González Pedrero: articular lo disperso; falta consolidar la transición y la política

Martes, 07 de Septiembre de 2021 00:54 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Fallece uno de los intelectuales más apreciados en el país
*Marcó un cambio fundamental en Tabasco y en las ideas
*Desde hace varios lustros llamó a fundar un nuevo pacto
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
UNA LARGA y fructífera conversación se interrumpió primero por la pandemia y la distancia, ahora por la muerte. Pandemia y muerte pareciera que significan lo mismo, pero a Don Enrique González Pedrero lo venció un infarto. Hombre lúcido y vigoroso a sus 91 años, tuvo que sucumbir ante lo único que a los seres vivos es irrenunciable. Por azares de la vida ayer lunes 6 de septiembre tuve dos sentimientos encontrados: muy temprano envié un mensaje personal para celebrar los 95 años de un querido amigo, el doctor Antonio Osuna Rodríguez; horas más tarde,  la infausta noticia: a los 91 años perdíamos a un personaje con quien tuve la fortuna de largas pláticas y convivio, don Enrique González Pedrero.
Con permiso del paciente y amable lector, en las prisas de preparar otros textos  y revisar materiales en torno al fallecimiento de Don Enrique, a quien tuve la fortuna (fortuna, un concepto muy apreciado por EGP), tuve la fortuna de frecuentar le decía en su recientes viajes a Villahermosa, reproduzco en parte lo que aquí publiqué en Escala Crítica, el 26 de octubre de 2007 (“González Pedrero, articular lo disperso”).
 
 
CORTEDAD DE VISIÓN
 
HAY EN EL MÉXICO actual cortedad de miras, desarticulación de la política y falta de consolidación de la transición, dijo Enrique González Pedrero en junio del 2003, en ocasión de recibir el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). En aquella memorable ocasión, en la que también tuvimos oportunidad de entrevistarlo, el ex gobernador e intelectual tabasqueño realizó una síntesis de su pensamiento, preocupaciones y ocupaciones. 
En torno a González Pedrero, como ocurre con los personajes de acción y reflexión, hay voces críticas y reconocimientos explícitos. 
Dijo entonces –en un discurso cuyas partes medulares se recogieron en una edición de PRESENTE: “Preocupa, pensando en México, la cortedad de visión que, a veces, parece caracterizar aquí a la política. Articular lo mucho que anda disperso y desordenado es la tarea ardua -pero de ninguna manera ingrata- que le espera a una nueva generación ya ansiosa por poner manos a la obra y correr el riesgo”. 
La meta –concluyó- es “consolidar una transición que aún está entre paréntesis, crear las nuevas instituciones que los tiempos requieren y construir, ahora sí, un Estado social y democrático de derecho: el Estado plural, con un lugar para todos los mexicanos, capaz de garantizarnos la sobrevivencia en este complejo, asediante y peligroso siglo XXI”. 
LOS HECHOS Y DICHOS 
 
CUANDO EL UNO de enero de 1983 llega a la gubernatura González Pedrero había recogido la inquietud de los tabasqueños para que se atendieran de raíz los problemas de las comunidades. “Que hable Tabasco”, fue el lema de la campaña, y la respuesta fue: “Hablarán los hechos”. 
La idea del desarrollo comunitario era un concepto que venían estudiando Enrique González Pedrero y Julieta Campos desde tiempo atrás, por su preocupación de cómo insertar a los pueblos en la modernidad del desarrollo sin que perdieran su identidad, sus valores, costumbres, formas de vida. 
Se trataba, en suma, de respetar y rescatar sus modos de producción como forma de vida, pero también “sus relaciones con otros pueblos de culturas distintas”. 
Se requeriría de más espacio para hablar de este tema en el que Enrique González Pedrero ha realizado investigaciones muy acuciosas. Hay varias obras en las que se puede consultar su pensamiento nutrido por la práctica. Entre estos “México, la Riqueza de la Pobreza”, donde no solo aborda el problema de la pobreza, sino también el del desarrollo comunitario, desde el punto de vista social y económico. También hay una interpretación de lo político en los volúmenes “La Cuerda Floja” y  “La Cuerda Tensa”, ambos publicados por el Fondo de Cultura Económica. Su extensa obra remató con una de perspectiva histórica: “Santa Ana, el país de un sólo hombre”, que es también un ejercicio de la reflexión sobre el poder unipersonal y arbitrario.
La obra de EGP no estaría completa si no se revisa también lo escrito y hecho por Julieta Campos, su esposa y colaboradora. Hay muchos textos más que ejemplifican que la obra política y social del matrimonio González Pedrero-Campos estuvo anclada en una profunda reflexión e investigación; la teoría y la práctica. 
MÁS PUEBLO
 
EN MAYO de 2010 publiqué: 
El lema de campaña de Enrique González Pedrero para gobernar Tabasco fue “Hablarán los hechos”. Sostiene que a ese principio se atuvo, porque si bien una administración es juzgada por sus definiciones políticas éstas se tienen que reflejar en realizaciones. 
Habiendo dejado el gobierno en 1997 sigue siendo un referente. Dice: “La concepción que teníamos de lo que era el gobierno en el estado era tomar en consideración a la gente. Es la idea cardenista: hablar menos del pueblo y de sentir más como el pueblo”. 
Recuerda que una de sus tareas primordiales fue atender de manera armónica los retos que planteaba una sociedad, comenzando por la integración territorial. “Efectivamente –subraya-, el territorio es lo fundamental en donde coexistir y nuestro estado era un archipiélago, propiamente una serie de islotes. Me acuerdo que en Frontera la panga se interrumpía a las seis de la tarde y quedaban desconectados de la carretera y de Villahermosa durante toda la noche. Si alguien sufría un infarto o necesitaba atención tenía que esperar hasta las siete de la mañana…”  ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )