El año que vivimos en peligro, 2021; la salud y la economía, un binomio

Jueves, 31 de Diciembre de 2020 00:52 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

 
*Toda pandemia no termina en una oleada, pero se puede combatir
*Debemos mejorar nuestros sistemas de higiene y bioseguridad
*Galeano: Alimentar la esperanza viva, con dudas y sin dogmas
   
Víctor M. Sámano Labastida
 
CONCLUYE el año de la peste, el 2020. Pero no termina la peste. Es un evento que dicen se presenta cada cien años, o se presentaba; ahora los ciclos se acortan. Tendremos largos meses del 2021 en el complicado equilibrio entre la salud y la economía. Las finanzas actuales dependen de una creciente movilidad; combatir la pandemia requiere el mayor confinamiento posible. Los dos extremos. 
Avanzada la propagación del virus, cuando en septiembre la cifra de muertes vinculadas al COVID-19 rebasaba ya el millón –un balance que nos acercaba peligrosamente a la “otra normalidad”, la de la muerte cotidiana-, varias publicaciones difundieron que el virus de Wuhan reunía los patrones letales de cada siglo “para reducir la población mundial de manera natural”. 
Y citaban que sucedió con la Gran Plaga de Marsella en 1720; la Pandemia del Cólera en 1820 y la Gripe Española en 1920. También se mencionaba la Gran Plaga de Egipto de 1610, peste bubónica, y la Epidemia de Viruela en 1520. En todas encontraban supuestamente un patrón: afectó a personas en extrema pobreza, ancianos, enfermos terminales y portadores de otros padecimientos incurables. Se hablaba de algo así como un “limpieza” periódica, atribuida a una especie de equilibrio de la naturaleza pero también fue aprovechada para darle tintes de designio divino.
Quienes difundieron tales versiones buscaron ajustar las fechas y el impacto a una conclusión predeterminada. Muchas de las pestes o epidemias fueron sólo de carácter regional o local. La agencia de noticias AFP-Factual, en verificación de datos para combatir lo que se ha denominado infodemia, mostró que ni existía un patrón temporal de cada cien años, mucho menos uno relacionado con el segmento de la población a la que afectaron.
El COVID-19, a pesar de que en efecto puede ser grave y hasta letal para personas con las llamadas “comorbilidades”, no es selectiva, ni excluye edades ni condición social. Más bien su combate depende de la correcta organización de una comunidad, la detección temprana y el acceso a servicios médicos adecuados. Resulta obvio que las poblaciones con menos recursos sanitarios están más expuestas.
 
ORGANIZACIÓN Y DISCIPLINA
 
EN LAS PÁGINAS de Presente varios especialistas analizaron durante este tiempo aspectos diversos de la pandemia del COVID-19. Dieron inclusive luces sobre lo que actualmente está sucediendo.
En abril, cuando en México aún no se tenía idea del daño que en la población nacional tendría el nuevo virus –marzo cerró con 29 muertos y 1,215 contagios-, el economista Firdaus Jhabvala me comentó:
“Los pueblos que logran combatir bien una pandemia son aquellos que cuentan con un buen sistema de salud universal, pero también con un esquema de organización y disciplina. Entre todos debemos cerrar las rendijas posibles por donde se puede infiltrar el coronavirus.
“Es muy importante –advertía- que entendamos que la organización para combatir una pandemia debe incluir a todos, porque de lo contrario si hay un porcentaje aunque sea muy pequeño que no cumpla será más que suficiente para que el virus pase a la siguiente etapa. No tenemos garantía que entonces el virus sea idéntico. Toda pandemia no termina en una sola oleada”.
Decía también, con frases producto de una observación inteligente de la realidad: un aspecto importante “es no depender de los políticos que estén presionados para abrir la sociedad y la economía lo más rápido posible. Ese es un error, es el momento en que puede favorecer al virus más que a la población. Hay que escoger en qué punto se va a acabar la pandemia, no en cualquiera. La opción no es abierta. Necesitas tener parámetros de control de la pandemia antes de abrir la sociedad y la economía. Porque si no la pandemia va a pasar a números estratosféricos”. Estamos, ocho meses después de ese consejo, ante la segunda oleada de contagios.
 
MEDIDAS BÁSICAS
 
OTRO especialista que por esas fechas, casi al inicio de la epidemia en México –que ya era considerada en el mundo como pandemia-, me comentó sobre las fallas en las medidas de bioseguridad. Expresó el médico veterinario Miguel Garibay Solorio: “no se cumplieron los controles en el ingreso a nuestro territorio de personas potencialmente riesgosas y tampoco las medidas estrictas sanitarias de cuarentena para tener el seguimiento de los individuos que ingresaron”.
Puso un ejemplo fácilmente comprensible y aplicable con un poco de información y disciplina: en las granjas porcícolas se usan métodos de prevención de enfermedades contagiosas, “primero evitamos el ingreso y la circulación de personas, objetos y animales a una unidad de producción. Si es indispensable que entren debe ser vigiladas cumpliendo estrictos controles sanitarios. Tenemos una zona sucia para dejar la ropa de fuera, el baño para eliminar gérmenes y a partir del baño la utilización de ropa propia de la granja a la que se va a ingresar”. Control sanitario en escala “para reducir los costos humanos, financieros y sociales” de una enfermedad.
Cerramos el año con más de 125 mil muertos en México y casi millón y medio de infectados. Un esfuerzo disperso es más costoso que un esfuerzo ordenado y disciplinado.
 
AL MARGEN
PERO mañana comienza un nuevo año y hay otras pestes que debemos combatir con esperanza y optimismo creativo. Escribió el uruguayo Eduardo Galeano: “... para mí la esperanza es una cosa que tengo cuando me despierto, que pierdo en el desayuno, que recupero cuando recibo el sol en la calle y que después de caminar un rato se me vuelve a caer por algún agujero del bolsillo. Y me digo: ¿Dónde quedó la esperanza? (…) No es una esperanza dogmática sino viva “por lo tanto, no sólo está a salvo de la duda, sino que se alimenta de la duda”. Gracias por acompañarnos en este diálogo diario. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )