Ajustes en el “grupo compacto” de Peña; el adiós de Osorio Chong

Viernes, 12 de Enero de 2018 00:43 Editor
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 Escala Crítica /Columna diaria

* La crisis de seguridad y riesgo de violencia electoral
* Reformas, Chapo y CNTE: claroscuros del hidalguense
* Navarrete Prida, parte del reacomodo del poder regional
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
UNA DECLARACIÓN significativa de Miguel Ángel Osorio Chong, todavía como Secretario de Gobernación (enero 3), pasó casi desapercibida: “Hay que evitar la violencia en el proceso electoral”. Un bombero tiene que evitar incendios, pero no hablar de ellos. Aguantar el fuego y no invocarlo. 
La frase sobre evitar la violencia electoral, es significativa en el contexto del arranque de las campañas presidenciales. En el inicio de la competencia electoral, una declaración de ese calibre resulta extraña y fuera de lugar. 
Un poco pidió reflectores (a Gobernación le corresponde mantener el orden en la República) y mucho advirtió una posibilidad dramática para la estabilidad del país. Jugada audaz en sentido político, después de que Osorio Chong fue apartado en diciembre de la nominación presidencial del PRI. No se sabe hasta qué punto su declaración que invocó el espectro de la violencia fue el último clavo en el ataúd político de Osorio, que se mantuvo en la pelea contra viento y marea por 5 años para tratar de conseguir el dedazo de Peña.
El adiós de Osorio, certificado el miércoles 10 de enero, amerita una retrospectiva de sus servicios prestados a la República. Los claroscuros dominan en esta trayectoria. 
 
ARTÍFICE DE LAS REFORMAS 
 
OSORIO Chong, en el gabinete de Peña, vivió políticamente del Pacto por México que generó los acuerdos en el Congreso de la Unión, para las denominadas reformas estructurales que Peña festejó como el ‘Mexican Moment’. De hecho, su relevo en Bucareli, Alfonso Navarrete Prida, se refirió a este punto de manera entusiasta. Es curioso cómo, vistas en el corto plazo, las reformas gestionadas por Osorio Chong aparecen como un blasón sexenal para Navarrete, pero desde luego no han dado los resultados esperados y, sobre todo, festejados por el Presidente Peña y su equipo. Nunca llegaron, e incluso Peña tuvo que mover su discurso reformista hacia el mediano y largo plazo. 
Si Osorio fue el artífice de los acuerdos para las reformas, entonces quizás pensó que merecía la nominación presidencial por el PRI. Aunque vistas las cosas desde fuera del tricolor, se desvanece la perspectiva positiva de ese momento (2012-2013). La crítica a las reformas estructurales de Peña será un punto clave de los debates presidenciales. El nivel de vida actual en México, cortesía de las reformas, energética y hacendaria, es el peor en 30 años (Banco Interamericano de Desarrollo, informe económico 2017). En este contexto, Osorio resultaba un blanco igual o más visible que José Antonio Meade, comandante en jefe del gabinete hacendario. 
 
LOS CASOS DE OSORIO
 
LOS PRINCIPALES casos que atendió Osorio Chong fueron a) la segunda fuga de Joaquín El Chapo Guzmán en julio de 2015 y b) la gestión de diálogo con los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), entre 2014 y 2016. 
Desactivó la bomba del Chapo con su recaptura (8 de enero de 2016), que a su vez lo relanzó en la contienda presidencial. De cualquier manera, en sentido estratégico y logístico, varios especialistas en cuestiones de seguridad señalaron como un error craso que Gobernación concentrara en su organigrama tareas carcelarias, algo que fue idea de Osorio al llegar a Bucareli, quizás para abarcar más y tener mayor influencia en el gabinete de Peña.
En el tenso diálogo con la CNTE, Osorio tuvo un pulso con su compañero de gabinete, Aurelio Nuño, quien despachaba en la SEP y ahora es uno de los operadores de campaña de Meade, vencedor de Osorio. 
La táctica de Gobernación fue una negociación con recursos, por debajo del agua, mientras que Nuño se amarró para promover y realizar una reforma educativa que acotó privilegios sin mejorar la calidad de la enseñanza. Un empate gris, entre Osorio y Nuño, que con todo y operadores han dejado cabos sueltos en ese terreno. Hay una soterrada ruptura entre estos personajes; quizá un ajuste en el pacto de los grupos Hidalgo y Edomex.
 
  
RELEVO Y CRISIS DE IDEAS
 
ALFONSO Navarrete Prida viene (¿coincidencias?), del Estado de México. Se habló mucho en la prensa de casos análogos al de Meade y Osorio, en la historia reciente del PRI/Gobierno. La sombra de Gobernación ha inquietado a los candidatos tecnócratas. En un artículo curioso, Joaquín López Dóriga (Milenio, enero 10) expresa que “Peña no es Salinas, ni Colosio es Meade”, a propósito de un eventual relevo en la esquina priísta. Lo hizo para defender la personalidad política de Peña, pero sin querer llevar más fuego a la accidentada campaña de Meade. 
Navarrete, al jurar el cargo, deslizó algunas frases desafortunadas. Afirmó que “en el país existe una crisis de ideas”, al mismo tiempo que “de hecho, se tienen muy buenas ideas”.¿A quién asignar la crisis de ideas?, ¿y a quién asignar las buenas ideas? Un galimatías de quien debe atender a los actores públicos en el año que se vislumbra como el más delicado en la historia contemporánea de México. Por lo pronto, dos hidalguenses dejaron el círculo privado: Osorio y Murillo Karam.
 
AL MARGEN
 
APENAS se apagaba el último reflector de la visita a Tabasco de Ricardo Anaya y anuncian la llegada de Margarita Zavala aspirante independiente. Plaza difícil para panistas y ex panistas…Francisco Iván González, el más joven integrante del gabinete gubernamental fue relevado en la secretaría particular del gobernador por otro joven, Mario Oramas Rodríguez. El primero buscará la candidatura al Congreso local. 
 
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