: 1) con una procuración de justicia que sólo reacciona ante presiones mediáticas, 2) con un gobierno mexicano reprobado en Washington por el informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); 3) con un turismo gubernamental first class del presidente Enrique Peña Nieto y nutrida comitiva (viaje a Dinamarca y Alemania), estrenando Jet mientras la economía mexicana sigue bajo el signo de la recesión.      

Quizás se tiene la impresión de rebobinar una película ya vista. Como si la memoria fuese un privilegio sombrío en el marco de las acciones públicas. Pero no es inútil tal ejercicio de memoria: es condición saludable de la vida pública pensar otra vez los problemas que reaparecen porque no se ha intervenido sobre ellos. 

La democracia deliberativa es condición previa de una democracia ejecutiva, aunque nada garantiza que los actores públicos y gubernamentales aprendan la lección: una y otra vez, los mismos errores y México vive en el límite, cotidianamente al borde del desastre. Recordamos una frase de Carlos Fuentes: “México, problemas siempre grandes y una política pequeña”.    

 

ASÍ NOS VEN DESDE AFUERA

 

EL GOBIERNO de Estados Unidos elabora periódicamente una lista negra de países que no deben visitar sus funcionarios o turistas. Recientemente dio a conocer que, según sus registros, hay 22 estados de la República Mexicana altamente peligrosos.

Es una de los listados más grandes emitido porque abarca las dos terceras partes de las entidades de la República. La buena noticia es que Tabasco no se encuentra en el listado del gobierno norteamericano entre los estados prohibidos para sus turistas. 

A pesar de las recientes informaciones sobre agresiones, secuestros y violencia, Veracruz tampoco está en la lista de riesgos para los estadounidenses. Pero recomienda viajar con precauciones a territorio jarocho.

En el sureste, junto a Tabasco son vistos como estados seguros Campeche, Chiapas y Yucatán. Es posible que la población no comparte ese criterio, porque se dicen inseguros. 

El gobierno de Estados Unidos coloca como estado realmente peligrosos a Guerrero. A sus funcionarios les prohibió viajar a Acapulco. Otros lugares con riesgo para los viajeros de Estados Unidos son Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas, Baja California.

Aunque la lista negra de EU no coincide con la de la población mexicana, sobre todo por el temor a la delincuencia común, sí es un indicador de cómo nos ven en el extranjero.

 

JUSTICIA, MEDIOS Y OPINIÓN PÚBLICA

 

EL CASO Daphne Fernández en Veracruz sigue dando de qué hablar: aunque la justicia se asoma, los procedimientos judiciales preocupan. ¿Por qué? por la incidencia mediática en órdenes de aprehensión dictadas a tres de los cuatro jóvenes acusados de violación. Se escribió aquí de la valentía de Daphne y su familia para denunciar la violación y exponerse al circo mediático; ahora vale la pena observar el otro lado del espejo: la sentencia fast track de la autoridad veracruzana cuando los medios nacionales presionaron. 

La pregunta es delicada: ¿se habrían dictado las órdenes de aprehensión sin la presión mediática? 

Ubique el lector la siguiente cronología para extraer conclusiones: enero de 2015, ocurre el abuso sexual (Daphne era menor de edad); marzo de 2015, la familia de Daphne trata de llegar a un arreglo con los agresores (que se disculpen y no se acerquen más); abril de 2015, el padre de Daphne graba en video la admisión de culpa de dos de los agresores y se atiende el caso en el Instituto Rouger, donde estudiaban Daphne y tres de los jóvenes ahora conocidos como “los porkys de Costa de Oro”, en esta tendencia de etiquetar; mayo de 2015, denuncia penal por violación, interpuesta en Veracruz. Vienen 8 meses de silencio jurídico, de junio de 2015 a enero de 2016. 

Como nada ocurría por la vía legal, en febrero de 2016 la familia de Daphne decide ventilar el caso públicamente, con la difusión del video inculpatoria grabado por el padre de Daphne, y las redes sociales funcionan como caja de resonancia; en marzo de 2016 el caso estalla a nivel nacional en los medios más importantes: periódicos, revistas, radio y televisión. Y ahora, abril de 2016, se expiden 3 órdenes de aprehensión, cuando ya uno de los implicados está en España.    

Llama la atención que el fiscal del caso, Luis Bravo, ubicaba como lejana (por falta de pruebas) la posibilidad de una sentencia condenatoria. Después de semanas intensas de cobertura mediática e indignación pública, se dictan 3 órdenes de aprehensión. Parece una solución jurídica que busca sosegar a la opinión pública, no impartir verdadera justicia con un expediente aseado. Una solución política ante el batidillo que resulta Veracruz en año electoral, con un gobernador en sus horas más bajas (Javier Duarte ha librado por poco la acción de juicio político).               

El telón de fondo de esta historia viene de Washington, donde esta semana en el informe anual de la CIDH se reprobó al gobierno mexicano en a) respeto a los derechos humanos, b) corrupción y c) freno al narcotráfico. Resulta delicado porque el gobierno mexicano siembra desconfianza y cosecha inseguridad en las calles. El informe le pega a la imagen de México en el mundo, y los dueños de capitales se preocuparán, pero eso es lo de menos para el ciudadano de a pie, que ve en las calles crecer el olor del miedo.

 

AL MARGEN

 

MIENTRAS el país se agita de diversas maneras, el presidente Peña viaja al extranjero sin agendas significativas. Fotos de glamour y firmas honoríficas. Nada más. Su promedio anual de viajes: 10. Entre sus pares mandatarios, Barack Obama se ubica en un lejano segundo lugar, con 5. Los comentarios no se han hecho esperar, entre ellos uno de articulista avispado: “Peña viaja mucho porque sus secretarios de Hacienda y Gobernación hacen muy bien su trabajo”. No es ironía: se dijo en serio. Reciclemos tristemente a un clásico: “No podemos cambiar de país: cambiemos de tema”. 

 

COMO le decía ayer: hay reacomodo de piezas en el gobierno. A la subsecretaría de Desarrollo Político llegó William Castillo Ulín; se especuló que esa posición era para Patricio Bosch. Vienen ajustes en otras áreas de la Segotab. Habrá novedades en el gabinete de seguridad. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )