Actualidad caótica, la que nos tocó vivir; entre pandemia, globalización y la filosofía

Sábado, 17 de Diciembre de 2022 00:45 Editor
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 Escala Crítica/ Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

 
*Una obra que invita a hacer un alto, a reflexionar el post COVID
*Nadie se salva solo, pero el mundo se sostiene en lo individual solidario 
*Detenerse a respirar, en medio del remolino impetuoso de la realidad 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
“La noticia más reciente, para ser mejor comprendida, requiere la reflexión que viene de lejos”, señala con acierto Pablo del Ángel Vidal en el prólogo del libro “Lo que nos tocó vivir. Filosofía, pandemia y globalización”, del también periodista y profesor universitario Erasmo Marín Villegas. Como le mencioné en mi anterior colaboración, tanto la obra de Marín Villegas como el libro “Rubén: intelecto y fe” y la editorial de Mario Cerino Madrigal, fueron presentadas recientemente. Y tuve la satisfacción de ser invitado a comentar ambos sucesos. 
Los dos casos me atañen personalmente no sólo por el afecto que me une a los protagonistas, sino también por coincidencias diversas. También, por supuesto, nos acercan las diferencias que alimentan el diálogo y la reflexión fraterna.
Ayer me referí a “Bibliófagos”, a don Rubén Ponce de León (+) y a Mario Cerino, si me permite le comparto amable lector algo de lo que expresé en la presentación de “Lo que nos tocó vivir”, donde compartí la mesa con el autor Erasmo Marín, con Sonia Irene Ocaña y la moderadora Marina Gómez Carrera.
 
AMISTAD Y COMPROMISO
 
EN EL EVENTO nos reunió un acto intelectual y un testimonio de amistad. También como un testimonio de sobrevivencia, porque el texto que presentado fue escrito por Erasmo Marín durante el periodo del confinamiento por la pandemia del COVID-19. 
Señalé lo siguiente: 
En lo personal es una gran satisfacción acompañar a Erasmo Marín Villegas en su debut como autor de un libro. Seguramente no será el único. Una gran satisfacción por varias razones.
La culminación de una etapa iniciada hace más de 30 años en Tabasco cuando tuve la fortuna de conocer a un grupo de jóvenes egresados de la Universidad Veracruzana, y que llegaron a Villahermosa a probar destino.
Un camino emprendido con mucho entusiasmo, pero sobre todo con convicciones.
Esto es fundamental: su decisión, su compromiso de aportar a la comunidad, a la patria adoptiva.
Podría mencionar al propio Erasmo, a Lucero del Alba, a Pablo del Ángel, a Martín Juárez, a Julio Pretelín y a muchos más que se escapan de la memoria, pero no del afecto y reconocimiento. Lo saben…
Un proyecto de vida colectivo que aquí se multiplicó con nombres y personas de una larga lista que podemos sentirnos orgullosos. Mención especial quiero hacer a una amiga de todos, a la periodista Cecilia Vargas Simón.
En algún momento nuestros caminos se cruzaron con el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando apenas estaba abriendo brecha al movimiento democratizador. (Cuando en Tabasco se mantenía la cerrazón del viejo sistema, pero que también la visión de Enrique González Pedrero había colocado al alcance herramientas de participación que esperaban que las hiciéramos colectivas. Una de ellas, de las que ya comentaré, fue el sistema público de radio y televisión. Pero no sólo eso.) 
También (fue en tiempo) cuando una generación de comunicadores críticos y formados en las aulas y en las calles tomaba el relevo o acompañaba a quienes vivimos de alguna manera la revolución cultural de los años sesenta y setenta.
 
 
 
 
VENAS ABIERTAS
 
EN ESTA OBRA “Lo que nos tocó vivir” observo la cita del libro clásico de Eduardo Galeano, “Las venas abiertas de América Latina”, que se actualiza con la excelente obra de Andy Robinson que nos muestra cómo sigue vigente la política de ordeña, de saqueo, de nuestros recursos naturales…y humanos. Me refiero a “Oro, petróleo y aguacates. Las nuevas venas abiertas de América Latina” (2020)
Yo diría que en forma sintética, en este breve tomo, Erasmo ofrece una visión de las venas abiertas en todo el planeta. Son apuntes, esbozos, de un trabajo mucho más profundo.
Nos muestra la cara de un planeta en la que nuestros países están sometidos a un doble o triple tráfico de drogas: el de los estupefacientes, el del consumo y el de la deuda. Recordemos que no es casual que cuando alguien está endeudado se diga que está endrogado. Sujeto a la adicción del dinero o a la cadena de la pobreza.
Cita nuestro autor a Antonio Gramsci, con aquella clásica sentencia: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. La serie de textos que componen este volumen nos podría llevar a plantear la fórmula de una voluntad de cambio alimentada por un optimismo inteligente.
Repito lo que señalé en otra ocasión y que la realidad nos recuerda con frecuencia: No bastan las buenas intenciones, es necesaria la aplicación inteligente de los principios.
Escribir es una forma de salir del encierro y también de liberar la angustia, es una forma de ratificar la voluntad de vivir.
La pandemia puso a prueba, y mientras padecíamos las limitaciones del encierro sacó lo mejor y lo peor del ser humano.
Ante el virus y las noticias falsas, y la propaganda envenenada, las circunstancias nos hicieron valorar el autocuidado. 
Nunca como antes comprendimos, o debimos comprender, que cuidarse uno mismo es cuidar a los demás.  Tendría que asumirse como una enseñanza, aprendizaje, de solidaridad. Nadie se salva solo. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )