* Función bisagra: negociación política de ida y vuelta  

* Caso Senado vs Fiscalía Veracruz: sombras de Monreal 

* Ganas de oposición y guiño 2024: dividir para contender  

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

ESTOS son días en que el senador Ricardo Monreal tiene especial protagonismo. El tema, como se sabe, es la compleja decisión de dejar al Ejército en las calles. Falta discutir la estrategia de seguridad y combate a la delincuencia. Senador por Morena el zacatecano  expresó: “quiero ser el Presidente de la reconciliación”. Fino practicante de las formas políticas, insinúa que la gestión del presidente López Obrador adolece de esa cualidad. 

Monreal, de 62 años de edad, con ironía dice ser “el arma secreta de AMLO”. Y cuando el Presidente lo ubica “asociado a la politiquería y el conservadurismo”, Monreal replica: “respeto la investidura del Poder Ejecutivo y por ello no me confrontaré”. A renglón seguido, en acto oficial del Senado de la República, soltó: “pertenezco a un poder autónomo y no recibimos órdenes; dialogamos con todas las fuerzas políticas y con todos los poderes”. 

Esta explicación no pedida sobre la autonomía legislativa y el diálogo político, muestra el panorama delicado que advierte Monreal en su intento de ser candidato por Morena. Aparece muy abajo en las encuestas: 10% de reconocimiento, contra 29 y 25% de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Se incorporó apenas este año a la carrera Adán Augusto López. Mucho tendrá que remar Monreal si quiere figurar en la coalición gobernante. En este juego, primero busca vencer a Claudia Sheinbaum, objetivo que comparte con otros competidores internos.

 

RETRATO DEL SENADOR DISTANCIADO

 

LUEGO de no obtener la candidatura por la jefatura de CDMX en 2018 (perdió  la encuesta con Claudia Sheinbaum, alegó ‘cuchareo’ y no levantó su mano), Monreal –siempre diestro en la negociación- se colocó en el Senado de la República por lista nacional nominal y desde ahí maneja varios hilos estratégicos para tratar de llegar a la contienda presidencial de 2024. Operador político eficaz en varias de las iniciativas de ley que le interesaba promover al presidente López Obrador en la primera parte del sexenio. La “mano izquierda” de Monreal se vio en apuros desde el freno legislativo a la reforma energética impulsada por la 4T.           

Por la postura pública con que ha manejado AMLO la sucesión, junto a la preferencia por el método de encuesta, parece claro que Monreal -dentro de Morena- no tiene posibilidades. Los números no le favorecen.

¿Buscar la candidatura con otras siglas? Movimiento Ciudadano (MC), con Dante Delgado a la cabeza, está cerca del político zacatecano que se dice “el arma secreta de AMLO”. En diciembre de 2021, desde el senado hubo confrontación jurídica con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García. Motivo: el encarcelamiento de José Manuel del Río Virgen, asesor de Monreal, acusado del asesinato de Remigio René Tovar, candidato a alcalde en el municipio de Cazones. Hubo días tensos, con Monreal y el veracruzano Dante Delgado en defensa mediática agresiva del imputado. En marzo de 2022, un juez de Distrito concedió un amparo a Tovar y determinó no vincularlo a proceso. 

Resulta curioso que el fallecido Tovar fue candidato por Movimiento Ciudadano. Dante Delgado tendría que explicar con cuidado su postura respecto a esa indagación judicial. Uno de sus correligionarios fue asesinado y, mientras el imputado del Río Virgen salió libre, no se ve que le interese a Dante el fondo de este asunto. ¿Y Monreal? no le importó generar ruido político que AMLO tuvo que capotear.                                   

 

ANATOMÍA DE UNA ASPIRACIÓN

 

CONTEMPORÁNEO de AMLO, el zacatecano Ricardo Monreal comenzó su carrera política en 1975. Ha sido miembro del PRI, PRD, PT, MC y Morena. Fue gobernador de Zacatecas (1998-2004), jefe de la Delegación Cuauhtémoc (2014-2017) y actual senador con funciones de operación política estratégica: obtener votos para las iniciativas de ley de la 4T. 

A últimas fechas –y se acentuará conforme se acerquen los tiempos presidenciales- Monreal ofrece señales que lo acercan a la oposición: ‘concordia’ y ‘reconciliación’ son palabras que resuenan en cada entrevista que concede: “soy hombre de Estado”, “busco la concordia y la paz”, “todos los mexicanos queremos la reconciliación”. En este sentido, Monreal se asume tácitamente como el hombre que puede unir a un México polarizado. ¿Qué políticas piensa impulsar y qué proyecto de nación va a proponer, además de las siglas que lo acompañarán? La cercanía con voces opositoras “lo delata en anhelos de restauración”, como públicamente le reprochó el Presidente López Obrador.               

Lo delicado no es aspirar al máximo cargo de elección popular en la república. Lo delicado está en la combinación de negociaciones con las cuales se pretende llegar a ese cargo. Por el factor “división en Morena”, hay actores públicos de peso que ven en Monreal una ficha útil para la oposición. ¿Simulación, o continuar la ruta de transformación? La pelota está en juego. Las definiciones de Monreal tienen los días contados. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )