PRD TABASQUEÑO, MÁS QUE LUCHA DE CORRIENTES PELEA POR CARGOS

Miércoles, 24 de Septiembre de 2014 00:04 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Ganó Fócil y ADN, pero qué tanto obtuvo el solaztequismo
*Malas cuentas para los operadores políticos; difícil negociación
*¿Cayó la votación perredista o mejoró la participación interna?
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
La llamada “vida interna” de los partidos es un asunto público. Son entidades que reciben recursos provenientes de los impuestos y lo que hacen o dejan de hacer es de interés para todos. Más aún cuando estos partidos tienen la fuerza suficiente para estar en posiciones de poder, tomar y aplicar decisiones que afectan positiva o negativamente a la población. Las recientes elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), son de mayor importancia en Tabasco porque es el partido en el gobierno. 
Entiendo que esta última afirmación es debatible, pero partamos de lo formal: el PRD encabezó la coalición que ganó las elecciones en el 2012.
NACIONAL Y LOCAL
 
VARIAS son las interpretaciones que se han dado a las votaciones del PRD para elegir indirectamente a quienes serán sus próximos dirigentes. Le comenté recientemente sobre la compleja red de alianzas que las diversas corrientes o “tribus” hicieron a nivel nacional, o más bien desde el centro del país. Unos para asegurar que continuara en la dirigencia Nueva Izquierda y otros con la intención de derrotarla. 
Así, Nueva Izquierda hizo frente común con Alternativa Democrática Nacional, Foro Nuevo Sol  y Vanguardia Progresista. En tanto que los opositores a “Los Chuchos” –y se puede decir que todavía identificados con López Obrador- se agruparon en torno a Patria Digna, Democracia Social, Red de Unidad de las Izquierdas e Izquierda Social, a los que se suman Movimiento Progresista e Izquierda Democrática Nacional.
El primer bloque encabezado por Nueva Izquierda acaparó el 70%, en tanto que las otras formaciones apenas se dividieron el restante 30%.
Sólo que estas corrientes no se reproducen mecánicamente en los estados donde predominan otros factores, intereses y liderazgos. Así por ejemplo, en el caso de Tabasco, varias de esas “tribus” nacionales son de reciente creación o escaso arraigo. Algunas fueron constituidas al calor de la reciente contienda. Eso quizá explica que la corriente con mayor fuerza en el Distrito Federal y en la dirigencia nacional, Nueva Izquierda, haya presentado un frente débil y disperso, a pesar de tener la participación directa de funcionarios en el gobierno; contrariamente a lo que sucedió con la ADN de Fócil, quien se apoyó en la estructura de los municipios.
Otro fenómeno que se registró en la contienda reciente fue la desaparición o desplazamiento de aquella corriente conocida como “Los Rosalindos”, identificada con los hermanos López Hernández, que llegó a tener un papel protagónico aliado con los llamados “duros”, al grado que Fócil Pérez los llegó a designar como “Linduros”. Esta corriente, la de Adán y Rosalinda, estuvo a punto de convertirse en hegemónica hasta antes de la salida del otro segmento mayoritario –el de Javier May y Rafael Elías Sánchez- hacia Morena.
 
LECTORES Y ANÁLISIS
 
LE DECÍA líneas arriba que varias son las interpretaciones y valoración del reciente proceso interno del PRD tabasqueño, que no responde a la dinámica de las corrientes nacionales.
Me comentaba un lector y militante del PRD que los solaztequistas no debían echar todavía las campanas al vuelo y menos en Tabasco. Veamos: 
Explicaba que de acuerdo a las cifras dadas por el PRD tabasqueño, en total acudieron a votar en la entidad 92 mil 609 afiliados, equivalente a un 43 por ciento de los empadronados. Hacía una primera comparación: 
En las elecciones de 2012 el candidato de la coalición de izquierdas, Arturo Núñez obtuvo 547 mil 663 votos (López Obrador sumó 647 mil sufragios). De ese total, fueron para el PRD como partido unos 450 mil, el resto se distribuyó entre PT y Movimiento Ciudadano.
De un padrón oficial de 250 mil del PRD, acudieron a las urnas 90 mil.
“Es el voto real en estos momentos del PRD”, me dice.
Hay dos lecturas o interpretaciones. Por un lado podría pensarse que existe una notoria caída en el voto de solaztequista, con relación al de 2012.
Otra lectura puede ser que ese partido tuvo una extraordinaria votación tratándose de un proceso interno. Por lo general en este tipo de ejercicios el PRD tenía poca participación, un promedio del 20% contra el 43% esta vez.
De este total, Alianza Democrática Nacional (ADN), la planilla encabezada por Juan Manuel Fócil, obtuvo  37 mil 859 sufragios. En segundo sitio, pero muy alejado del primero, quedó una de las planillas de Nueva Izquierda, la encabezada por Agustín Silva (Unidad por Tabasco) con 12 mil 578 votos.
Pero Nueva Izquierda no fue capaz de presentar un frente único. Participó dividida y no por estrategia, sino porque no se pusieron de acuerdo.
Así tuvieron planillas Nueva Izquierda Revolucionaria, de Jaime Mier y Terán; Nueva Izquierda Coduc, de Ramón García; Nueva Izquierda Campesina, de Auldárico Hernández.
Otra planilla opuesta abiertamente a Fócil y encabezada por Juan José Martínez fue la Patria Digna/Democracia Social. Se ubicó en tercer sitio, con 9 mil 746 votos.
Pero también esta corriente fue dividida, ya que se registró la planilla Patria Digna-Unidad de las Izquierdas, encabezada por Adán Bautista Vidal.
 
DERROTA COMPARTIDA
 
Por si fuera poco, otra corriente en formación, identificada con Núñez, fue en solitario. La de Coalición Compromiso Social, con Ana Berta Fócil.
Llama la atención, refería el análisis de mi interlocutor, que la planilla Vanguardia Progresista, integrada por Héctor Peralta Grappin, con menos de seis meses de actividad, logró colocarse en cuarto sitio con 8 mil 789 votos. 
Foro Nuevo Sol logró 7 mil 789 votos; Izquierda Democrática Nacional, 5 mil 80 y Nueva Izquierda Revolucionaria un mil 369 votos.
También dispersaron el voto otra planilla de IDN, denominada Mil Identidades; otra de Unidad Democrática Nacional y una del Frente de Izquierda Progresista. 
En suma, resulta interesante que los operadores políticos que forman parte del gabinete, no hayan logrado ni siquiera un acuerdo para presentar un frente común. Como sí lo hizo ADN cuyo líder Juan Manuel Fócil fue muy claro: no va por la dirigencia del PRD para su persona, pero esa posición es innegociable y será para su grupo.
Resulta obvio que la primera opción planteada por Fócil es la candidatura a la alcaldía de Centro. ¿Qué sigue en la negociación? Esto lo veremos muy pronto, por ahora los perredistas se preparan para formalizar la presidencia nacional de ese partido para Carlos Navarrete (NI) y en la secretaría general Héctor Bautista (ADN).
 
AL MARGEN
 
LAS CANDIDATURAS comunes serán posibles en Tabasco. Por lo menos eso se desprende de la primera resolución de la Suprema Corte que declaró infundadas las acciones de inconstitucionalidad presentadas por el PRI y PAN. 
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