López Obrador y los empresarios; la quiebra de la Unión Ganadera

Miércoles, 21 de Febrero de 2018 00:34 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*La izquierda de Morena y la iniciativa privada tabasqueña
*Encuentro inusual, que no debe extrañar; la crisis como motor
*Rezagos acumulados por años “revientan” al sector agropecuario
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
ANDRÉS Manuel López Obrador estuvo ayer en Tabasco. Se reunió con la estructura de su partido, Morena, pero también tuvo un encuentro con empresarios tabasqueños. Este fue un hecho inusual, pero seguramente volverá a repetirse durante la campaña. Recordemos que actualmente se está en el periodo de intercampañas, una etapa difusa respecto a la actividad de los aspirantes. Como sea, la reunión de AMLO con los representantes de la iniciativa privada local tiene un indudable significado político.
Si bien es cierto que empresarios que algunos empresarios se sumaron a la causa lopezobradorista en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) a finales de los noventa y principios del 2000, una mayoría se mantuvo fiel al hasta entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI). Con el crecimiento de la oposición, y sobre todo con la ruptura del bloque dominante por la alternancia en la Presidencia de la República, las lealtades, intereses y simpatías se reacomodaron.
 
DESPLAZAMIENTO Y ACOMODO
 
ASÍ COMO el PRI tenía un “voto duro” en los sectores rural y urbano, también se mantuvo un “núcleo duro” en el empresariado tabasqueño identificado con el tricolor. Esto es, con el partido en el poder. Un fenómeno que había dejado de existir en el Centro-Norte del país desde mediados del siglo pasado, donde el beneficiario de la tensión entre la iniciativa privada y el gobierno federal fue el Partido Acción Nacional. Como también sucedió en Yucatán. 
A finales de los noventa otros segmentos de lo que podríamos denominar empresariado nacionalista y microempresarios comenzó a emigrar a la izquierda y aportó candidatos en Tabasco, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, entre otros. Como había sucedido en la capital del país. Ocurrió poco después en Chiapas y Quintana Roo, para ir cubriendo el sureste.
Sin embargo, todavía se puede afirmar que existe una mayor afinidad de intereses del empresariado con el PRI…hasta que la persistente crisis económica –aumento de los gravámenes, desplazamiento por el capital extranjero, pérdida de  empleos, inseguridad, etcétera-, ha hecho que busquen otras opciones. Pero siempre buscando jugar a la segura. Y en política el signo característico es la incertidumbre.
Por lo pronto, no es de extrañar el encuentro privado de AMLO con los empresarios tabasqueños. Que también lo tendrán con los abanderados del frente encabezado por el PAN y de la coalición del PRI, pero eso resultaba hasta ahora más lógico. En un sistema democrático tendría que ser normal, pero nuestro país todavía no vive esa normalidad.
 
MODELO PARA DESARMAR
TABASCO fue, durante décadas, un modelo de organización en la actividad ganadera. En abril de 1936 nació la Unión Ganadera Regional de Tabasco (UGRT), para agrupar a las ligas de productores dispersas en todo el estado. Había un gobierno nacional interesado en impulsar la integración del país y un gobierno estatal comprometido con la actividad agropecuaria. En los años 60 y 70 del siglo pasado, se vivió un auge en el sector. En esa época se dedicaba hasta el 60 por ciento de su superficie a la actividad ganadera, en perjuicio de la diversificación. Pero el mercado mandaba.
Todo indica que la Unión Ganadera llega a su fin. O por lo menos entra en una etapa crítica sacrificada por sus deudas, en las cuales un ingrediente innegable es la corrupción. Cierto que son varios los factores contribuyeron al desastre de lo que fue una organización modelo para la producción. La noticia publicada ayer sobre el remate de los predios de la UGRT donde se ubican las instalaciones de la agrupación –en realidad la sede de los dirigentes- y lo que fue Ultralácteos-, es una tragedia anunciada…pero los administradores quisieron jugar con los tiempos en espera de un milagro. No lo hubo ni lo habrá. Quizá el milagro sería que la ruina no haya llegado antes.
La UGRT llegó a estar integrada por una serie de empresas e instancias como la Cooperativa de Consumo de Ganadero (CCG), Frigorífico y Empacadora de Tabasco S.A de C.V; Transportadora de Cárnico y Derivados (TCD), Unión de Crédito Ganadero de Tabasco (UCGT), Ultralácteos (ULT), Alimentos Balanceados Unión, Comercializadora Unión (CUN), un Fondo de Aseguramiento Ganadero (FAG), un Comité de Fomento y Protección Pecuaria (CFPP). En fin, todo un emporio que, en los últimos años se fue desmantelando hasta que comenzó a tener vida artificial mediante subsidios y créditos.
Aunque a principios de este sexenio se habló de la intención de recuperar una actividad que fue de gran apoyo para los ganaderos de la entidad, Sur de Veracruz, Norte de Chiapas, Campeche y Yucatán, puede decirse que esa res ya estaba herida de muerte.
A mediados de 2014, trascendió que  la UGRT no estaba sacrificando ganado; las cabezas se vendían en pie a otros mercados. Al mismo tiempo, los líderes anunciaron su intención de vender en un mil millones de pesos las 32 hectáreas de la Unión. Último negocio que ya no concretaron.
A decir de la diputada Norma Gamas, presidenta de la Comisión de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesquero, lo que se obtenga del remate de los predios de la Unión Ganadera no alcanzan para pagar un adeudo de más de 500 millones de pesos. En realidad los débitos rebasan los 600 millones de pesos.
AL MARGEN
HAY un tiempo en el que todos los rezagos acumulados hacen crisis. Es lo que está sucediendo en Tabasco. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla