POLICÍA, UNIFICACIÓN DE MANDOS; ACCIONES URGENTES EN SEGURIDAD

Viernes, 14 de Noviembre de 2014 00:45 Editor
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 *Piden ONGs freno a promesas y cumplir contra delincuencia

*Dilemas: corrupción, profesionalismo y problemas de estructura
*Tenemos que evitar que se repita el crimen de Ayotzinapa
Víctor M. Sámano Labastida
 
EN LA NOVELA El poder del perro, de Don Winslow (2005), hay una escena alucinante desarrollada en Tijuana: mientras dos bandas de narcotraficantes se enfrentan, hay policías mexicanos municipales, estatales y federales que simplemente no saben qué hacer. Pero la confusión no se presenta por la ignorancia policial de los participantes en el tiroteo, sino por los sobornos que los policías reciben de los narcotraficantes. La corrupción es incompetencia.
Esta anécdota literaria (fruto de una rigurosa investigación periodística)  sirve de entrada al tema de la unificación de mandos policiales en México, desde hace varios años situada en el debate público. Se busca mejorar el funcionamiento de los cuerpos de seguridad pública.
Ayer, más de 50 organismos civiles propusieron en la Ciudad de México cinco acciones urgentes en seguridad y justicia. Buscan evitar que se repitan la tragedia de Ayotzinapa. Piden mando estatal único, revisión legal, respetar el derecho de la víctima, combatir el “dinero sucio”, cumplir contra corrupción.
 
PROFESIONALIZACIÓN, LA CLAVE
ME DETENDRÉ en el pospuesto tema de la unificación de mandos. Un primer asunto a deslindar es si esta abarcará al ejército mexicano, que cumple funciones policiales. No queda claro si el ejército entrará en el paquete.
Un segundo asunto son los recursos en juego: los policías municipales no cuentan con la tecnología ni con la capacitación federal, mientras que los policías estatales se sitúan a medio camino entre la carencia municipal y la abundancia federal. Si hay unificación de mandos policiales, deberán reasignarse recursos para reducir desigualdades estructurales.
La unificación de mandos tiene sentido porque se trata de mejorar la eficacia en el combate al crimen organizado (que no deja de organizarse). Pero no se puede proceder sin más, con la pura voluntad gubernamental, porque entonces sale más caro el caldo que las albóndigas. Esto también debe quedarle claro a los gobernantes. 
Veamos de cerca este panorama: pros y contras.                                            
CINCO VENTAJAS 
1) La persecución de la delincuencia no encontrará ya el pretexto clásico: "Eso está fuera de mi competencia". Con el mando único, será difícil tirar a otros la bolita. 
2) La información útil no quedará perdida en la burocracia judicial. Hay expedientes policiales mal integrados por su dispersión. Con el mando único,  los investigadores y policías tendrán que compartir y agilizar la información que llega a sus manos. No habrá el pretexto de lejanía geográfica o el celo profesional por el triunfo de corporaciones que tienen siglas diferentes (PGR, PGJ, PM).  
3) El nivel de reacción policial ante un delito será más rápido. Mientras se decide qué policía entra en acción, el tiempo corre y se pierde eficacia. Con el mando único, en teoría, aparece la rapidez: los cuerpos del orden no pedirán ‘permiso’ para actuar.
4) La comunicación judicial ante la opinión pública será más clara y precisa. Mucho de lo que se discute sobre fallas policiales en México tiene que ver con una comunicación errática que genera confusiones de tiempo y ritmo para informar. Basta observar lo que recientemente ocurrió en el caso Ayotzinapa: silencio comunicativo en los primeros días, alimentando todo tipo de versiones, seguido por las ansias de resolver todo en los últimos días, pero con sospechas sobre la credibilidad de la información difundida oficialmente. 
5) El mando policial único rendiría cuentas únicas. Los presidentes municipales y los gobernadores plantean que no tienen facultades ante delitos graves considerados federales; por su parte, los funcionarios policiales federales y el Presidente de la República plantean que no tienen la operatividad ni el personal para atender el cúmulo de delitos que se suscita en las regiones. 
 
CINCO DESVENTAJAS 
1) La coordinación federal podría convertirse en subordinación. Los críticos de la unificación de mandos plantean que el dominio federal será inevitable: antes que delegar funciones a niveles municipal y estatal, el Centro querrá el monopolio de acciones. El centralismo es una enfermedad del sistema.
2) La infraestructura policial de tercer mundo en México, no da margen para una adecuada vinculación de mandos. La unificación de mandos debe incluir el manejo operativo y tecnológico uniforme, con excepciones que confirmen la gravedad de los delitos (a perseguir). De otra manera, cualquier unificación será una declaración de buenas intenciones.
3) La corrupción podría centralizarse aún más. En la dispersión de mandos se encuentra –pese a todo- una capacidad inalterada de acción contra delincuentes, por policías que cumplen con su deber. La centralización podría menguar esa autonomía de la policía no comprada por el crimen.
4) Los jaloneos políticos serán jaloneos policiales. La unificación de mandos policiales tendrá que remar contra las camisetas partidistas de en diversos niveles. En apariencia, el trabajo coordinado acabaría con este litigio político en la aplicación de justicia, pero no es una garantía, dado que el nombramiento de mandos en los diferentes niveles resulta una cuestión estratégica y política. 
5) El efecto simulación a la hora de la vinculación y coordinación real. En México somos expertos en que todo cambio se quede en el papel. Se puede proceder a la unificación legal, pero la realidad (de los intereses, de los cuadros y grupos de poder) será difícil de transformar.                
Y EL QUE LOS UNIFIQUE… 
MÉXICO requiere probar soluciones inéditas en materia de justicia. Pero no podemos olvidar los vicios a desarraigar en materia de seguridad pública. Son vicios estructurales y no desaparecerán por decreto. 
Mientras tanto, no es opción el inmovilismo ante el avance del crimen organizado en México. Serán fundamentales los elementos de contexto, planeación e investigación para el cambio de modelo. Lo mismo que explicarle (no vender la idea) a la opinión pública y a la ciudadanía (que no son lo mismo). Hay un trabajo de comunicación delicado por hacer, en materia de seguridad. México, en el tiempo duro que corre, vale el esfuerzo de acercar el ser y el parecer de la justicia. 
AL MARGEN
INVITADO por los organizadores de la Feria Universitaria del Libro, hoy a las 10:00 horas participaré en la presentación del texto “Periodismo por docena”, colección de ensayos de académicos de la UJAT. Será en la zona de la cultura. Le contaré los detalles.
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