Romero Oropeza: reto estratégico; el sureste clave para los energéticos

Sábado, 28 de Julio de 2018 00:33 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Adelanta AMLO que el tabasqueño estará al frente de Pemex
*En líneas generales define su política de recuperación en el sector
*El modelo de Lázaro Cárdenas: fortalecer la economía interna
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
SE CONFIRMÓ lo que era una designación largamente anunciada: el tabasqueño Octavio Romero Oropeza será el director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El propio AMLO anunció también que Manuel Bartlett Díaz estará a cargo de la otra “Empresa Productiva del Estado”, la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Recordemos que la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto desapareció a Pemex y la CFE como paraestatales. 
El sector de la energía estará a cargo de Rocío Nahle García, quien durante su reciente visita a Tabasco para supervisar la posible sede de una nueva refinería, fue acompañada de Romero Oropeza. No hay sorpresas. Aunque el nombre del colimense Mario Delgado había sido mencionado tanto para Pemex como para la CFE, en realidad el tabasqueño conocido popularmente como “Jody” encabezó los trabajos de la cuestión petrolera en el Proyecto Alternativo de Nación desde la campaña presidencial del 2006. 
 
CERCANÍA Y CONFIANZA
 
ROMERO Oropeza, aunque es ingeniero agrónomo, se ha especializado en el tema energético y para López Obrador ha resultado un excelente administrador. Pasó las pruebas durante el tiempo que AMLO fue dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (1996-1998) y en la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (200-2005), cuando se desempeñó como Oficial Mayor en ambos casos.
La confianza que le tiene el virtual presidente electo es tal que en el denominado Gobierno Legítimo, Octavio Romero fue designado como responsable de la cartera de la Austeridad Republicana. Se puede asegurar que junto al fallecido Alberto Pérez Mendoza, es uno de los tabasqueños que mayor lealtad ha mostrado al proyecto lopezobradorista.   
No haré una referencia pormenorizada de los cargos que ha ocupado el futuro director de Pemex, que lo mismo han sido políticos que administrativos, sólo me detengo a mencionar que recientemente asumió labores de “sacrificio”: la integración junto a Javier May Rodríguez  -también en camino a incorporarse al gabinete ampliado de López Obrador- como dirigente del partido Morena en Tabasco y la primera prueba electoral del naciente instituto cuando en el 2015 y 2016 fue candidato a la alcaldía de Centro. Más recientemente estuvo a cargo de la organización de Morena para las elecciones presidenciales en un terreno complicado para la oposición: el estado de Hidalgo.
En el sector energético, además de ORO, Bartlett y Nahle, el tabasqueño y futuro presidente adelantó los nombres de Alberto Montoya como subsecretario, Carlos Morales Mar, como subdirector de la CFE y a Luis Abelardo González, coordinador de políticas de energías renovables. 
 
HERRAMIENTA DE SOBERANÍA
 
COMO le hemos comentado, la explotación de los hidrocarburos seguirá siendo la palanca fundamental de la economía mexicana –y por supuesto la tabasqueña-, pero con el compromiso del nuevo régimen para no anclarse en la exportación de materia prima; el ambicioso proyecto es darle un valor agregado al petróleo y al gas, al mismo tiempo que establecer un esquema de transición para el fomento de la productividad en otros campos. 
El modelo de referencia es lo sucedido durante el régimen de Lázaro Cárdenas inmediatamente después de la expropiación petrolera en 1938: el impulso a la industrialización y el mercado interno, el desarrollo de las capacidades tecnológicas. En suma: el aprovechamiento estratégico de este recurso no renovable  (“Nahle y Romero: el petróleo como herramienta de soberanía energética”, Escala Crítica 20/VII/2018)
Como lo reiteró ayer López Obrador, el objetivo es también que México deje de comprar gasolina en el extranjero y lograr una política interna que permita bajar los precios de los combustibles a la mitad de su sexenio.
Los planes reiterados por AMLO: primero, “extraer petróleo y gas con urgencia, porque se está cayendo la producción petrolera”, a partir del dato que hace 14 años, en el país la producción de petróleo era de 3.4 millones de barriles diarios y actualmente sólo de un millón 900 mil barriles. La explicación: “una tendencia a la baja porque se abandonó el sector energético y la industria petrolera”. Se trata ahora, dijo, de invertir 75 mil millones de pesos para explorar y perforar pozos petroleros, lo que permita elevar la extracción a 2.5 millones de barriles diarios, en dos años.
Recordemos que en los años ochenta sólo de Tabasco se extraían más de un millón de barriles diarios, y ahora estamos a menos de los 500 mil barriles.
Una segunda acción prioritaria es reconfigurar y rehabilitar las seis refinerías que hay actualmente en el país. Si bien dijo AMLO que en promedio operan al 30 por ciento de su capacidad, reportes internos de Pemex revelan que las de plantas de Minatitlán y Madero no producían ni un galón de gasolina a mediados de julio (Proceso, Jesusa Cervantes).
La tercera acción prioritaria es, por supuesto, la construcción de una nueva refinería en Paraíso Tabasco, con una inversión en tres años de 160 mil millones de pesos. 
AL MARGEN
OTRO proyecto con impacto directo para Chiapas y Tabasco sería la anunciada inversión de unos 20 mil millones de pesos en la modernización de las hidroeléctricas. Es posible que ahora también se plantee la racionalidad de que Tabasco tenga tarifas eléctricas mucho más bajas al utilizar la energía de generación más barata. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )