*Hablarán los seis de su proyecto de desarrollo para Tabasco

*El trasfondo de una economía monodependiente, el petróleo

*Mano de obra: expulsados del campo y arrojados a la informalidad

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

 

MAÑANA viernes se realizará la segunda y última comparecencia o presentación conjunta  confrontación organizada oficialmente de los seis candidatos a la gubernatura de Tabasco. Aunque los temas que deberán abordar tienen como eje temático “Economía y Desarrollo”, por lo general este tipo de foros termina siendo una revisión muy superficial –tanto por la escasez de tiempo como por las características propias de los llamados debates. Como subtemas tendrán desarrollo económico y empleo; medio ambiente; energía y agua, además de educación.

Como puede observar el lector –y potencial elector- cada uno de estas cuestiones daría para un programa, como sucedió por ejemplo en el primer encuentro público organizado por el Instituto Electoral el 11 de mayo cuando en torno a “Política y Gobierno”, la candidata y los candidatos tenían que debatir sobre Gobierno, Transparencia y Corrupción, Seguridad Pública y Justicia y Salud. Apenas pudieron esbozar algunas cuantas propuestas. 

Volverán a encontrarse Georgina Trujillo (PRI), Adán Augusto López (Morena-PT-PES), Gerardo Gaudiano (PRD-PAN-MC), Manuel Paz (Panal), Oscar Cantón (PVEM) y Jesús Alí, independiente.

 

CANTIDAD O CALIDAD

 

EN ESTE SEGUNDO foro, me parece que si los aspirantes a la gubernatura logran explicar al público de qué manera conciben el desarrollo económico y social –muchas veces confundido con crecimiento-, de esa propuesta derivarán acciones que impacten en la creación de empleos, impulso a la inversión, impacto al medio ambiente, aprovechamiento del agua y la energía, etcétera.  Es evidente que como se conciba el objetivo de la sociedad y la función del individuo sería la educación.

Los especialistas sostienen que entre los políticos existe una permanente confusión entre desarrollo y crecimiento económico. En términos muy generales digamos que el crecimiento económico se refiere a cambios cuantitativos, teniendo como principal indicador el Producto Interno Bruto; pero también se aplica a otros sectores: tener más escuelas, más hospitales, más policías, etcétera. Para quienes ponen énfasis en el crecimiento, todo va bien si hay más de todo…aunque no importa cómo se distribuya.

Por el contrario el desarrollo nos remite a aspectos cualitativos. No sólo más, sino mejor. Esto es, cómo se reflejan la riqueza nacional o estatal resultado del esfuerzo colectivo –como suma de esfuerzos individuales- en la calidad de vida. Mejor educación, salud, transporte y vivienda de calidad. En suma: promover y mantener la prosperidad de sus habitantes.

Cualquier proyecto que se proponga para Tabasco debe considerar no sólo el impacto de la llamada globalización, sino los cambios que ha tenido la economía local y su impacto en la población.

Así, por ejemplo, no puede ignorarse que hasta hace seis años la actividad extractiva  -el petróleo-  representaba más del 50% de la economía tabasqueña, aunque apenas generaba menos del 7 % del empleo. Si ya de por sí esta concentración implicaba una grave dependencia y al mismo tiempo de efectos devastadores en la función económica –que el mayor número de personas participaran y se beneficiaran de la generación de riqueza-, la crisis petrolera del 2014-2015 arrojó a decenas de miles de trabajadores a la calle.  

Por si fuera poco, el crecimiento de la actividad extractiva petrolera –ojo, no se produce petróleo, se extrae-, trajo consigo el achicamiento de la producción agropecuaria y un crecimiento en los servicios asociados directa o indirectamente a la industria de los hidrocarburos. 

SITUACIÓN CRÍTICA

 

NO RESULTA casual que al contraerse las labores de Pemex fuera precisamente Tabasco el estado líder en desocupación nacional.  

Hay, como trasfondo, otra tragedia: de la población ocupada en la entidad al finalizar el 2017, el 67.9% se hallaba en las informalidad. Sin prestaciones, sin estabilidad laboral. 

En un documento oficial se reconoce: “Aunque de manera natural se han desarrollado servicios locales para atender el sector petrolero, éstos son de poco impulso al crecimiento y de baja remuneración salarial. En este sentido, lo que ha faltado es una política pública que fomente el desarrollo de un sector local de industrias y servicios estratégicos de apoyo y complemento a esa actividad…” (Plan Estatal de Desarrollo 2013-2018) ¿Será posible ahora?

Leemos en un documento Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad: “El estado de Tabasco está incluido en la región sureste y frontera sur de México. Se encuentra en una situación crítica por la implementación de un modelo de desarrollo económico basado en la plantación y en la explotación ganadera extensiva necesaria para el suministro de alimentos en México, así como la explotación petrolera con efectos determinantes socioambientales que deben atenderse y evitarse”.

Tabasco y su economía: ¿para qué?, ¿para quién?

 

AL MARGEN

POR INICIATIVA del gobernador Arturo Núñez , y avalado en un decreto aprobado por los legisladores locales, este año es el del “Quinto Centenario del Encuentro de Dos Mundos en Tabasco”.  Mañana viernes habrá un acto especial frente a la Aduana de Frontera, Centla, según confirmó Fernando Vázquez Alanís, presidente del Comité Organizador.

Se trata, explicó el historiador, de recordar el encuentro protagonizado por el capitán Juan de Grijalva Cuellar y Tabscoob, cacique de la provincia maya de Potonchán, en la región que hoy ocupa el municipio de Centla. (vmsá Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )