*Investigadores universitarios envían propuestas a López Obrador

*Recomendaciones para evitar la migración forzada y la violencia

*Cambiar la política de despojo y empobrecimiento de los campesinos

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

LAS BATALLAS actuales por la soberanía no ocurren con ejércitos de la más alta tecnología para destruir a otro contingente armado. Si esto fuera así, Estados Unidos no tendría problema en arrasar con cualquier pueblo. La soberanía desde la comunidad, desde la independencia del individuo, es un concepto defendido inclusive por organismos como la FAO, de Naciones Unidas. Recientemente se conmemoró el 105 aniversario de la Defensa de Veracruz, una de las históricas guerras libradas a cañonazos. 

Ahora es distinto. Incluso en las acciones del combate a la delincuencia, prevenir la violencia y evitar la inestabilidad social, el armamento más sofisticado resulta insuficiente si no se atienden las condiciones de vida de la población. Un ejemplo de lo que se puede y debe hacer lo explicó en su momento el Alto Comisionado para la Paz en Colombia.  

En este sentido, me parece oportuno comentarle también que un grupo de investigadores de diversas instituciones de educación superior del país enviaron al presidente López Obrador, a su gabinete y a diputados y senadores, una propuesta de 50 recomendaciones para construir una relación productiva y de cooperación entre el campo y la ciudad, evitando la migración forzada y los desplazamientos por la violencia.

 

EN EL CENTENARIO DE ZAPATA

 

EL DIAGNÓSTICO y las recomendaciones de los científicos mexicanos fueron dados a conocer el 10 de abril, con motivo del centenario del asesinato del líder agrarista Emiliano Zapata, y cobran actualidad en vísperas del anuncio del Plan Nacional de Desarrollo. Ojalá que sean considerados en ese documento.

Firmado por 32 especialistas de diversas ramas del saber, el texto de 13 páginas titulado “La vivienda rural en el nuevo proyecto nacional: política prioritaria”, establece precisamente que los hogares en el campo son el espacio clave para atender otros derechos humanos: alimentación, salud, educación, cultura, libertad. Es un elemento fundamental para combatir la desigualdad, pobreza, segregación. Retener y reintegrar a la población rural a sus comunidades, es una condición ineludible para iniciar el verdadero desarrollo nacional, subrayan.

En un recuento que hacen investigadores de la UNAM, UAM, Politécnico, entre otras instituciones se destaca que “el medio rural, que conocemos como “el campo”, es el territorio más extenso, complejo y diverso de México (90% de la superficie nacional), flanqueado por el mar y con él. Allí se ubica la mayor parte del patrimonio natural y cultural, es el hábitat del maíz y de los pueblos originarios (7.4 millones de hablantes de lengua indígena), parte significativa de otros 30 millones de mexicanos (22% de la población nacional), que habitan más de 8 millones de viviendas, distribuidas en 197 mil localidades (97.7% del total nacional) ubicadas en más de 2,000 municipios rurales del país (81.36% del total)”. 

 

LA CASA, UNIDAD BÁSICA

 

ANOTAN que el campo es “el continente de nuestros bienes y recursos naturales, fuente fundamental para la producción de alimentos y materias primas; por tanto, el medio rural es el ámbito más significativo desde el punto de vista territorial, natural, ambiental, social, cultural, económico y político, el cual cuenta con una gran diversidad regional”. Plantean revertir la política económica que en cuatro décadas de neoliberalismo decretó el fin de la propiedad social, legalizó el despojo y la privatización de ejidos y comunidades, fragmentó el territorio y puso en riesgo la existencia de poblados enteros, afectó la producción local y colocó en competencia desigual a sus productos, incrementó la pobreza, la violencia y generó la migración forzada a las ciudades y el extranjero.

Parte de la criminalidad que estamos viviendo es resultado de una política que puso énfasis en la concentración de la riqueza en pocas manos y protegió el saqueo. La actual crisis –sostienen los investigadores universitarios- se puede revertir con un verdadero cambio para el campo y los campesinos desde su lugar de residencia: la vivienda. Me parece muy acertado cuando enfatizan que la vivienda es el “referente fundamental e indicador básico del desarrollo rural, por ser la escala del territorio más elemental y significativa. La casa crea, reúne y distingue a la familia, como personas constituidas en una unidad sociocultural básica (parentesco), vinculada con los procesos productivos se articula con aspectos comunitarios amplios y significativos, como la vecindad, el ejido, la asamblea, los pueblos y regiones”. La sociedad, la comunidad, comienza por la casa, el hogar. ¿Atenderán los políticos el llamado de los expertos? Escuchar también es gobernar.

 

AL MARGEN

 

SI PUDIMOS contra el huachicol “vamos a poder con todo”, afirmó el presidente López Obrador. Según las cifras dadas ayer por Octavio Romero, director de Pemex, el robo diario de barriles de combustibles ha pasado de 81 mil en noviembre a sólo cuatro mil en este mes en promedio. Hay días en que –como- el domingo reciente que fueron sustraídos únicamente 2 mil barriles. 

 

TABASCO está incluido en la región fronteriza por la que podrán transitar temporalmente las personas originarias de El Salvador y Honduras, además de las de Guatemala y Belice. Esta franja para “visitantes regionales” se compone también por todas las ciudades y municipios de Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán. ¨Junto a esta medida el gobierno federal deberá reforzar el apoyo a las entidades receptoras de las oleadas masivas de migrantes centroamericanos. 

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