AMLOcentrismo narrativo y horizonte electoral: polarización y obsesión, con un país en espera

Martes, 07 de Marzo de 2023 18:44 Editor
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 Escala Crítica/ Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

                  
* Opositores en la arena pública: AMLO, tema central. ¿Y el país?  
* Tendencias visibles: falta de ideas opositoras o apoyo incondicional             
* AMLOcentrismo, origen y futuro político 4T: ver más allá del 2024                                
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
RECIENTEMENTE, en un programa que conduce Jesús Sibilla Oropesa (A Fondo), abordamos diversos temas y entre otros el ineludible de la sucesión adelantada. Comenté que era de llamar la atención que el interés de la discusión pública estuviera centrado en las personas que buscan relevar al presidente Andrés Manuel López Obrador desde Morena, más que en el proyecto de país. A menos que juzguemos lo que tales actores han realizado como muestra de lo que harían desde Palacio Nacional. Pero este es un fenómeno –el de la personalización- que no se reduce a quienes aspiran desde la coalición en el poder. Una coalición que, por cierto, no es homogénea. En lenguaje llano: hay de dulce, de chile y de manteca.
 
Pero vayamos a otro aspecto de nuestra realidad: hemos topado con lo que un avispado lector denomina “el AMLOcentrismo”, mientras el país queda entre paréntesis. La senadora Lilly Téllez, prófuga de la coherencia, garantizó “de llegar a ser Presidenta”, una acción central de gobierno: “meter a AMLO en la cárcel”; otra senadora, Xóchitl Gálvez, exigió con trámite legal, “derecho de réplica en la mañanera, donde me calumniaron”; el fabulador de la sociedad civil, Claudio X. González hijo, no duda: “con una coalición organizada, firme y unida, lograremos derrotar a López Obrador, y así tendrá futuro la república”. ¿Soñará con AMLO, o con la república? 
 
DIVINA OBSESIÓN
 
ENREDADOS en esto que llamaremos AMLOcentrismo, los adversarios de López Obrador olvidan ideas, propuestas alternas, estrategias que se midan (con) y cuestionen áreas gubernamentales eficaces de la 4T: programas sociales, fortaleza monetaria, estabilidad macroeconómica o captación de inversión privada extranjera. De eso, ni pío. Recordemos que en otras latitudes (caso de Gran Bretaña), la oposición integra un “gabinete en la sombra” da seguimiento a cada una de los ministerios (secretarías) para asegurársela rendición de cuentas. Algo como lo que intentó Andrés Manuel con su “gabinete legítimo” en 2006.
 
El AMLOcentrismo es obsesión por el Presidente y su discurso, mientras se olvida el país. ¿Hay réditos? quizás los opositores piensan que ganan imagen para aparecer en las encuestas de suspirantes. Tal y como está la ansiedad opositora, es lógico que varios analistas (Jorge Zepeda Paterson, Hernán Gómez, Julio Hernández) aconsejen a AMLO cobrar derechos por brindar visibilidad política a sus adversarios. La ironía, en este caso, preocupa por lo que toca a la calidad del debate público.          
Episodio reciente de AMLOcentrismo: el añejo panista Santiago Creel, presidente de la cámara de diputados (antes consejero ciudadano), prometió enfrentarse “con quien antes fue luchador social por la democracia y ahora hace todo al revés”. Creel dio a conocer sus aspiraciones presidenciales para el 2024 y lanzó: “Te hablo a ti, Andrés Manuel, no al Presidente de la República”, para proteger –según explicó- “la investidura de AMLO como jefe de Estado”. Sin embargo, no se ve cómo separar aquí a la persona (Andrés Manuel) del cargo que ocupa (Presidente) por voluntad ciudadana expresada en las urnas. Creel no se desligó -en sus expresiones públicas- del cargo legislativo que ostenta.      
El AMLOcentrismo, como moda discursiva, tiene un riesgo principal: ganar titulares periodísticos sin procurar avances reales en la agenda social y económica de México.        
     
EN CADENA NACIONAL Y VIRTUAL   
 
SIGUIENDO la huella del tono discursivo opositor, en varios programas de opinión y análisis (TV, Internet) se menciona el AMLOcentrismo. Esta palabra compuesta, por su uso intensivo, quizás definirá el 2024 electoral. El significado apunta en dirección inquietante: notoriedad narrativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por encima de los diversos problemas nacionales. 
En algunos casos, el AMLOcentrismo se convierte en lamento frente a la agenda pública que perfila el Presidente con sus conferencias matutinas, en el entendido de que (después) no se debe hablar (en los medios y espacios de opinión) de lo que AMLO considera importante; en otros casos, el AMLOcentrismo se asume como apoyo incondicional a la narrativa presidencial, lo que le hace flaco favor al proyecto de transformación política y social que necesita interlocutores propositivos, con reflexiones atentas hacia las áreas que deben mejorar.   
El AMLOcentrismo, de uno y otro lado, se salta el análisis y la verificación rigurosa de los dichos y hechos presidenciales. En este sentido, el AMLOcentrismo no permite visualizar de manera precisa las necesidades y problemas del país. No se puede concentrar el debate público en una sola persona y esperar después una opinión pública informada, analítica y responsable ante la realidad nacional.             
AL MARGEN
EL ÉNFASIS en la persona, no en las ideas, nos ha llevado a un recurso de la mercadotecnia aplicado a la política: las encuestas. Importa el empaque, no el contenido. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )