Tiempo de definiciones en el PRD; candidaturas y liderazgos en paquete

Jueves, 19 de Octubre de 2017 00:41 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Una carrera contra reloj y con circunstancias cambiantes
*En el solaztequismo no hay ni habrá dedazo, dice Núñez
*La difícil convivencia entre tribus, Nuevo Izquierda y ADN
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
DESDE su fundación, lo que ocurre en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha sido de interés para quienes participan de la política. Lo fue por su creciente cosecha electoral y lo es más todavía en Tabasco con el triunfo en el 2012 en las elecciones con la coalición que encabezó para la gubernatura. Hay una interpretación polémica sobre si se puede decir que sea el partido en el poder estatal, o si se acepta que el equipo en la administración de Arturo Núñez es plural, sin identidad partidista plena.
Pero considerando el hecho de que en torno al PRD (con su fracción lopezobradorista) se congregaron partidos como el Movimiento Ciudadano (ex Convergencia) y del Trabajo (PT), así como disidentes del PRI e integrantes de la Agrupación Pino Suárez, lo que sucede en el solaztequismo tabasqueño es determinante para lo que será el reparto del poder local como resultado de las elecciones del 2018.
 
VUELTA A LA SEMILLA
 
SUCESOS recientes confirman que en el perredismo se dejó pasar un valioso tiempo para realizar los cambios necesarios y reglamentarios en su dirigencia. Lo mismo sucedió a nivel nacional. Parecería que a los tomadores de decisiones –líderes de corrientes y de grupos- se les olvidó que el PRD es un partido que de vez en vez retorna a sus orígenes: la lucha interna, la confrontación de liderazgos y tribus.
Por lo general la explicación es que se trata de un partido vivo, donde no hay decisiones autoritarias y que sí hay democracia. Como argumento público está bien, pero como práctica tiene sus matices. Sobre todo porque no le deben ser ajenas las circunstancias en las que deben resolver asuntos como los relevos en su dirigencia y la selección de sus candidatos. 
Si ya de por sí los solaztequistas fueron metidos en una dinámica riesgosa con el emplazamiento del Tribunal Electoral (TEPJF) para que en un máximo de 60 días renueven su dirigencia nacional, la reciente disposición de una “comisión jurisdiccional” interna para que Candelario Pérez deje la jefatura del PRD estatal a más tardar este viernes al medio día complica las cosas. Es cierto que en este último caso es solo una notificación en estrados, pero pone en evidencia la sorda batalla de sus corrientes.
En efecto, fueron unos 500 militantes los que solicitaron la remoción de Pérez Alvarado. Lo significativo es que entre quienes acudieron al recurso se cuentan José Antonio de la Vega –aspirante a la candidatura para el gobierno estatal-, Antonio Solís Calvillo y Johana Sánchez Aguirre (funcionarios estatales), los diputados José Alfonso Mollinedo y Araceli Madrigal (federal), así como el ex alcalde Francisco Sánchez y el secretario general José Rueda de la Cruz, algunos identificados con la corriente Nueva Izquierda.
LLAMADO A TIEMPO
DESDE abril de este año el PRD tenían que publicar su convocatoria para la renovación de sus dirigentes y así lo hicieron notar en su momento los gobernadores Arturo Núñez, Silvano Aureoles y Graco Ramírez; en agosto, el TEPJF ordenó a los solaztequistas sujetarse a sus estatutos y proceder al cambio. No lo hicieron. De esta forma, el 12 de octubre vino el emplazamiento definitivo y en esas están, cuando los ocupaba dos asuntos de vital importancia: la construcción del Frente con el PAN y MC, así como la negociación de las candidaturas.
Ayer mismo el gobernador Arturo Núñez, en su calidad de militante perredista, insistió en que son bienvenidas todas las expresiones pero que también se debe preservar la unidad partidista, en relación al necesario relevo de la dirigencia. 
El tema de la unidad fue también referido en ocasión de una encuentro que tuvieron alcaldes y diputados perredistas en Villahermosa. Dijo Núñez: “en el PRD se es libre de expresar la preferencia por uno u otro de los aspirantes a cargos de elección popular, no es un partido donde es esté en espera del dedazo, sino que se construye la candidatura a partir de un posicionamiento ante la ciudadanía que es la que va a decidir con su voto quien gobierne”. 
En esta expresión, como se observa, hay dos circunstancias: la que se refiere a la selección de los candidatos perredistas y la prueba de las urnas en la elección constitucional.
El gobernador Núñez fue interrogado en torno al pronunciamiento de un grupo de solaztequistas para acelerar el relevo de la dirigencia estatal, y también por la reunión que encabezó la consejera nacional del PRD Rosa Isela Hernández, en la que participaron los ediles Gerardo Gaudiano (Centro), José Sabino Dagdug (Huimanguillo) y Francisco Cabrera (Jalpa); también los diputados  federales Héctor Peralta Grappin  y Elio Bocanegra, este último aspirante a la dirigencia estatal.
En medio de esta efervescencia solaztequista, el diputado Juan Manuel Fócil –líder de la corriente Alternativa Democrática Nacional y también aspirante a la gubernatura- planteó que el relevo de la dirigencia estatal se realice no mediante el Consejo Político, cuyo mandato ya habría concluido, sino con una consulta a las bases. De la misma forma insistió en que existe un acuerdo para que el abanderado perredista al Ejecutivo estatal salga de una encuesta.
Otro de los aspirantes a la candidatura, el también diputado José Antonio de la Vega, aseguró que lo prioritario es la unidad partidista para tener un frente electoral competitivo. El PRD deberá resolver al mismo tiempo su nueva dirigencia y sus candidaturas. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )