Víctor M. Sámano Labastida

*Presentan nuevo libro de AMLO en el Instituto Juárez, de Villahermosa

*Necesario cambiar el régimen, pero sin violencia: Meyer, Elena, Beltrán

*El excandidato presidencial en su faceta de político y de historiador

 

OTRA VEZ la burra al trigo, afirmó en lenguaje coloquial Elena Poniatowska al comentar en la presentación de marzo pasado el libro de Andrés Manuel López Obrador “Neoporfirismo, hoy como ayer”. No se refería a la insistencia del tabasqueño por la historia y la escritura, además de la política, sino al hecho de que los mexicanos “hemos vuelto al pasado y repetimos como animales en torno a la noria todo lo que nos impidió avanzar”.

La tesis central del nuevo libro de López Obrador es que el régimen actual está regresando al país a las condiciones del porfiriato, aquel largo periodo de 35 años en los que México fue gobernado por la dictadura de Porfirio Díaz.

Hablar de neoliberalismo, sostiene, es en realidad un neoporfirismo que significa el saqueo de los bienes de la nación en beneficio de particulares. Según el autor, en nuestro país existe actualmente una excesiva concentración del poder económico, al tiempo que padecemos una creciente concentración del poder político y un grave deterioro social.

El libro “Neoporfirismo, hoy como ayer” (Grijalbo, 2014) fue presentado anoche en Villahermosa en el patio central del Instituto Juárez. Un evento entre académico y político. No podía dejar de serlo porque la sede y la organización fue compartida con la Universidad estatal y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Los comentarios a la obra estuvieron a cargo de José Eduardo Beltrán Hernández, ex diputado federal y ex secretario de Gobierno durante la administración de Enrique González Pedrero. Ex gobernador que, por cierto, estuvo como invitado al evento.

Beltrán Hernández también fue el presentador, en abril pasado en las instalaciones de la UJAT, de la obra “Los centros integradores. Una experiencia de integración territorial”, coordinada por Baldemar Hernández Márquez. Ahora compartió la mesa con López Obrador y con Octavio Romero Oropeza, dirigente de Morena partido político.

 

DOS CAMINOS, UNA CONCLUSIÓN

EL CONOCIDO intelectual Lorenzo Meyer ha dicho que “Neoporfirismo es el trabajo no de un historiador sino de un político que busca explicar el presente. El libro toma su inspiración y método de la voluminosa obra de Daniel Cosío Villegas -diez tomos de la Historia moderna de México, (1955-1972)-, especialmente su segunda parte, donde Cosío desmenuzó la vida política, social y económica del México autoritario de Porfirio Díaz. Su objetivo entonces era encontrar hasta qué punto el fracaso democrático y social del régimen forjado por la Revolución de 1910 se debió a que no se superaron las prácticas porfiristas. AMLO recorre ese mismo camino pero se extiende hasta la actualidad y llega a las mismas conclusiones”.

Cuando en marzo pasado se presentó este libro en la Ciudad de México, Elena Poniatowska no escatimó elogios para Andrés Manuel. Destacó que el tabasqueño escribe historia ‘‘para avanzar en la interpretación del mundo, para transformar a la sociedad, para participar políticamente, para defender principios y causas sociales, para denunciar esto y mejorar aquello”. Y también porque en él “hacer historia es una inclinación natural”.

Esta vez, Beltrán Hernández subrayó la contribución a la historia y a la política que realiza López Obrador. En un texto que ilustra y documenta el tamaño del saqueo que padeció el país durante la dictadura porfirista. Que ahora se repite con una política impuesta hace unos 30 años, en especial a partir de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari.

Sostuvo el comentarista que la obra “Neoporfirismo. Hoy como ayer” es un trabajo profesional, rigurosamente documentado, pero también escrito con un lenguaje ameno. Una obra que nos permite penetrar en las entrañas de un tipo de régimen que México padeció hace más de cien años y que se repite con una política de saqueo.

La forma en que cuenta AMLO –señaló Beltrán Hernández- nos muestra que “la historia no es lo que queda atrás, sino que nos acompaña”, porque invita al lector a participar, a involucrarse.

 

EL OTRO OBRADOR

DURANTE la presentación de la obra pudimos apreciar al “otro” López Obrador. Al investigador e historiador, pero inseparable del político. En el recinto universitario ofreció una cátedra de historia, según me comentarían varios de los asistentes.

En efecto, el ex candidato presidencial habló ampliamente del México en la etapa del porfirismo y su comparación con lo que sucede actualmente. Señaló, por ejemplo, que a semejanza de la dictadura de finales del ochocientos, en los últimos 30 años “de saqueo” se han entregado 60 mil hectáreas para la explotación del oro y la plata. Refirió que en los últimos 15 años se ha explotado tal cantidad de metales preciosos que superan el volumen que en tres siglos de saqueo se llevaron los españoles. Citó varios ejemplos de cómo los bienes nacionales fueron subastados hace un siglo y cómo sucede ahora.

El neoliberalismo o neoporfirismo al igual que el régimen encabezado por Porfirio Díaz –apuntó AMLO- no es una política pública sino una de pillaje. México no vive “un Estado fallido” sino “un Estado mafioso”, según el ex Jefe de Gobierno del DF.

Autor de una docena de libros anunció que tiene ya casi terminada la obra “Tabasco en el porfiriato” y que en sus ratos libres continúa escribiendo para concluir dos proyectos:  “Cien años de historia en Tabasco”, una compilación de tres obras referidas al estado, y  una que indudablemente será de propuestas, “Cómo sacar a México del atraso”.

AL MARGEN

 

NO DISMINUYÓ el costo de las elecciones a pesar de la transformación del IFE en INE y de la sustitución de los institutos electorales estatales por organismos públicos locales electorales (OPLEs). Ayer se discutió un proyecto de presupuesto nacional para el gasto en los comicios federales por 13 mil 216 millones para el Instituto Nacional Electoral y 5 mil 300 millones para los partidos políticos. Más de 18 mil 500 millones. Sin contar lo que destinen cada uno de los 18 estados donde habrá votaciones locales.

Tan sólo en Tabasco, el instituto electoral local tiene previsto disponer de 390 millones 390 mil para gastos propios y 89 millones 639 mil para los partidos políticos. Independientemente de los recursos federales. Habrá, como usted sabe, 10 partidos en la contienda.

AL FINALIZAR el acto de la presentación de su libro, López Obrador anunció que el senador Adán Augusto López coordinará la campaña nacional de Morena, al tiempo que dijo: “les recomiendo a Octavio Romero, aquí en el Centro, y a José Eduardo Beltrán”. Un abierto espaldarazo. Fin de la discusión. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )