*No es la primera vez que el fundador solaztequista pide renuncias

*Una crisis en medio de la ya iniciada contienda por candidaturas 

*Morena, dilema de candidaturas: encuesta, sorteo, consulta

 

Víctor M. Sámano Labastida

EL PARTIDO de la Revolución Democrática pasa por un periodo de ajustes y definiciones. Aunque formalmente la elección de su dirigencia fue resuelta sin sobresaltos a favor de Carlos Navarrete, circunstancias recientes pusieron en evidencia una crisis interna. Algunos de los factores son estructurales y de gestación histórica –el peso de un pasado no resuelto-; otros son coyunturales –sucesos externos- y una combinación de ambos.

Los partidarios de Nueva Izquierda (corriente conocida como los Chuchos) aseguran que se trata de un reacomodo previsto pero sin mayores consecuencias; acusan al propio gobierno y a sus adversarios por exagerar los conflictos, y hasta de inventarlos.

Quienes se identifican con Cuauhtémoc Cárdenas, así como con los grupos que encabezan Marcelo Ebrard y René Bejarano sostienen que el PRD se debe refundar. No hacerlo, señalan, lo llevará a desaparecer como oposición.

Por demás está decir que quienes optaron por seguir a Andrés Manuel López Obrador en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) hace rato que le extendieron un acta de defunción al partido fundado en 1989 como resultado de la primera alianza opositora de centro-izquierdas en el país. Los  morenistas se presentan ahora como la verdadera izquierda, sobre todo a partir del Pacto por México firmado por la dirigencia solaztequista con Enrique Peña Nieto y los líderes del PRI y PAN en diciembre del 2012.

 

CUENTAS PENDIENTES

CUAUHTÉMOC Cárdenas pidió sorpresivamente el domingo 16 de noviembre la renuncia de Carlos Navarrete y todo el comité nacional de ese partido para iniciar un proceso de profunda reestructuración. El PRD –indicó el tres veces candidato presidencial- “está a punto de disolverse o de quedar como una simple franquicia político-electoral subordinada a intereses ajenos a los de su amplia base”. Existe pérdida de credibilidad, presencia y autoridad moral de sus dirigentes, acotó.

El punto de quiebre para el PRD serían según Cárdenas los graves sucesos en Iguala contra los estudiantes de Ayotzinapa. ¿Qué más sabe el michoacano del involucramiento de la dirigencia?

No es la primera vez que Cárdenas exige una refundación del partido solaztequista y la renuncia de sus dirigentes. Sólo que en esta ocasión hay otro ingrediente: sus colaboradores más cercanos opinan que el fundador del PRD fue utilizado en la reciente elección de la dirigencia para legitimar la reelección con un cambio en los estatutos y para asegurar el cargo al representante de Nueva Izquierda (Los Chuchos) manteniendo hasta el final la idea de que Cárdenas podía ser candidato de unidad. La herida no sanó.

Recordemos aquí que en marzo del 2004 Cárdenas propuso también una medida radical. Sólo que entonces pedía mantener en la presidencia a Leonel Godoy pero la renuncia de todo el comité. Planteó una reestructuración total de ese partido. Ante la negativa y una respuesta poco sensata de Godoy, el ingeniero Cárdenas se retiró de todos cargos directivos: como consejero, de la comisión consultora y de relaciones internacionales.

En aquella crisis se anunció que el PRD optaría por disolver las corrientes internas para darle mayor vida institucional y eliminar el sistema de cuotas. No sucedió.

Otro antecedente curioso y significativo fue la integración, en enero de 2001, la “Corriente por la Refundación y Regeneración”, encabezada por Rosario Robles e identificada con Cárdenas. Por aquellos días, el adversario interno era identificado entre los lopezobradoristas. Como se sabe, en septiembre de 2012, López Obrador anunció públicamente su renuncia al PRD para dedicarse a construir un partido con las bases del Movimiento de Regeneración Nacional. Se pudo observar que el conflicto interno del PRD siguió ahí. No eran entonces los lopezobradoristas, como de alguna manera lo reconoce Cárdenas en su carta al referirse a cuestiones históricas y estructurales.   

ENFRIAR LOS ÁNIMOS

EN LA CARTA de Cárdenas hay una advertencia que las corrientes que pactaron la dirigencia del PRD no pueden ignorar: señala que de aceptarse su propuesta no asumirá cargo alguno pero mantendría su “militancia activa”. Podría deducirse que si en 2004 renunció a sus cargos por el rechazo a su iniciativa esta vez podría estar a un paso de salirse del partido que ayudó a fundar.

Este riesgo se incrementa ante la posibilidad de que los grupos dominantes en el PRD prosigan con su empeño de aliarse al PAN. No hay que olvidar que Cárdenas fue uno de los opositores a la “confusión ideológica”. Coaliciones también rechazadas por AMLO. 

Uno de los gobernadores que aún le quedan al PRD, el morelenese Graco Ramírez –otro Ángel Aguirre, tuvo que renunciar-, calificó de “exceso” la petición de Cárdenas. Graco se mueve en las arenas movedizas de un estado campeón en secuestros y narcotráfico. Jesús Ortega, líder de Los Chuchos (o “los coroneles” como se autodenominaron), adelantó lo que después formalizaría Navarrete: no hay renuncia de la dirigencia, la petición de Cuauhtémoc pasa por el Consejo Político…donde Nueva Izquierda y sus aliados son mayoría.

El tema, si antes no hay alguna decisión definitiva de Cárdenas, será tratado en el consejo nacional de ese partido el 29 de noviembre.

Se dice que hay una “tormenta perfecta” cuando coinciden varios factores para hacer de una crisis algo ineludible. En el PRD tienen muy poco tiempo para procesar sus diferencias. El tiempo corre y hay corrientes que le apuestan a la ruptura.

AL MARGEN

PRÁCTICAMENTE están ya definidas las candidaturas de Morena en Tabasco. Por lo menos aquellas que corresponden a sus militantes y cuyos aspirantes fueron sometidos a encuestas. El anuncio de los resultados podría realizarlos López Obrador en su próxima visita. Hay una franja de candidaturas que se dará a externos. 

Los métodos definidos por el nuevo partido para las postulaciones tienen cierto riesgo. Tiene tres mecanismos: la elección interna, la encuesta y el sorteo (insaculación). La encuesta “será decisiva”. Se asegura en ese partido que aunque en la insaculación o en la elección interna haya quedado una aspirantes, postulará a quien “tenga mejor posicionamiento” sin importar si es externo o interno.

Le comenté aquí que los partidos y sus dirigencias deben asumir la responsabilidad de sus métodos de selección. Se supone que deben ir con quien represente mejor la propuesta del partido en cuestión.

PREOCUPA el escenario de violencia que se ha ido configurando en el país. La intervención policiaca en la UNAM arroja combustible a favor de quienes le apuestan a deslegitimar la demanda central: el rescate de los secuestrados y el punto final a las desapariciones forzadas. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )