AMLO y la refinería: un proyecto largamente anunciado; un desafío para Tabasco y su desarrollo

Lunes, 04 de Julio de 2022 00:43 Editor
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*La propuesta presente desde por lo menos 2004; reiterada en 2018
*Inicialmente se planteaban tres nuevas: Veracruz, Campeche y Tabasco
*La gran tentación: compendio elaborado por AMLO con Jesús Ramírez 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
CON LA INAUGURACIÓN oficial de la primera etapa de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Paraíso, se inicia para Tabasco otra época del llamado auge o boom petrolero. Históricamente destinado a aportar al sistema nacional de energía sólo hidrocarburos sin procesar ahora se incorpora al sistema nacional de refinación. Existe un debate, y seguirá, sobre si una nueva refinería –y en las costas del Golfo de México- es la mejor decisión; lo que viene son las consecuencias, positivas o negativas. Como bien dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador recordando la frase de su maestro Enrique González Pedrero; hablarán los hechos.
De lo que no hay discusión, me parece, es que AMLO no sorprende a nadie. Su intención de ampliar la capacidad de refinación de Petróleos Mexicanos, junto con su objetivo de ejercer la rectoría del Estado Mexicano en materia de energéticos –y de los recursos definidos en la Constitución como “de la Nación”- está presente por lo menos desde la campaña presidencial del 2006. Y si uno busca más atrás, lo podemos reconocer en sus discursos públicos de 1983 colocado al lado del sector nacionalista del entonces partido gobernante. 
Es un retroceso, afirman sus críticos; pero el concepto de desarrollo nacional impulsado por el cardenismo fue para México un gran salto adelante.
 
SOBERANÍA Y VALOR AGREGADO
EN EL AÑO 2004, en el documento “Un proyecto alternativo de Nación”, López Obrador estableció: “Debiera ser imprescindible modificar la tendencia a exportar crudo e importar productos con mayor valor agregado; por ello se debería destinar más petróleo y gas a las refinerías y a las plantas petroquímicas, las cuales requieren ser modernizadas, ampliadas y utilizadas en su totalidad”.
Proseguía entonces: “la meta es dejar de importar, en un periodo no mayor de tres años, gas y gasolinas, entre otros productos petrolíferos. Asimismo debe iniciarse un amplio programa para producir petroquímicos y frenar la acelerada y creciente dependencia del mercado exterior”.
En su libro “La gran tentación. El petróleo de México” (Grijalbo, 2008), López Obrador se refiere al Programa de Acción Inmediata Para el Fortalecimiento de Petróleos Mexicanos elaborado por una “iniciativa ciudadana”, que –señala- prevé asignar mayores recursos a Pemex “para que los destine a actividades que se han rezagado; exploración, refinación, conservación y mantenimiento de equipos y plantas, petroquímicas, ductos y almacenamiento, e investigación y desarrollo”. Existen suficientes recursos –señal - para comenzar a fortalecer la infraestructura de Pemex “e iniciar nuevas plantas de refinación e instalaciones de transporte y almacenamiento”.
Esa iniciativa ciudadana fue elaborada por más de cien personalidades y presentada por Rolando Cordera, Javier Jiménez Espriú y Jorge Eduardo Navarrete. El denominado Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo estuvo constituido inicialmente Por Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Enrique González Pedrero y Lorenzo Meyer, entre otros.
 
LOS LÍMITES DE LA REALIDAD
TAMBIÉN hubo un organismo muy activo que impulsó las ideas de AMLO en materia petrolera constituido el 18 de noviembre de 2007 en una asamblea masiva en el zócalo capitalino y que se denominado Comisión Coordinadora Nacional en Defensa del Petróleo, integrada por Claudia Sheinbaum, Ifigenia Martínez, Rosalinda López, y varios ciudadanos.
Por cierto que el libro “La gran tentación. El petróleo en México”, AMLO agradece “en primer lugar”  a su actual vocero Jesús Ramírez “quien me ayudó en la investigación para demostrar mis hipótesis y dar veracidad al contenido de mis afirmaciones”. 
Desde 2004, y mucho antes, ya el actual director de Pemex, Octavio Romero, había sido encargado de temas petroleros. Me consta que una aportación importante en estas cuestiones fue la del fallecido ingeniero petrolero Alfredo Hernández Peñaloza, quien se vinculó a investigadores y activistas como Francisco Garaicochea y Felipe Ocampo Torrea, miembros del Grupo de Ingenieros Constitución del 17.
En los debates organizados por el Senado ante la reforma en energía propuesta por Enrique Peña Nieto, correspondió a Claudia Sheinbaum, en aquel tiempo “secretaria de Patrimonio Nacional del Gobierno Legítimo”   –como lo cuenta AMLO en su libro- exponer los elementos esenciales de la propuesta lopezobradorista. 
En el punto 3 se incluye: “Aumentar la capacidad de refinación en Salina Cruz y Minatitlán y construir tres nuevas refinerías, que tentativamente podrían estar, una en Tuxpan (Veracruz), para aprovechar la construcción de puertos por donde entra la gasolina importada; y las otras dos en Atasta (Campeche) y Dos Bocas (Tabasco) para aprovechar el crudo que se produce en esas zonas”.
AL MARGEN
YA COMO presidente electo, López Obrador mencionó (julio 7 de 2018) que seguía en su proyecto que se construyera una refinería grande o dos medianas. “Si son dos, una es en Atasta, Ciudad del Carmen, Campeche, y otra en Dos bocas, Paraíso, Tabasco”. Se decidió esto último. Tabasco se inserta de un nuevo desafío. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )