Hablemos de poesía y de Lorenzo Malasangre: “Disonantes” en el fuego y juego de las palabras

Sábado, 25 de Noviembre de 2023 20:39 Editor
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 Escala Crítica/Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

*Un escritor y promotor en una batalla épica contra el cáncer
*Un poeta que escribe desde la cotidianidad extroardinaria
 
Víctor M, Sámano Labastida
 
 
SI ME PERMITEN hoy me ocuparé de un tema distinto al de la política electoral pero que tiene que ver con la otra política: la de la cultura. Decía Enrique González Pedrero que así como la agricultura era el cultivo de la tierra, la cultura era el cultivo de uno mismo. El cultivo del ser humano. Me comentaba un amable lector, que colaboró con el gobierno de EGP en la definición de los llamados Centros Integradores, que mientras todos pusieron énfasis en la infraestructura, en la demografía y otros elementos medibles, la doctora Julieta Campos preguntó en qué sitio, en qué lugar, se realizaban las fiestas tradicionales. Y tenía razón: es la herencia cultural la que agrupa, congrega, a las personas y comunidades.
Pero no es sólo la cultura concebida a gran escala o desde el poder –aunque por lo general el poder ignora la cultura y por tanto es efímero-, sino también en lo cotidiano.
Alguien que en su espacio, modesto pero profundo, ha comprendido el valor de la cultura y el compromiso de difundirla y compartirla es el escritor y promotor cultural tabasqueño Lorenzo Morales Mendoza, conocido también como Malasangre. Es un ejemplo de esa especie ciudadana, de escritores y creadores artísticos, que siempre están buscando la manera de hacer encuentros, talleres, foros, lectura de textos, todo lo que signifique promover la cultura. Sin dejar él mismo su propia escritura.
De estos seres humanos necesitamos para que la promoción de la cultura no sea un saco sin fondo y un pretexto para el lucimiento y el derroche, sino un verdadero quehacer comunitario.
 
VIVIR SIN DESCANSO
 
LAMENTABLEMENTE hace unos meses a Lorenzo Morales (Malasangre) le diagnosticaron cáncer y desde entonces ha sido sometido a varias sesiones de quimioterapia. Pero a pesar de la agresiva enfermedad y tratamiento el escritor y promotor cultural no se ha detenido. Trabaja sin descanso, hasta que el propio cuerpo lo obliga a tomar un reposo.
Recientemente, en el Foro Cultural del Hotel Viva nos dimos cita amigos y conocedores de la poesía de Lorenzo para presentar su más reciente libro ‘Disonantes’. Comentamos la obra este columnista, el periodista Wilbert Albert y el artista plástico Alejandro Hernández García, autor de las viñetas de la obra. Una producción de la editorial Ajaw, con diseño de Ricardo Cámara y financiamiento de amigos. En el encuentro Lorenzo Morales nos leyó algunos de sus poemas.
Retomo y comparto aquí algunas líneas que escribí para la ocasión.
Desde el comienzo de este viaje por los versos estamos invitados a mirar lo extraordinario que ocurre en lo cotidiano. Hay poesía en todo, nos dice de alguna manera Lorenzo Morales Mendoza, Malasangre.
Se pregunta y nos pregunta: “¿Pero qué habrá debajo de este hombre?/ Bajo el carbón del lápiz/ Quemada raíz buscando su distancia/sus longitudes de vacío con los monólogos del alba”. 
Debí decir que primero conocí al hombre que lo habita, al ser humano en esa pequeña e inquieta figura; después lo supe más: lo supe poeta y amigo fraterno. Pero también resultado de los oficias varios que ha tenido para el pan de cada día: mesero, taquero, paellero, albañil y chalán, acomodador de sillas y de almas, conversador incansable, promotor de la cultura y la lectura, muchos, muchos más. Siempre  con la consigna a flor de risa: te falta barrio.
Y sí, convencido que a la cultura le falta calle, que debe andar más con los pies descalzos y las manos desnudas, fue como coincidimos: un Día Mundial de la Poesía llevamos la lectura de poemas propios y ajenos a una colonia popular; nos propusimos detener a los apresurados caminantes y curiosos con versos lanzados en voz alta. Lorenzo Malasangre tenía rato que acudía a escuelas, plazas, parques, con diversas dinámicas para acercar la cultura a la a gente común como él mismo. Premio de poesía, reconocido nacional e internacionalmente, Lorenzo sigue siendo uno de todos.
 
TODO DOLOR TIENE MEMORIA
 
HABITANTE DE LA POPULAR colonia Atasta, en Villahermosa, el poeta reconoce como sus maestros a los escritores Teodosio García Ruiz y a Luis Alonso Fernández Suárez, ambos ya fallecidos.
Nunca despegado de sus orígenes, me lo imagino escribiendo en medio de la penumbra y el calor sofocante, pero que logra transmitir esa íntima experiencia de hablarse a sí mismo y hablarnos. Sus poemas son como un río que fluye de aguas acumuladas en el tiempo. Contó cómo en una sola noche inició los versos de "Atavismos del caminante", y no paró hasta concluirlo. Con él ganó el Premio Regional José Carlos Becerra (2006).
Sus textos tienen un ritmo, una musicalidad interna que –fiel a su estilo de ser, rebelde- rompe con una ironía, un guiño, un cambio de pie en la marcha.
Leo sus poemas en voz alta y lo recuerdo ahora sentado frente a mí, repitiendo en silencio, como si rezara, y balanceándose al compás de sus propias palabras escuchadas en otros labios.
 “…porque todo dolor tiene memoria/ todo recuerdo busca su antiguo cauce/ su río de tiempo/ corriente inmóvil que la memoria entrampa”
Ahí está Lorenzo Morales Mendoza, Malasangre. No puede quedarse un momento quieto. Es una paradoja: un hombre tan vital, luchando contra la enfermedad.
Leo: “Tendremos que colocar esos Avisos:/ Se Vende Esta Casa/ Caserón Vacío/Hombre en proceso de remodelación.”
Como Prometeo, nombre de una de sus tantas iniciativas en homenaje al poeta Teodosio García, Malasangre roba el fuego de las palabras para compartirlas generosamente. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )