Morena: un breve repaso de su integración; las primeras elecciones internas en el poder

Miércoles, 27 de Julio de 2022 00:28 Editor
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 Escala Crítica/Diario Presente, Ventanasur, Horay20noticias, Avance

*Este fin de mes comienza a definirse quiénes conducirán la sucesión
*Aunque se tiene previsto elegir sólo consejeros, es paso fundamental
*En los partidos debe prevalecer la democracia, insiste AMLO
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA COALICIÓN o partido-movimiento (más movimiento que partido), que fundó Andrés Manuel López Obrador tendrá este 30 y 31 de julio la que será la prueba interna más importante de la organización desde su creación. Las primeras elecciones para definir dirigente por voto delegado o indirecto fueron en 2012, cuando AMLO fue nombrado presidente del Consejo Político –estatutariamente máximo órgano de dirección-; Martí Batres Guadarrama se convirtió en el primer dirigente del Comité Ejecutivo Nacional.
 
En ese tiempo el entusiasmo de la integración de una nueva agrupación, las expectativas de romper con la inercia de la lucha por cargos y posiciones que se había apoderado del Partido de la Revolución Democrática, así como el indudable liderazgo de López Obrador, hizo que las diferencias tácticas, estratégicas e ideológicas quedaran al margen. Hasta corrientes aparentemente irreconciliables dejaron a un lado sus discrepancias y contradicciones.
 
 
RENOVACIÓN POSTERGADA
 
EN TABASCO, la responsabilidad de la primera dirigencia estatal recayó en Octavio Romero Oropeza, para la Consejo Político, y Javier May Rodríguez, en el Comité Directivo Estatal. En este último cargo asumieron interinamente Javier Núñez López (2015) y luego Adán Augusto López Hernández obtuvo el apoyo de los consejeros para encabezar a la organización (2016) hasta que renunció al cargo para inscribirse como candidato a la gubernatura en noviembre de 2017. 
En el caso nacional, también López Obrador dejó la dirigencia para asumir la candidatura presidencial y en su lugar quedó interinamente Yeidckol Polevnski quien dejó una estela de inconformidades que aún pesan sobre la coalición morenista. Localmente las cosas no transcurrieron sin sobresaltos: asumió la dirigencia de manera supletoria Jesusita López Garcés, en tanto que José Eduardo Beltrán se mantuvo en la presidencia del Consejo Político que interinamente había ocupado Ciprián Jesús Cupil. 
De esta manera, en 2019 debieron renovarse tanto la dirigencia nacional como las estatales y municipales, aunque para entonces se había establecido el método de la encuesta y ya no sólo el de las asambleas distritales. Uno de los argumentos para no realizar la elección directa en consulta a las bases fue la falta de un padrón confiable.
Puede resultar anecdótico, pero también ilustrativo, que en las votaciones internas de los consejeros nacionales de Morena para elegir a su primer presidente del CEN en 2012 –cuando aún no tenía el registro formal de partido político- fueron propuestos para el cargo Ricardo Monreal, Octavio Romero Oropeza, Jesús Ramírez, Roger Aguilar, César Yáñez, Bernardo Bátiz, Paco Ignacio Taibo II, Clara Brugada, Bertha Elena Luján y Martí Batres, quien finalmente obtuvo la presidencia al declinar todos los propuestos. Bertha Luján se convirtió en secretaria general y en 2015 asumiría la titularidad del Consejo Político Nacional.
 
UNA SORDA LUCHA
 
PRESUMIBLEMENTE Luján Uranga estaba destinada a la dirigencia del CEN en 2019, pero fue impedida por Polevnski quien se aferró al cargo; a partir de esta circunstancia se concretó un reacomodo interno y el grupo encabezado por Mario Delgado obtuvo la hegemonía en momentos en que se decidían las candidaturas para las cruciales elecciones intermedias del 2012 y las 15 gubernaturas en disputa. 
En este intermedio, César Burelo Burelo fue designado en Tabasco delegado nacional “en funciones de presidente del CDE”, hasta que en una “asamblea extraordinaria” realizada en julio de 2020, Pedro Hernández Jiménez y Euclides Alejandro asumieron como dirigente estatal y presidente del Consejo Político, respectivamente. Este proceso fue impugnado en un largo litigio que llegó a los órganos partidistas.
Prácticamente desde que López Obrador asumió la Presidencia de la República se comenzaron a distinguir dos bloques a nivel nacional en Morena que ya venían formándose desde la fundación de esta organización a pesar de la advertencia de su líder contra las corrientes o grupos de interés: el los denominados “duros” y el de los “moderados”; otros adoptan la caracterización de “históricos” y “neomorenistas”. 
Sin embargo, la conformación de ese partido-movimiento es mucho más compleja porque a esos dos bloques habría que agregar otro segmento –quizá mayoritario- que no se identifica con ninguno de quienes están en la lucha por el poder pero que conforman la otra base social del lopezobradorismo.
Si a esto agregamos que se han ido creando intereses o agrupamientos en torno a gobernadores, alcaldes, secretarios de gabinete, legisladores, etcétera; además de las expresiones locales y regionales, tenemos un coctel   que podría resultar explosivo, o que quizá se resuelva en la disputa por la candidatura presidencial del 2024. La cohesión y disciplina se mantiene por el liderazgo incuestionable de López Obrador quien a pesar de haber solicitado licencia como militante sigue influyendo decisivamente en las acciones de Morena.
 
AL MARGEN
 
AYER, AMLO insistió: “en todos los partidos y en el partido que yo fundé con muchos mexicanos, fundamos Morena, se tiene que buscar la democracia siempre, más si se viene de una lucha opositora”. La moneda sigue estando en el aire. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 
Última actualización el Miércoles, 27 de Julio de 2022 13:15