*Ser gobernador en Tabasco en tiempos de De la Madrid

*Las tensiones internas de un sistema tecnócrata-nacionalista

*Comienzan la transición administrativa en los municipios

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

EL ESTADO, la economía, la sociedad, la educación…todo se ha salido de cauce, dijo Enrique González Pedrero durante el homenaje que en 2010 le hizo la Universidad Nacional Autónoma de México. Esto ocurre, me dijo después en una entrevista, “por la codicia del hombre y no sólo en México. Aquí vivimos los resultados de un proceso que se inicia a principios de los ochenta, con el neoliberalismo. Sobre todo con Carlos Salinas”.

Le pregunté, entonces, si ese proceso había comenzado con Miguel de la Madrid, a lo que puntualizó: “No, yo pude lograr lo que hice en Tabasco siendo presidente (de la República) Miguel de la Madrid. Ya en ese momento se declara el fin de la historia y de las ideologías, cuando ya no importa el Estado y lo que prevalece es el mercado y sus leyes”.

En otras ocasiones me he referido a esa circunstancia inusual en la que un gobernador logra impulsar un proyecto distinto, y hasta opuesto, no sólo al que se decide y aplica desde el Palacio Nacional sino a contra corriente de las grandes corporaciones y países como Estados Unidos. Ahora, si me lo permite, llamaré a lo sucedido en Tabasco en los años 1983-1987, de “resistencia al neoliberalismo”, o de la aplicación de un modelo alternativo.

 

COLEGAS DISTINTOS

 

ENTIENDO que González Pedrero en escritos, discursos y varias pláticas, tuviera siempre palabras de reconocimiento a Miguel de la Madrid. Fueron contemporáneos; los dos estudiaron Derecho en la UNAM. Sin embargo, una diferencia que me parece determinante: mientras De la Madrid, vinculado a una familia de banqueros, hizo su posgrado en Harvard, Estados Unidos, González Pedrero decidió cambiar su beca para estudiar en París, Francia. 

No fue casual, el propio ex gobernador recientemente fallecido nos contó que fue una elección pensada. No quería para su formación y para México el modelo estadounidense, sino el europeo. Ya entonces en el país al norte de la frontera había optado por la tecnocracia, que serían los cimientos del neoliberalismo.

González Pedrero, como estudioso de la historia, conocía aquella recomendación que desde febrero de 1924 diera el ex secretario de Estado de los EEUU a W. Randolph Hearst en defensa de las corporaciones petroleras extranjeras: “México es un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente".

Y argumentó: “Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso conduciría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos. México necesitará administradores competentes y con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la misma Presidencia. Y sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos, y lo harán mejor y más radicalmente que lo que nosotros mismos podríamos haberlo hecho”.

 

LOS PRIMEROS TECNÓCRATAS

 

HUBO varios intentos, llevó tiempo, pero ya en la época de José López Portillo –a quien considero el puente entre la antigua clase política y la nueva camada de ambiciosos tecnócratas- comenzaron a colocarse en puestos claves los “jóvenes educados en el modo de vida americano”. De la Madrid fue uno de ellos, el más representativo y líder Carlos Salinas de Gortari, lo mismo que Ernesto Zedillo. Entre muchos otros, anidaron en la recientemente creada Secretaría de Programación y Presupuesto.

González Pedrero se identificaba con una corriente distinta. Aunque militante del PRI, en el que fue uno de sus ideólogos, el tabasqueño formaba parte de la llamada Generación Medio Siglo, en la que participaban Carlos Fuentes, Francisco López Cámara, Víctor Flores Olea, Porfirio Muñoz Ledo, Jaime García Terrés y entre otros. 

Seguiremos con el tema, en un intento por compartirles mi visión de lo que fue –considero- una corta primavera con retoños que pugnan por florecer.

 

OTRA TRANSICIÓN

COMIENZA el proceso de transición en las 17 alcaldías de Tabasco. Se instaló ya oficialmente la Comisión de Entrega-Recepción para la alcaldía de Centro en un acto encabezado por Yolanda Osuna Huerta, quien entrará en funciones la primera semana de octubre, y por el edil saliente Evaristo Hernández Cruz. De alguna manera ya venían trabajando en los pormenores y sea habían supervisado áreas, al tiempo que la nueva administración realiza la selección de su equipo.

Como representantes del gobierno entrante en la capital tabasqueña en esta etapa fueron mencionados Daniel Cubero, Nery Maldonado, Mario Cerino, Karla Guajardo y Alfredo Mendoza Jiménez. Anunció Osuna Huerta: “Con estos trabajos preparatorios, las comisiones de cada área sostendrán reuniones de trabajo para el análisis técnico, ordenado y transparente de la información”. Orden, transparencia y resultados son conceptos que escucharemos a menudo como línea de acción de la nueva administración municipal. Es lo que esperan quienes quieren un mejor municipio. Una buena oportunidad.

 

AL MARGEN

LLUVIAS torrenciales provocaron el desbordamiento del río Tula, en Hidalgo. La tragedia: varias poblaciones inundadas, un hospital colapsado y por lo menos 17 muertos. Antes, en Veracruz y Puebla, el huracán Grace afectó cultivos, viviendas, carreteras. Sin duda que los equipos de protección civil y prevención de desastres deberá ser prioritarios en el caso de Tabasco. Habitamos una zona de alto riesgo. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )